Utilizar la Fuerza del Adversario para Hacerlo Caer




Utilizar la Fuerza del Adversario para Hacerlo Caer

Por: Erreh Svaia

El Craneoscopio
Las elecciones del año 2006 en México seguramente fueron las más competidas de la historia, con un margen de diferencia de apenas el .7% o sea alrededor de 250,000 votos, Felipe Calderón, candidato del Partido Acción Nacional fue declarado ganador ante intensos señalamientos de un aparente fraude, cabe señalar que he mencionado que el candidato de oposición, Andrés López pudo ganar fácilmente si hubiese aceptado una coalición con Patricia Mercado, candidata también de izquierda y que alcanzó una cifra de alrededor de un millón de votos, Mercado ofreció una alianza a López, la cual el no aceptó, dejando así en la mesa la oportunidad de ganar de forma contundente, aunque claro, esto no hubiese sido posible si el entonces saliente presidente, Vicente Fox, no hubiese dejado tan mal sabor a gran parte de los mexicanos que votaron por él como la gran esperanza y que vieron como las promesas de campaña del hombre que fue capaz de derrotar al PRI en el año 2000, se desvanecían sin dejar los grandes avances que se esperaban de él.

México es un país en extremo conservador, tanto la oposición real al PRI-Sistema, surgió de las mismas filas de éste, cuando políticos enfurecidos por la dirección “hacia la derecha” que el partido hegemónico en aquel entonces, empezaba a tomar, así surgió el PRD, básicamente una reedición del PRI que sumaba a algunos de los partidos socialistas que trataban de sobrevivir luego de la caída del Muro de Berlín, del desplome de la URSS y del debilitamiento sufrido por el socialismo en aquella época, el llamado “fin de la historia” como lo describió Francis Fukuyama, no cambiamos nuestra vocación conservadora, ya que sería el candidato del partido conservador, el PAN, el que finalmente sacaría al PRI del poder, es decir, nos volvimos, aún más conservadores a partir del año 2000.

Le costó al hoy presidente Andrés López, más de 12 años el aprender algo de su derrota en el 2006, se volvió aún más conservador que los conservadores en su visión, casi llegando a lo fantásticamente religioso, adoptó el nombre de MORENA para su partido, en clara referencia a la Virgen de Guadalupe, icono que aparecía en casi todas sus fotografías tomadas “espontáneamente” durante su campaña, se registró como candidato a las elecciones del 2018, un 12 de Diciembre, día de la Guadalupana, esto además de sus acercamientos con las esferas más conservadoras de la Iglesia Católica y de la Iglesia Evangélica, optó por alianzas desesperadas con todo tipo de personajes, como el PES, partido de ultra derecha y el PT, partido adorador de dictaduras como la cubana y la norcoreana, alentó el desarrollo de células que admiraban con fervor a la revolución bolivariana, asimiló con singular emoción a viejos políticos del PRI-Sistema, como Porfirio Muñoz Ledo, Manuel Bartlett, Ricardo Monreal y pactó descaradamente con empresarios afines al su supuestamente odiado Salinismo, como Alfonso Romo, Carlos Slim y Ricardo Salinas Pliego.

En el 2000, la primera elección en la que pude votar ya siendo mayor de edad, no voté por Vicente Fox, un personaje inflado por la mercadotecnia y salido del partido conservador por excelencia en México, no me parecía la opción adecuada, en su lugar, di mi voto a Gilberto Rincón Gallardo, hombre liberal de izquierda, hoy recordado como uno de los personajes más célebres de la izquierda realmente progresista, pienso que el país debió dar un viraje a una izquierda liberal, democrática y progresista en aquél entonces, pero el país no pensó así, para el 2006, Andrés López se alzaba como la “renovación” del PRD y del caudillismo que había abanderado Cuauhtémoc Cárdenas durante las tres elecciones anteriores, a final de cuentas, López, al igual que Cárdenas eran personajes forjados en el viejo PRI-Sistema, definitivamente no las mejores opciones para una cambio.

Pero la derrota del 2006, lejos de debilitar a López, lo hizo más fuerte, esa es la realidad, la resistencia u oposición a su apuesta por la presidencia se hizo más dura, y de esta forma López fue volviéndose más resistente, analizando las cosas ya a distancia, no debimos resistirnos con tanta fuerza a la presidencia de López, sólo lo volvimos más fuerte, uno de los principios del Jiu Jitsu, de Judo, del Aikido y del Tai Chi, es no utilizar la fuerza para oponernos a un impacto, por el contrario, utilizar esa inercia a favor de nosotros, el triunfo de Andrés López en el año 2006, o en el año 2012 hubiera sucedido en circunstancias muy diferentes a su triunfo en el 2018, la crisis mundial del 2008-2009 hubiera dejado a éste hombre de “la vieja escuela” fuera de control, sin saber como reaccionar debido a su ignorancia en temas de política exterior, a eso podríamos sumarle que en esos años difícilmente hubiese podido tomar el control de ambas cámaras, de diputados y de senadores, y su papel en el gobierno hubiese sido tan inmediatamente decepcionante como el de Vicente Fox, hoy, el presidente López, sería un ex presidente tan desacreditado y tan tildado de “loco” como Fox.

El resultado de oponerse duramente contra un ataque de un contrincante, en la mayoría de las ocasiones, es provocar un daño mayor, incluso podríamos terminar volviendo más fuerte a nuestro oponente, que fue justo lo que pasó con López a lo largo de tres elecciones, la dura resistencia a sus candidaturas lo volvieron un personaje con más fuerza, la resistencia lo hizo crecer, y lo volvió más fuerte para el 2018, fue un error no aprovechar el impulso para dejarlo llegar en el 2006, o en el 2012, cuando las pruebas de fraude que presentaba ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, era presentar literalmente patos y chivos, hoy, López estaría desacreditado y fuera del sistema, y el daño que pudiera haber causado al país hubieran sido sólo seis años y no como hoy, en el que su capital político pudiera dar incluso para más.

Insisto en que la oposición, más que venir del exterior, debe venir del propio interior, lejos de buscar resistir a MORENA y su autoritarismo desde el exterior, hay que resistirlo desde el interior, aprovechar las coyunturas al interior del partido buscando los eslabones más débiles de éste nuevo sistema que pretende volverse hegemónico, buscando la debilidad de las alianzas más incongruentes, como ya se han puesto en evidencia en las votaciones para reducir el presupuesto de los partidos políticos, o en la elección interna de dirigentes del partido, hoy en Nuevo León, resultan más peligrosos personajes como Jaime Rodríguez o Samuel García, mercenarios que usan su popularidad para venderse al mejor postor, que una posible candidatura de Clara Luz por MORENA, la consolidación de una candidatura de Clara Luz por MORENA en Nuevo León, traería interesante rupturas al interior del partido en el estado, en ocasiones, como en el jiu jitsu, en el aikido o en el judo, lejos de oponerse al impacto, hay que aprovechar la inercia y la fuerza del contrincante para hacerlo caer.       

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