AC/DC-Rock or Bust (2014)

AC/DC-Rock or Bust (2014)

“Estoy harto de que la gente nos diga que hemos hecho 11 discos que suenan exactamente igual, de hecho, hemos hecho 12 discos que suenan exactamente igual”

Angus Young 

16 discos en la historia de los AC/DC y como decían los Led Zeppelin: The Song Remains The Same, Y claro, ¿Si no están rotos, para que arreglarlos?, y ese sistema de rock n roll Infalible que siempre han practicado, seguido por otros como Motorhead o los Ramones se vuelven a poner de manifiesto en este muy buen Rock or Bust, en el cual AC/DC regresa nuevamente en medio de dos noticias bomba (publicidad que curiosamente esta banda nunca ha necesitado), una de ellas, nuevamente la pérdida de una pieza clave del grupo, el guitarrista rítmico Malcolm Young, probablemente el mejor guitarrista rítmico de la historia del rock n roll, víctima de la demencia, resulta increíble que los AC/DC se las vuelvan a ingeniar para salir adelante de una tragedia mayor con el menor daño posible, primero la pérdida de su icónico vocalista Bon Scott y esta vez, la salida de Malcolm, con sus sobrino Stevie Young sustituyéndolo para la grabación de este disco, quedando todo en familia.

La segunda noticia bomba que precede este disco fue el arresto y posterior liberación del baterista Phil Rudd, protagonista indiscutible de la banda con sus ritmos sólidos y repetitivos, quien logró librarse de los cargos que le acusaban de amenazas de muerte, en medio de una serie de abusos de sustancias prohibidas.

Me sentiría tentado a decir que AC/DC son la mejor banda del rock, esto sino fuera porque hace mucho que a ellos les dejo de importar esto, aun así, es posible que después de los ya poco relevantes aunque legendarios Rolling Stones y los cada vez más nefastos U2, los AC/DC sean la banda legendaria más famosa del rock n roll de nuestros días, toda una institución de rock orgullo de la gran Escocia y Australia, aquí el sueño húmedo del buen Rick Rubin, se vuelve a materializar, con ritmos perfectos y sólidamente construidos para lograr un devastador efecto en el cerebro, imposible de librarse de la adicción a ellos, y por otro lado las guitarras descaradamente desnudas que suena abrasivas y estridentes aquí recetadas por Stevie, quien sin duda hace un trabajo brillante al minimizar de manera increíble la ausencia del gran Malcolm.

Se rumora que este podría ser el último disco de AC/DC, extraño año en el que se despiden dos monstruos del rock, Pink Floyd y AC/DC, ¿Mal año para e rock clásico no?, pero suelen decir, esto no es nada más que un día  normal de trabajo para los AC/DC, en ningún  momento suena este disco a algo que la banda no haya hecho antes, aun así me atrevo a decir que la banda toca a aquí con más convicción y más inspirados que en algunos de sus anteriores discos.

El primer tema Rock or Bust encaja perfectamente en el universo de un Highway to Hell o de un Back in Black, la banda anunciando con bombo y platino y amplificador al máximo su regreso luego de 6 años sin grabaciones, imponentes ritmos abiertos sin muchas complicaciones pero excesiva solidez van empujando este primer tema, a la par de las feroces guitarras de Stevie, Brian Johnson sonando poderoso aún, con una voz capaz de arrancar la pintura de las paredes, en descomunal forma a pesar del paso de los años y esas guitarras endemoniadas de Angus, omnipresente casi en todo momento, desencadenando el mismo infierno cuando la banda abre un hueco y permite que salgan esas candentes líneas de guitarra a las que nos tienen bastante acostumbrados, musicalmente Lets Play Ball es buena, un tema contundente y probablemente al final del disco el que más queda incrustado en el cráneo del escucha, esto a pesar de que la temática me resulta un tanto barata y falta de fondo, después de todo desde cuando los hermanos Young nos salieron beisbolistas, después de todo en escocia como en la mayor parte del Reino Unido lo que manda es el soccer.

Rock the Blues es un tema curioso que me desconcierta un poco, ya que no me resulta muy complicado imaginarme a un Bruce Springsteen o a un John Fogerty uniéndose a los AC/DC en un escenario para ejecutar este tema, y si  lo analizamos fríamente Fogerty y su rasposo grito de batalla no suena muy lejano del trabajo de Johnson aquí, en esto que podrida ser el Rock n Roll Over the World.

Pero ese ambiente malévolo y perverso que siempre aparece en los discos de AC/DC hace su explosivo arribo en Miss Adventure, rock de primer nivel con baterías y guitarras demoniacas y un tema imposible de no ponerle atención, poderoso e infecciosos como mucho del rock de esta asombrosa banda, que repite la formula con similares resultados en la estrujante Dogs of War.

El blues se hace presente en muchos temas de este disco, como en Hard Times, aunque la banda se modera con esto a diferencia de algunos discos anteriores, aquí lo que manda es el rock explosivo y dinámico salido del mismo infierno, como en Baptism with Fire con estupendos rasgueos de Angus, y el sólido trabajo de la sección rítmica de esta banda, con unos ritmos duros como piedra que golpean hasta fracturar la cabeza.

Como en todo disco hay mucha repetición, con temas como Rock the House o Sweet Candy sonando prácticamente iguales, aunque para los amantes de hueso colorado de esa banda, eso no resultara algo malo del todo, y si tomamos en cuenta la enigmática Emission Control tema que cierra el disco, podemos sentirnos satisfechos ya que la banda deja una prueba innegable de que sigue sabiendo hacer ese rock sucio, infeccioso y masivo y que con este Rock or Bust, si deciden finalmente reventar, lo hacen en la cima del juego que nadie ha sabido jugar mejor que ellos.