¿Y los Padres?
¿Y los Padres?
Por: Erreh Svaia
El Craneoscopio
Lo sucedido hace unos d铆as en un colegio de la ciudad de Torre贸n, es un suceso terrible y escalofriante en el que un menor de apenas 11 a帽os de edad abri贸 fuego contra su maestra y sus compa帽eros de una forma que pareciera poco a poco convertirse en un hecho cada vez menos espor谩dico en nuestro pa铆s, por a帽os hemos sabido de 茅stos hechos que se suscitan en el vecino pa铆s del norte, en d贸nde su idolatr铆a por las armas, parece estatales cobrando la factura desde d茅cadas atr谩s, en M茅xico, esto no era usual, no suced铆a, era algo impensable hasta hace unos a帽os, en que sucedi贸 algo similar al sur de la ciudad de Monterrey, y no es que el uso de armas haya sido legalizado en el pa铆s, o que exista una arma en cada hogar del pa铆s, pero algo que si pasa, es que la cultura de la violencia cada vez penetra m谩s en los hogares, a la par de la escalada de violencia de inicios de la d茅cada pasada, las noticias en prensa y televisi贸n se llenaron de notas horrorosas de violencia originada por el tr谩fico de drogas, poco a poco, los enfrentamientos armados y las ejecuciones se fueron volviendo parte de nuestro d铆a a d铆a, y por si fuera poco, la televisi贸n tambi茅n se llen贸 de series que hac铆an tambi茅n su labor por mostrar la violencia de una manera idealizada, demos las gracias a las producciones del se帽or Epigmenio Ibarra, quien parece estar detr谩s de todas las producciones deplorablemente violentas que se hacen en el pa铆s en los 煤ltimos a帽os.
Mi primer pensamiento luego de enterarme de los hechos, fue cuestionarme si alguien como Donald Trump estaba en lo correcto, cuando en una de sus ocurrencias tras un tiroteo en una escuela de los EEUU, culp贸 a los video juegos por la escalada de violencia en los EEUU, claro, Trump, ten铆a que desviar la atenci贸n y proteger a sus aliados incondicionales de la Asociaci贸n Nacional del Rifle, y culpar a la subcultura "gamer" por el terrible acontecimiento, en Torre贸n, luego de que saliera a la luz la afici贸n por los video juegos que ten铆a el asesino de 11 a帽os de edad, la prensa de inmediato estableci贸 la posible relaci贸n de los video juegos con los hechos que cada vez se presentan con m谩s frecuencia, nada m谩s que el amarillismo y la falta de an谩lisis y de responsabilidad por parte de la prensa sensacionalista, que no repar贸 en analiza el contexto familiar del infante, del que hoy sabemos, su familia, adem谩s de disfuncional, ten铆a antecedentes que los relacionan con la criminalidad, otra vez, culpar a los video juegos, resulta una gran idea, para que los padres podamos huir de la responsabilidad de haber puesto nuestros hijos en un ambiente favorable para la proliferaci贸nde la violencia y el desprecio por la vida.
Por supuesto que los video juegos son violentos, pero tambi茅n lo son las series, los comics, las pel铆culas, e incluso las caricaturas, y lo han sido por muchos a帽os, no tenemos que ir tan lejos, si 茅stas obras fueran las responsables totales de la escalada de violencia en la juventud, debi茅ramos incluso alejarnos del AntiguoTestamento y de la Historia Mundial, con ello tendr铆amos suficiente material para generar generaciones y generaciones de tiradores en edades tempranas, pero la realidad es que la responsabilidad es de los padres que no est谩n cerca de sus hijos, que no explican a los menores la naturaleza de tales contenidos, que no fomentan un ambiente de amor en el hogar y que mantiene armas sin una adecuada vigilancia en el hogar, pero a煤n cuando los padres son part铆cipes de la delincuenciay heredan su retorcido sistema de valores a los hijos ¿Qu茅 podemos esperar de los hijos de hogares de padres criminales sin valores y sin moral alguna? ¿Qu茅 podemos esperar de los miles de hogares sin padres y madres que sean los modelos adecuados a seguir? Lo peor es que ya no tenemos que Esparta a que estos menores sean adultos, ya est谩n lesionado a la sociedad desde temprana edad, y no se est谩 detectando est谩s desviaciones desde los primeros a帽os en la escuela, y no se est谩 fincando la responsabilidad correcta a quienes seven responder por la conductade 茅stos menores, los padres.



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