Necesitamos Maestros de Verdad
Necesitamos
Maestros de Verdad
“Es el supremo arte del maestro
despertar el entusiasmo por la expresi贸n creativa y el conocimiento”
Albert Einstein
En el M茅xico de mis abuelos, mis padres y de mi ni帽ez, la
figura del maestro sol铆a ser una figura venerada, un l铆der social, pieza clave
para el desarrollo de esta, un hombre o mujer con verdadera vocaci贸n de educar
al futuro del pa铆s, en lo que me toca, debo decir que tuve estupendos maestros,
totalmente convencidos de su profesi贸n y avocados al cien por ciento a
transmitir sus conocimientos y de esta manera transformar su entorno, convirti茅ndose
de esta manera en un claro ejemplo de un gu铆a atento y confiable, estudi茅 en
escuelas de gobierno y particulares, y la educaci贸n que recib铆 en ambas fue de
primer nivel, no creo tener queja y si mis hijos recibiesen una educaci贸n similar
estar铆a contento, no conforme, pero hoy en d铆a las cosas no son igual que
antes, el estatus del maestro en M茅xico ha cambiado.
Ser maestro en M茅xico ha perdido ese car谩cter de ente de
cambio y generador de respeto que ten铆a antes, si me preguntan, la pol铆tica lo
ha ido envileciendo, el poder ha convertido sindicatos creados para proteger el
bien vivir de los maestros en aparatos chantajistas, cuyos l铆deres buscan a
toda costa aumentar sus filas, enriquecerse y ejercer presi贸n sobre el gobierno
para hacerse m谩s y m谩s poderosos, el maestro com煤n ha pasado de ser una piza
clave a un mero pe贸n, presa de los manejos de otros con fines poco dignos.
Por un lado, una lideresa envuelta en esc谩ndalos de corrupci贸n,
arrestada y enviada a prisi贸n, un liderazgo chantajista que ofrec铆a su apoyo al
mejor postor, o al candidato a presidente que mejores dadivas le ofreciera, enriqueci茅ndose
a manos llenas en el proceso de un sindicato poderoso, s铆, pero inflado,
explotado y poco confiable, en medio de maestros “fantasmas” que cobran sueldos
dobles y triples, maestros que no ense帽an, que no ejercen y s贸lo ocupan plazas,
maestros que para ascender no siguen educ谩ndose en el arte de ense帽ar, sino que
se dedican al mundo de la pol铆tica, sueldos inflados que causan pena y verg眉enza,
y plantillas de maestros dando clase en escuelas que ni siquiera existen f铆sicamente,
comprendidas en listas adulteradas para exigir fondos al gobierno.
Recuerdo conversaciones con conocidos manifestando su deseo
de estudiar en la escuela normal, no para ser maestro, no para ense帽ar, s贸lo
para tener derecho a una plaza, a ser parte de un sindicato, a seguir
desangrando esa profesi贸n, alguna vez sin贸nimo de nobleza, que mientras en
otros pa铆ses, los maestros dan todo por sus alumnos, por sacarlos adelante, por
dotarlos de recursos intelectuales, aqu铆 buscan s贸lo sacara provecho, engrosar
las filas de los partidos pol铆ticos, o simplemente ser piezas del juego de alguien
m谩s.
No pongo en tela de juicio la sagrada labor de educar, ni
pretendo generalizar que todo maestro del M茅xico actual sea malo, habr谩 muchos,
demasiados muy buenos, completamente enamorados de su profesi贸n, pro hay unos
cuantos, que deben ser los menos, que buscan la profesi贸n de maestros para
escalar puestos en la pol铆tica, para abusar y enriquecerse, para no trabajar o
trabajar lo menos posible, habr谩 unos cuantos que s贸lo busquen formar mafias
provocadoras manipuladas por l铆deres corruptos y encausadas a provocar desmanes,
manifestaciones y causar molestia y desestabilizaci贸n, habr谩 otros que la pol铆tica
inunda sus mentes m谩s que los valores de la educaci贸n, f谩ciles victimas de
otras organizaciones.
Maestros, lo que M茅xico necesita es verdadera vocaci贸n de
ense帽ar, el respeto por esta noble profesi贸n se va perdiendo, hagan algo,
exijan, si exijan m谩s derecho a ejercer una mejor educaci贸n, exijan mayores espacios
para ense帽ar, exijan mejores herramientas para educar, no se conviertan en una
masa ciega y sorda en manos de grupos que s贸lo buscan el poder para beneficio propio,
lo que M茅xico m谩s necesita es m谩s y mejor educaci贸n al alcance de todos, solo
as矛 crecer谩 y saldr谩 adelante el pa铆s.
Maestros en la aulas, ense帽ando, no en las calles protestando, no en las c谩rceles por corruptos,
no en fosas muertos, ni dirigiendo carteles de la droga.
Y claro, hay que aprender tambi茅n a ser mejores alumnos.



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