De Ladrones y Locos
De Ladrones y Locos
Por: Erreh Svaia
El Craneoscopio
Los primeros dos libros que leí éste año tienen algo en
común, David Bowie, así es , en el Steal Like an Artist de Austin Kleon, se
menciona la habilidad de Bowie, no de plagiar vulgarmente, sino de “robar como
un artista”, bueno, tal vez no de robar, pero si de sintetizar el cúmulo de
influencias que actúan sobre él, y precisamente en éste punto, el libro hace
intersección con el All The Madmen de Clinton Heylin, libro sobre los grandes “locos”
ingleses de la música pop, por cierto, All the Madmen es un tema de Bowie, y gran
parte del libro gira en torno a él, y va avanzando gracias a él, así, tratando
de conjuntar las visiones de ambos libros nos damos cuenta de como Bowie fue
capaz de convertirse en un personaje visionario, gracias a la forma en la que
supo usar la influencia de todos aquellos personajes que le causaron profunda
admiración, desde un Syd Barrett y su camino a la locura con su grupo Pink
Floyd, su aprendizaje sobre la evolución, luego de atestiguar como Marc Bolan y
sus T. Rex iban de grupo folk hacia un terreno más cercano al rock eléctrico,
su apropiación de la estética de personajes como Lou Reed e Iggy Pop, y más
tarde sus inquietudes con respeto al R&B y al Soul además de su escape a
Berlín.
Pero bueno, el libro de Kelon no sólo habla de Bowie, habla
sobre muchos otros temas más, aunque Bowie quizá sea la mejor manera de resumir
el libro, para los que conocen a Bowie, para los que no, tendríamos que aclarar
que no se trata de robar por robar o de plagiar vilmente, sino de buscar
fuentes de inspiración, empaparnos de personajes que realmente nos inspiren y
nos motiven a la acción, y que de esa acción, ya integrando nuestra
personalidad, vayan surgiendo ideas nuevas y diferentes, el libro es un llamado
a la acción y a romper el estancamiento, no esperar hasta que encontremos “una
identidad propia” para empezar a hacer las cosas, usar a aquellos personajes
que nos inspiran como “trampolín” para movernos, para actuar, incluso darnos
cuenta que esas cosas que hacemos cuando procrastinamos, sean tal vez las cosas
que realmente queremos hacer y que son nuestra vocación real, y sobre todo,
compartir nuestro trabajo, no dejarlo oculto en las sombras.
El libro de Heylin no sólo hace mención de Bowie, sino de
una variada gama de personajes ingleses locamente creativos, que van desde el
ya mencionado Syd Barrett, creador de canciones alucinantes con unos muy jóvenes
Pink Floyd, su “viaje por las estrellas” y su caída en la oscuridad más profunda
de su propia mente, Marc Bolan y los inicios del llamado Glam Rock, el legendario
y oscuro trovador hundido en la depresión, Nick Drake, que crearía tres discos
exquisitos y de culto, el enorme Pete Townshend de los Who y su megalomanía al
darle forma a dos monumentales “ópera rock” bajo el nombre de Tommy y
Quadrophenia, que cambiarían la historia del rock para siempre, Roger Waters y
David Gilmour como continuadores del legado de Barrett en Pink Floyd y su “viaje
al centro de la mente de Syd” para crear su obra maestra, Dark Side of the
Moon, y Ray Davies, el líder de los legendarios Kinks y sus ambiciosos proyectos
musicales durante los 70s.
Los primeros dos libros que terminé este año y que me
resultaron sumamente gratos e imposibles de soltar hasta la última página, dos
lecturas que disfruté tanto que “devoré” en unas cuantas horas y un genial
inicio para éste año, en la creatividad y la locura son elementos que deben de
ir de la mano en todo momento.
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