Beck, Bogert and Appice, 1973, Una Reseña
Beck, Bogert and Appice, 1973, Una Reseña
Por: Erreh Svaia
El Craneoscopio
La noticia de que el
guitarrista inglés Jeff Beck se reuniría con la sección rítmica de los
legendarios Vanilla Fudge para formar un trío a inicios de los 70s debió
parecer un sueño hecho realidad para muchos, con miras a convertirse en un
nuevo super trío poderoso al estilo de los tremendos Cream, o la Jimi Hendrix
Experience (un músico estadounidense, y dos ingleses), después de todo,
elementos suficientes había para pensarlo de esa forma, aunque otros tal vez
apuntaban a que el grupo se iría en picada, ahora si, como decía Keith Moon de
los Who en el caso del grupo que harían Jimmy Page y Robert Plant, como un "zepelin
de plomo ".
A mediados de los 60s, junto a los Yardbirds, Beck se había
convertido en el epítome del guitarrista moderno e innovador a más no poder,
uno que podía combinar la audacia de un Pete Townshend, con la técnica de un
Eric Clapton, lo cual lo llevaría a convertir a la banda en el referente de un
amplio rango de bandas y de géneros por surgir, del heavy metal al punk rock,
así, Beck y los Yardbirds serían la gran inspiración de personajes como Jimi
Hendrix, Deep Purple, los Stooges y Aerosmith, quienes veían a la banda inglesa
como sus indiscutibles ídolos, incluso más allá de los populares Beatles.
El baterista Carmine Appice y el bajista Tim Bogert formaban
la sección rítmica de los extraordinarios Vanilla Fudge a mediados de los 60s,
la banda estadounidense había hecho varias exitosas giras por el Reino Unido,
algunas de ellas junto a un joven Jimi Hendrix, y habían generado hordas de
fans que los consideraban una banda con un sonido que apuntaba al futuro, de
ésta manera, bandas como Deep Purple, Led Zeppelin y Black Sabbath se unieron para
hacer música, inspirados por la banda de Appice y Bogert, Appice sería sin duda
uno de los puntos centrales de la banda, considerado por muchos como el primer
"baterista de heavy metal", Appice contaría con personajes como John
Bonham e Ian Paice como sus indiscutibles seguidores, algo que no muchos
podrían presumir.
Bogert y Appice se convirtieron en la sección rítmica que
Jeff Beck anhelaba para el grupo que deseaba formar a partir de su salida de
los Yardbirds (un músico inglés y dos estadounidenses), la imposibilidad de
contar con ambos músicos lo llevó a conformarse con otra sección rítmica, y
afortunadamente, La presencia de un gran vocalista como Rod Stewart (quien años
más adelante, ya como solista, irónicamente contaría con los servicios de Appice
en su banda), con quien convertiría al Jeff Beck Group en una leyenda que
compartía cierta afinidad con los Vanilla Fudge y que sería el modelo que
inspiraría a Jimmy Page para formar a los Led Zeppelin, aunque ya una vez que
Stewart y Ron Wood abandonaran al Jeff Beck Group para formar los Faces, Beck
encontraría por fin disponibles a Appice y a Bogert, con la posibilidad de
materializar su anhelado grupo.
Beck, Bogert and Appice, el disco, vio la luz en 1973, como
en el caso de Blind Faith, el grupo de Clapton, Winwood y Baker, las
expectativas de la banda de Beck terminaron sepultando al trio de grandes músicos,
el disco, no era un fracaso definitivo, pero no había nada a la estatura de lo
que los fans de Beck o de Appice pudieran esperar, además, los escuchas más
jóvenes ya estaban bastante ocupados con Deep Purple, Led Zeppelin y Black
Sabbath, tristemente la Ola Inglesa de Heavy Metal había dejado ya atrás a uno
de sus pioneros, la inconsistencia de Beck en su carrera musical le había
pasado una factura muy cara.
Beck, Bogert and Appice no es un mal disco, abriendo con la
poderosa Black Cat Moan exhibiendo la brutal guitarra de Beck y la despiadada
batería de Beck, un estupendo inicio, aunque poco relevante para los tiempos
que ya habían cambiado de inicio de los 70s, la banda lo sabía y para Lady
resurgen con mayor energía en un tema espectacular, el grupo se emplea a fondo
y entrega una ejecución a la altura de un super grupo como los Cream, pero a
partir de ahí la consistencia empieza a ceder, los salva un sólido e
impresionante cover del Supersticious de Stevie Wonder, con quien Beck había
colaborado antes.
Un tema dinámico como Why Should I Care, que, aunque
rescatable, apunta a algo muy diferente a la música estridente e incendiaria
que se esperaba del grupo, la banda empezaba a apunta algo muy diferente que,
aún no era reconocido, y que abriría puertas a bandas como Montrose o Van
Halen, aún a años de su formación y sin seguidores integrados aún interesados
en piezas como Livin Alone o Lose Myself with You, de ésta forma, Beck
nuevamente se adelantaba a las tendencias musicales, aunque esta vez,
nuevamente, las masas no estaban muy convencidas de seguirle, no así, cientos
de músicos que volvieron a tomarlo como ejemplo para un hard rock moderno que
empezaría a dejar atrás a los 70s y a construir una nueva época de oro para el
genero ya en los 80s.
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