Exodus-Blood In Blood Out (2014)
Exodus-Blood In Blood Out (2014)
“Hay cuatro tipos de homicidio: delictuosos, excusables, justificables
y loables.”
Ambrose Bierce
Mi disco favorito de los Exodus es y será siempre el clásico
Bonded By Blood, disco que debió hacerlos amos y señores del Thrash Metal en
aquella época, pero como la vida es todo menos justa, y los mejores nadadores
se hacen nadando contra corriente, los Exodus se enfrentaron no sólo a batallas
legales para editar tan tremendo disco, sino que perdieron a uno de sus
miembros clave, Kirk Hammett, quien habría de unirse a Metallica inclinando la
balanza a favor de quienes habrían de convertirse en los reyes indiscutibles
del género, sí, yo fui de los que estaban fascinados con el inestable Paul
Baloff, aunque luego de que lo echaron (después de editar el Bonded…)convengo
en que Steve Zetro Souza, proveniente de los Exodus significó un estupendo
reemplazo y consiguió convertirse en el vocalista definitivo de esta banda,
tanto que en este Blood in Blood Out, el regreso de Souza pesa, y mucho.
Este Blood In Blood Out es más que un disco cualquiera, es
propiamente una celebración al Thrash Metal, ese género, que en lo personal, me
hizo ganarme el odio de mi madre, aún recuerdo mis tardes de adolescente con mi
grabadora a todo volumen escuchando a Exodus, Metallica, Testamente, Anthrax,
etc, y mi madre molesta por el tremendo ruido proveniente de mi cuarto, de ahí
que este regreso a las raíces para los Exodus sea la representación de una
juventud renovada, no de una invocación barata a la nostalgia, sino un acertado
recordatorio de porque nos gustaba tanto Exodus en aquellos días.
Aguerrido y ensordecedor, repleto de gratas sorpresas, que
desde inicio nos trae curiosos nombres, como el del productor Dan The Automator
en el primer tema, Black 13, que si bien para muchos podría significar que los
Exodus han tomado un giro inesperado, al igual que hicieron los Butthole
Surfers al final de sus carreras, las monstruosas guitarras de Gary Holt sirven
de aviso de que los Exodus, esa máquina bestial de decibles está de vuelta y en
plena forma, el tiempo que Holt fue prestado a los Slayer para reemplazar al
tremendo Hanneman no fueron en vano, el hombre ha regresado más intenso que
nunca y es el líder indiscutible de la banda, guiándolos como en este tema por
los senderos del más puro Thrash a velocidades vertiginosas, esto a la par de
que Souza escupe más veneno que nunca aquí.
La otra gran estrella de este festín de distorsión es el
gran Tom Hunting, miembro original de la banda que siempre ha sabido conjugar
brutalidad pura y salvaje con una elegancia aprendida de las viejas olas de
metal inglés, un hombre más cercano a los grandes bateristas de bandas como
Iron Maiden o Judas Priest, que de Lars Ulrich o Dave Lombardo, un hombre que
sin mucho aspaviento puede llevar un tema como este Blood in Blood Out del más
enfermizo hardcore punk al más memorable y denso heavy metal, proporcionando en
todo momento una base ultra sólida para el trabajo instrumental de la banda,
desplegando una ejecución que denota un esfuerzo cercano a lo atlético, como
repite en Collateral Damage, otro tema que demanda mucho de la banda y en el
que estos se avocan de manera furiosa, sin sacrificar fuerza o velocidad en
ningún momento, la banda ha regresado sin duda a hacerlo que mejor ha hecho
durante toda su carrera, la constancia vuelve a ponerse como sinónimo de la
banda, emparentándolos por momento con los siempre constantes AC DC.
Pero no todo es pura constancia, los Exodus también saben
hacer cosas inesperadas, y en este disco lo demuestran totalmente, la incursión
de Kirk Hammet en la tremenda Salt The Wound es admirable, uno de los mejores
del tema del disco, esto junto a la participación de otra leyenda del Thrash
Metal, Chuck Billy de los Testament, quien se une a la banda en Btk, otro golpe
directo y despiadado en forma de canción.
Blood in Blood Out es un documento asombroso de una banda
que quienes le escucharon en sus inicios, me incluyo, difícilmente pudimos
pensar que estarían aquí tres décadas después, el Thrash Metal puede que no sea
ya el futuro del metal extremo, pero es una pieza clave en el desarrollo de
este, un género extraño que se niega a irse y que nos sigue regalando joyas que
no debemos ignorar.
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