The Scorpions-In Trance (1975)
The Scorpions-In
Trance (1975)
“La única diferencia entre el santo y el pecador, es que todo santo
tuvo un pasada, y todo pecador un futuro”.
Oscar Wilde
Resulta increíble que en estos días los Scorpions, sin duda
una de las mejores bandas surgidas en Alemania me resulten insufribles, aunque
viéndolo fríamente es un hecho que su música ha perdió dirección luego de la
mitad de los 80s, es de entenderse que las preocupaciones y los objetivos de
los músicos cambian por completo luego de alcanzar el estrellato, al igual que
con los políticos, imposible esperar que los Scorpions con los bolsillos
repletos de dinero puedan seguir haciendo música con hambre y con la cual pueda
identificarse cualquier street fighting
man.
Conocí a los Scorpions por mis tíos que les adoraban en los
80s, y si, muchas de sus grabaciones de antes de la mitad de esa década son
buenísimas, pero para mí el perdido de verdadera riqueza musical de la banda y
de salvaje colmillo (o debería decir aguijón) es en los 70s, no nos vayamos tan
lejos, el disco que hicieron con el ENORME Michael Schenker (Lonesome Crow) es
un disco extraño, perteneciente a otra dimensión, para mí la banda conoció las
alturas con el GRAN Uli John Roth, guitarrista híper influido por el trabajo de
Jimi Hendrix, entre las guitarras incendiarias de Roth y las vocales de acero
inoxidable de Klaus Maine, los Scorpions construyeron una línea de ataque
imposible de fallar, una banda que podía incluir en su mezcla esas vocales
enormes al estilo de los mejores como Plant o Gillan, y guitarras que no tenían
nada que envidiarle a los Judas Priest, a los UFO, Diamond Head, Thin
Lizzy o a los Iron Maiden, los Scorpions
de mediados de los 70s son una combinación prodigiosa, recién superado cierto
humor i voluntario de sus primeras letras en inglés, la banda consigue conjugar
en su sonido el drama épico del metal naciente y una garra que se imponía a las
necesidades de la época que exigían intensidad ante el advenimiento del punk
rock.
Definiría a In Trance como el primer gran disco de la banda,
el mejor con Uli John Roth y a mi gusto uno de los tres mejores que la banda
hizo, Roth y Rudolf Schenker no se ponen límites en cuanto a la abrasión de sus
instrumentos, lo cual sumado a las punzo cortantes voces de Meine nos dan el
equivalente a una nueva invasión inglesa conjugando la mística osada de unos
Led Zeppelin con la agresión brutal de unos Judas Priest, sólo que esta invasión
venía de Alemania, con un Roth agregando increíbles toques melódicos y
asombroso fraseo incendiario en su guitarra, un tanto subvalorados, pero de
vital importancia, Francis Buchholz y Rudy Lenners son espectaculares como
sección rítmica, compacta, si, pero precisa y contundente, lo cual da una
velocidad prodigiosa a los temas de la banda, Dark Lady que abre este disco de
1976 deja sentir el crujir de los salvajes instrumentos de la banda, Roth vuela
con su instrumento entre las notas, como profeta del heavy metal más duro de la
mitad posterior de los 80s, indudablemente convirtiéndose en un referente para
bandas como Metallica, Exodus, Megadeth o Slayer.
Para mediados de los 80s, y podría decirse que hasta la
fecha, los Scorpions se refugiaron en las baladas, en una estrategia comercial
similar a la de los Aerosmith, pero las raíces de este talento para las
melodías lentas surge de discos como este y de temas como In Trance, con su
lento avance dramático, la increíble voz de Meine llenado el oscuro espacio y
cargando con un peso emocional asombroso, mientras que Rudolf brilla aquí en la
guitarra rítmica sacando en verdad el aguijón y protegiendo a Meine y su
descarga vocal, al tiempo que Roth aquí batalla un poco para disimular su
incendiario estilo y buscar un arreglo más sublime, pero se reconcilia con el
drama en Life`s Like a River, en cuya entrada el toque de Roth es sin duda un
derroche de talento, la banda consigue un equilibrio entre lo clásico y lo
moderno, consigue impactar un poco el sobrio estilo alemán de manera ejemplar,
pero descargan sus municiones de manera espectacular en Top Of The Bill, que
aunque denota algunas fallas inocentes en su asimilación de las letras en
inglés, la música opaca cualquier error y nuevamente queda en manos de Schenker
producir un ritmo abrumador, impenetrable el cual usa Roth para descargar con
singular bravura, y nuevamente aplausos aquí a la sobresaliente sección rítmica
de la banda que permite a Meine lucir sus ya de por si estupendas habilidades
vocales.
In Trance pone precisamente en trance al escucha de
inmediato con su mezcla de temas épicos y dramáticos, y esos temas intensos y
agiles como Robot Man, en dónde la banda derrocha adrenalina en cada una de sus
ejecuciones, con tambores batientes, guitarras torturadas y las erupciones
volcánicas de Roth, al tiempo que Meine se encarga de llevar, como siempre de
manera impecable la línea vocal.
Los Scorpions se encuentran por fin en In Trance,
posiblemente con la ayuda de Dieter Dierks, veterano de la escena krautrock que
aquí consigue poner a la banda en movimiento y agresividad metálica sin
paragón, claro hay algunos descalabros que lejos de ser fatales resultan
curiosos, como el blues demente de Sun In My Head, del cual podemos culpar en
parte a Uli John Roth, aunque a pesar de lo bizarro del tema, da muestras de un
talento único que empezaba a gestarse y a diferenciarse del resto de la banda.
Comments
Post a Comment