David Bowie, The Rise and the Fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars, 1972, Una Reseña




David Bowie, The Rise and the Fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars, 1972, Una Reseña

Por: Erreh Svaia

El Craneoscopio

Importante conocer el contexto histórico que precede la edición del disco de David Bowie, The Rise and The Fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars en el año de 1972, para poder entender el fenómeno completo de este disco y el muy interesante concepto ejecutado por Bowie y su principal colaborador entonces, el guitarrista Mick Ronson; apenas un par años atrás, luego del Summer of Love, se dio la muerte en rápida sucesión de las grandes estrellas del movimiento hippie en los EEU, el guitarrista Jimi Hendrix y los cantantes Janis Joplin y Jim Morrison, los cuales habían creado todo un mito dándole un rostro a la figura del “rock star”, Bowie, un personaje sin duda de una inteligencia y habilidad sorprendente, supo aterrizar el concepto de una manera magistral y así crear la historia de un extraterrestre convertido en estrella de rock, con un poco de Mesías, que llegaba a la Tierra para consagrarse, enloquecer a las masas y después desaparecer dramáticamente, parte del concepto había surgido tras el “ascenso y caída” de la estrella inglesa Syd Barrett, ex líder original de los Pink Floyd, cuya experimentación con drogas alucinógenas lo había llevado a un colapso mental al estilo del que había sufrido Brian Wilson, el líder de los Beach Boys, la visión “cósmica” de Barrett sin duda había sido una enorme influencia en Bowie desde los tiempos de su primer hit, el espacial Space Oddity, y de ahí derivaba la idea de crear un “hombre de las estrellas” que viajaba a la Tierra, Ziggy Stardust sería concebido con varios modelos en mente, el vocalista de culto Vince Taylor, el líder de los Stooges, Iggy Pop, Marc Bolan de los T. Rex y el ya mencionado Barrett.

En la fecha de salida del disco, Bowie y compañía distaban aún de ser las grandes estrellas, pero el concepto principal del disco, el estrellato, seguramente se convirtió en una profecía auto cumplía y la banda se convirtió en un fenómeno en el Reino Unido, no así en los conservadores EEUU, que vieron al andrógino Bowie como un personaje indeseable al estilo del músico Lou Reed, quien años antes había introducido conceptos radicales respecto a la sexualidad en sus letras con el grupo de Velvet Undergound, otra gran referencia en la música de Bowie, el glam rock se convertiría en el estandarte de Bowie y su banda, tomando como punto de partida los Beatles y su colorido y exuberante Sgt Peppers y al pionero del movimiento glam, Marc Bolan, de ésta forma, Bowie se estrenaba con temas que denotaban un dramatismo casi épico, empezando con el genial inicio de Five Years, que inicia apenas con un ritmo de batería y se va convirtiendo en algo de dimensiones monumentales, de ésta forma Bowie dejaba su vieja etapa, más orientada a escuchas adultos y se arrojaba en las manos de la juventud con un disco que plasmaba perfectamente el fin de una era marcada por la muerte de seres humanos y el renacimiento de estrellas del rock.



Soul Love es una de mis piezas favoritas del disco, denota en los ritmos y en los coros la muy notoria influencia de Marc Bolan, amigo y después acérrimo rival de Bowie, y que tendría a personajes como el productor y músico Tony Visconti como protagonistas de la disputa, Moonage Dream expone la entrañable mezcla de guitarras acústicas a cargo de Bowie y Ronson y un exquisito gusto para elaborar melodías casi épicas, de un sonido estremecedoramente moderno para la época, Starman, una de mis canciones favoritas de todos los tiempos es una verdadera joya con un ritmo imposible de ignorar y un Bowie en pleno dominio de la persona de Ziggy Stardust, con una narrativa sobresaliente en todo momento, aún explotando de forma abusiva el legado de Bolan.

Las baterías propulsivas y el piano brutal de Star denota la poderosa influencia de los Velvet Underground en Bowie, con un tema que expone claramente el concepto de “rock star”, eje principal del disco y que gente como Paul Stanley de los Kiss adoptaría descaradamente, colocándose una estrella en un ojo, como parte de su maquillaje característico con el legendario grupo, y si de profecías se tratan Hang On to Yourself se adelanta al punk de manera tan impresionante que pareciera que estamos escuchando uno de los entrañables temas de los Ramones, aquí en una etapa embrionaria.

Ziggy Stardust se convierte en el tema icónico del disco, la gran estrella del rock, su zaga, su punto cumbre y el inicio de su “caída” como había sucedido con Hendrix, Morrison, Joplin, y Barrett, en un tema que sería resucitado años más tarde en una deliciosa versión a cargo de los góticos Bauhaus, siguiendo con Suffragette City y sus abrasivas guitarras a cargo del feroz Ronson, que mostraría su genio musical produciendo más adelante discos a personajes que iban desde Lou Reed hasta Morrissey, y cerrando el disco con la brutal Rock N Roll Suicide, el obvio final para una estrella de rock que en lugar de consumirse lentamente, explota de forma violenta, en éste tema que se convertiría al final de la gira, un par de años después en el adiós al personaje de Ziggy, quien también sería puesto a descansar de forma definitiva por Bowie, quien estableciendo una costumbre en la música pop, que seguirían personajes como Prince, Madonna, Bono y Marilyn Manson, se reinventaría y mutaría a otros intereses artísticos.           




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