La Maldición de la Doble Moral
La Maldición de la
Doble Moral
“Los lugares más oscuros en el infierno están reservados para aquellos
que se mantuvieron neutrales en momentos de crisis moral.”
Dante Alighieri
Se dice que la cristiandad se expandiría al mundo como
ejemplo de verdad y buena voluntad, desde ahí empezaron las cosas mal, ya que
la religión cristiana se impartió a puño y espada, con vasto derramamiento de
sangre en cada tierra conquistada, mediante la esclavitud y el exterminio, desde
ahí el doble discurso de la moral cristiana comienza a hacerse permanente, un
manejo de un cristianismo moderno que se mimetiza con el Imperio Romano,
expandiendo el “imperio” en una forma más “sutil”, más inteligente digamos,
mejor mercadeado pudiéramos decir, el músculo de imperio se debilitaba y
costaba mantener su fuerza militar, y había que buscar una manera de continuar
con el dominio, sino por la fuerza, por el sometimiento ideológico, un imperio
de lobos disfrazados de ovejas, que trastocaron el mensaje original del
cristianismo primitivo, el que paso de predicar en la clandestinidad en
catacumbas y cuevas, a predicar en iglesias llenas de ostentación y lujo, y de
ahí posiblemente hemos aprendido a decir una cosa y hacer otra, a hablar de la
humildad y a idolatrar lo material, se dice en la Biblia que será más fácil
para un camello entrar por el ojo de una aguja que para un rico, ¿Y qué pasa
con toda la riqueza y ostentación en el vaticano, en las iglesia modernas, en
la manera de vivir de muchos sacerdotes? La doble moral corre rampante en
nuestras sociedades y la hemos aceptado a ciegas, sin cuestionamiento alguno,
aceptamos que “todo se vale” siempre y cuando no lo aceptemos abiertamente,
peor aún acudimos a la iglesia para confesar nuestros pecados y buscar el
perdón divino, ¿Cómo me va a ayudar a ser un mejor padre, un mejor esposo, un
sacerdote que predica la castidad y nunca ha estado en el lugar de un padre de
familia? ¿Cómo puede opinar un sacerdote sobre el aborto o matrimonios
homosexuales si no lo ha vivido de cerca? Es como pedirle a un político
mexicano que entienda la pobreza, ¿Cómo entender algo que no ha vivido?
Imposible, pura incongruencia manifiesta.
Saco este tema a colación luego de los recientes escándalos
del ala conservadora de la política mexicana, en un mundo en que la privacidad
comienza a desaparecer, nuestros trapos sucios, que todos tenemos, salen
rápidamente a la luz, el alguna vez partido de oposición que “si pudo ganar y
prometía un cambio”, el PAN, ese de los valores familiares y cristianos, el
partido de la moral, el partido de los “persignados”, ha caído víctima de la
misma moral y valores cristianos que predica, de esa doble moral rampante en su
mismo origen cristiano demócrata, incontables ejemplos de vidas escandalosas,
de idolatría a lo material, que trascienden lo privado, y se convierten en una
vergüenza que amenazan con robar lo único que distinguía realmente al PAN, la
moral y la honestidad, ¿Qué tan lejano luce ahora el PAN del PRI y de su líder
en el DF Cuauhtémoc Gutierrez? ¿No mucho verdad?
Ahora bien, no se trata de darnos golpes de pecho, de
defender a capa y espada la moralidad que nos han enseñado desde niños, que
pueda estar un tanto mal definida, se trata de buscar reconocer nuestra
diferencias, no espantarnos con ellas, de tener apertura en cuanto a nuestros
intereses, de entenderlos y no condenar sin saber, de conciliar esta educación
retorcida con la verdad, “de verdad”, y empezar desde su origen, de niños
tenemos a nuestros padres confiando nuestra educación a los maestros, a los
sacerdotes, siendo que aquí tenemos claros ejemplos de una falta terrible de
congruencia, maestros carentes de vocación, movidos por intereses políticos,
sacerdotes carentes de vocación cuya vida personal resulta más escandalosa que
la de muchos de ideas liberales, la educación empieza en el hogar, hay que
fortalecer el hogar, hay que entender la dinámica familiar y empezar por esta,
no se trata de crear seres de altísima moral y valores, sino humanos lo
suficientemente honestos para reconocer errores, aprender de ellos, aprender
a pedir ayuda y pedir perdón, se trata
de crear una verdadera cultura de la confesión voluntaria y sincera por el
bienestar personal y de los que nos rodean, se trata de evitar las confesiones
forzosas y vergonzosas, y posteriormente de aprender a perdonar, a confiar y no
a condenar.
La verdad difícil en un mundo en que nuestros héroes son los
protagonistas de Breaking Bad, Weeds (que trafican con drogas) Sons Of Anarchy
(que trafican con armas), Grand Theft Auto (que roban autos con violencia), Dr.
House (que experimenta despiadadamente con sus pacientes), House Of Cards (que
glorifica la corrupción de los políticos) e incontables series de abogados,
perfectos ejemplos de…una moral ambigua, de la deshonestidad, nuestra cultura
esta torcida y no se trata de jalarnos los pelos y pensar que es el fin del
mundo, sino de reconocer el mal estado de los valores e idear una manera de
enderezar el rumbo, de buscar verdaderos santos del día a día, verdaderos
ejemplos de honestidad, de humildad y de firmeza, y no seres inalcanzables de
una bondad intachable, que quien sabe si sea cierto, santificados bajo el “todo
se vale” siempre y cuando al final se hayan arrepentido, una premisa que
funcionaria para los peores seres que han habitado nuestro mundo, estamos
repletos de malos ejemplos y los que nos presentan como buenos, son un tanto
dudosos.
Lo más rápido es predicar con el ejemplo, hacer las palabras
a un lado y empezar a enderezar el rumbo, no se trata de crear un mundo
saturado de moral, sino de ser más honestos, más tolerantes a la verdad y a la
diferencia, tener el coraje de reconocer los errores y la voluntad de
corregirlos, eso vale más que vivir una pusilánime vida de restricciones y
prohibiciones, esperando el mínimo descuido para cometer una barbarie.
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