Korrozia Metalla- Orden Satani (1988)



Korrozia Metalla- Orden Satani (1988)

“Rusia es un acertijo envuelto en un misterio, dentro de un enigma.”
Winston Churchill

Sería difícil tomar una posición sobre Rusia en estos tiempos convulsos, Putin ha creado una filosofía propia compuesta por elementos totalitarios, fascistas y nacionalistas que han servido para aumentar su popularidad, confundir a muchos y entusiasmar a otros, esos sí, con una estrategia perfectamente planeada y con una agilidad que sólo confirman ese aparato policial represivo de antaño, la KGB, convertido en una maquina gubernamental hiperactiva, por un lado Putin salvando al medio oriente de la guerra, por otro lado besando cachorritos y delfines, por otro derribando rivales en las competencias de judo, todo esto mientras recupera Crimea para Rusia, establece alianzas con gigantes como India, Brasil y China y contrataca las sanciones de los EUA y la UE con otras sanciones que parecen haber calado más hondas que las que le fueron impuestas a este coloso del euroasiático.

En ocasiones anteriores habíamos hablado de la gran banda punk underground Grazhdanskaya Oborona, liderada por el inolvidable Egor Letov, banda que cabalgó en la clandestinidad años antes de la caída del comunismo y que le valió el confinamiento y la percusión por muchos años a Letov, en el caso de Korrozia Metalla, la represión comunista la vivieron en los últimos años del régimen, durante la aparición del glasnot y la perestroika, palabras que se pusieron de moda a finales de los 80s y principios de los 90s y que anticiparon el colapso de la URSS, es en esta época (1988) en que los KM  editan su brutal disco Orden Satani (aunque se formaron de manera clandestina, claro en el 82), grabación que pondría a estos rudos rusos a la altura del trabajo que los legendarios Venom editaran unos 10 años antes, muchos podrán pensar ¿Qué caso tendrían unos Venom diez años después? Y hace sentido bajo el contexto represivo del que saliera la banda y la actualización del sonido que le dan a su música, con un ímpetu avasallador en temas como AIDS que ya empiezan a denunciar los horrores de la apertura de la URSS y de la “amenaza” occidental.

Hay un elemento peligroso sin duda dentro de los KM que los lleva más allá de lo musical por un lado esa resistencia (que también abanderó Letov) a la apertura rusa al mundo, por un lado la decadencia de Occidente infectando a la sociedad conservadora rusa y posiblemente la advertencia de los nacionalistas sobre la corrupción de los valores del hasta entonces aislado pueblo, es en esta brecha en que los KM crean toda su mística, en ocasiones adentrándose en territorios de ocultismo, satanismo y en otras con una temática más política y social, aunque claro, hay esos temas que simplemente se hacen para avivar el fuego, como la poderosa Motoroker, tema que haría al viejo Lemmy un viejo orgulloso de cómo su legado traspaso la “cortina de hierro”, temas veloces, repletas con tambores batientes, guitarras bien afiladas que invocan en cada momento el célebre “metal thrashing mad”, solos que abren la piel de manera híper dolorosa y esas vocales aguardentosas (sin duda una gran fortaleza de la banda) que a cualquier amante del bay area thrash le pondrán la piel de gallina.

Viking And A Sword In Storm es un tema casi épico con severas cascadas de guitarra distorsionada, un tema lento pero que funciona como una espada que se va hundiendo lentamente en la piel, poseedora de un ritmo inolvidable difícil de ignorar, con unas vocales cavernosas que añaden una atmosfera bastante tétrica a la música, Abaddon es precisamente una especie de homenaje a los ídolos obvios de esta banda, los ingleses Venom, las guitarras son despiadadas y los ritmos de batería duros, demoledores, y el ataque se vuelve aún más letal al llegar a Black Terror, dónde la banda despliegas sus influencias de hardcore punk, con una descarga de impresionante impacto, un tema incendiario a cargo de un vocalista que pareciera más una bestia que ladra y gruñe.

Guitarras que rugen como sierras eléctricas se hacen presentes en Phantom, con la banda en un plan intenso a más no poder, baterías en plan hardcore, aunque denotando un poco de incomodidad por parte de la banda en cuanto a los coros, todo esto antes de terminar este disco con el impresionante Lucifer, tema cuyos ritmos bastante duros nuevamente pagan un merecido homenaje a los legendarios Venom.

Korrozia Metalla es una banda como pocas, nacida en una época difícil y llena de convulsiones internas, una época de incertidumbre en que el imperio soviético se venía abajo, desamparando a muchos de sus sobrevivientes, el futuro pocos los sabrían, la vida se tornaba imposible de adivinar y esto sin duda significo un perdido angustiante para muchos, este trabajo podrá ser no uno de los más originales, pero es un poderoso inicio para una banda cuya carrera tendría muchos altibajos, su historia correría a la par de la convulsionada época post soviética, mutando y adaptándose a los tiempos, y como es costumbre en la esencia rusa, en ocasiones yéndose a los extremos, un disco para el cual no se necesita saber ruso para captar la vibra y disfrutar el ataque sin misericordia de estos cosacos devastadores.
             

  

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