Nachtmystium-The World We Left Behind (2014)

Nachtmystium-The World We Left Behind (2014)

“Lo importante con el fin del mundo es que no sólo Occidente colapsaría, sino todo el mundo.”

Douglas Coupland

The World We Left Behind suena precisamente a eso, a una despedida en plan de celebración triunfal con el puño en alto, el que quiso ser parte de la existencia de los Nachtmystium quedará más que satisfecho con esta magna obra, el que crea que los Nachtmystium tocan black metal vivirá por siempre en un error, ya que aunque el espíritu del metal oscuro vivirá por siempre en la banda.

Algo que siempre comento es que tanto el black metal como el punk rock no suelo concebirlos como un sonido, sino como una actitud, de ahí que siempre me hayan resultado apasionantes los experimentos, por más disparatados que sean, dentro de este “genero”, o bajo esta oscura atmósfera.

El primer tema Intrusion resulta de una impecable hechura, sus guitarras vibran con la malevolencia del black metal más oscuro, pero hay una inmediatez, una textura menos abrasiva, pero que no por esto cede en el aspecto de la tensión musical, hay guitarras disonantes, mejor definidas que en el black metal tradicional y esto les acerca relativamente a una de mis bandas favoritas, los tremendos Voivod.

Una cosa es segura, los Nachtmystium nunca alcanzarán el mainstream, eso es u n hecho, pero han conseguido conjugar un sonido amenazante, inteligente y demencial, todo esto siempre bajo un riguroso control, que posiblemente sea la característica principal de los Nachtmystium y y una clave que los identifica entre muchos, hay un despliegue cerebral intenso en cada nota, hay furia letal, pero siempre bien calculada y en completo control de sus deseos, que luego del galopante avanzar del primer tema nos lleva a unos rasgueos súper infecciosos en Fireheart, una estupenda manera de mandar el nivel de intensidad y tensión a la estratosfera, con esas guitarras que escupen de manera prodigiosa justa la manera precisa de veneno, sin desperdiciar una sola gota.

Las guitarras venenosas no ceden y toman el protagonismo en Voyager, en el cual se despliegan buenos rasgueos y delicadas estructuras como telarañas que van tejiéndose alrededor de la melodía, algo que para muchos podría ser un sacrilegio, pero que en la lógica del universo de los Nachtmystium funciona de verdad, hay toques al más clásico black metal y su insana intensidad, por ejemplo en Into The Endless Abyss, que la banda consigue sortear el no caer en un cliché inmediato mediante la inclusión de abstractos sintetizadores, que, a diferencia de la década de los 80s, aquí no se usan para suavizar el sonido, sino para volverlo aún más bizarro y amenazante.

Hay momentos más reflexivos dentro del disco, momentos que quizá restan un poco el acelerado frenesí de la banda, pero que permiten examinar a detalle el proceder de Judd Blake y sus acompañantes, hay interesantes inclusiones en las guitarras, las cuales son inteligentemente entrelazadas, hay un trabajo de batería que si bien no es altamente técnico posee la fluidez para ir del blast beat, el cual aplica por momentos sin miedo, a pasajes más reflexivos como en In The Abscense of Existence o en la asombrosa Tear You Down, o el inicio de la enigmática The World We Left Behind, que por momentos al avanzar me trae a la mente la melodía del Fade to Black de los ENORMES Metallica de la época del monumental Ride The Lightning, esto sumado a más escalofriantes sintetizadores que enrarecen la atmósfera de la ya de por si retorcida canción.

 Hay temas monumentales casi al final del disco como On The Other Side, en dónde el inconfundible estilo de la banda se pone de manifiesto y se despliega de manera sublime, combinando intrincadas guitarras y baterías post punk, un ligero toque de melodía y las inspiradas vocales de Blake y para cerrar la depresiva Epitaph For a Dying Star, tema que sin duda representa un colosal cierre para una banda que parece despedirse demasiado pronto, en pleno asenso, pero que reconoce el acto valiente de morir en la cima y no desintegrarse en la decadencia, dejando siempre bien claro la inteligencia con la que han sabido crear su carrera.