Nunca Fue Suficiente: El "Hardcore" Sin Colmillos de Turnstile

Lo he dicho muchas veces: el punk es una actitud, no un sonido. Y el hardcore no pesa por su volumen, sino por su energía. Hace décadas que Fugazi dejó de tocar. Su último disco, The Argument, salió en 2001. Un año después, murió mi madre. Vaya que ha pasado el tiempo. Desde entonces, los miembros de Fugazi siguieron caminos distintos, dedicándose a proyectos individuales. La banda nació de exintegrantes de grupos de hardcore punk, principalmente del área de Washington, D.C.

Muchos seguimos creyendo que Fugazi tenía una misión: llevar el hardcore punk a otro nivel. Venían de la escuela de bandas como Wire y Bad Brains, pero lo suyo fue otra cosa. Se decía que Fugazi sonaban como una mezcla entre The Stooges y el reggae. Y de algún modo, lo lograron. Influenciaron a grupos tan distintos como Red Hot Chili Peppers y Pearl Jam. No es poca cosa. Diría sin dudar que Fugazi, junto con Bad Religion, fueron las bandas que hicieron del hardcore punk algo más inteligente, más ambicioso, más evolucionado. Todo estaba en la actitud.

Cuando alguien me dice que Turnstile es una banda de hardcore punk, no puedo evitar pensar que eso es una locura. En la musica de esta banda originaria de Baltimore, hay ecos de The Flaming Lips, los Cranberries, Bad Religion, At The Drive-In, Artic Monkeys, Jane's Addiction, Rage Against the Machine, incluso de AFI. Poco o nada hay de los Bad Brains, Minor Threat, Black Flag o los Cro Mags. Turnstile me recuerda más a Deftones y su obsesión con The Smiths y The Cure. En su universo todo se vale, y cualquier etiqueta se queda corta. “Never Enough”, el primer tema de su más reciente disco —también titulado Never Enough— arranca con unas primero con unas notas a los Flaming Lips y después con guitarras masivas que remiten directamente a al Zombie de los Cranberries. Ese sonido que muchos meten en el cajón del “alternativo”, y que, precisamente por eso, detesto esa etiqueta.

Sí, “Sole” empieza furiosa, pero las guitarras suenan demasiado domesticadas. Es rock de alta intensidad que luego se disuelve en una versión pulida del “punk alternativo” al estilo de AFI con un poco, quizá, de los Bad Religion. Las raíces punk están, pero suenan demasiado lejanas. Si es punk o no, ya ni me importa. Lo que realmente me incomoda es que Turnstile suena demasiado familiar, como un collage de muchas cosas ya escuchadas. Muy cómodos y de poca actitud. Derivativos, poco originales. En “I Care” la copia a The Cure, The Smiths y The Police es tan descarada que hasta las voces suenan a Sting. “Dreaming” es otro ejemplo: meten elementos de Medio Oriente que lejos de ser innovadores, resultan casi caricaturescos.

“Light Design” vuelve con esas guitarras pasadas por el filtro digital a lo Deftones. Y ojo, me gustan los Deftones, pero una copia descolorida de los Deftones ya es otra historia. En "Dull", la banda tristemente se dedica a tomar elementos de los Helmet y a jugar con ellos sin mucho talento. “Sunshower” es, por fin, un tema que podría definirse como hardcore punk, con los Bad Religion como inspiración, una vez mas. Y sí, lo hacen bien. Pero en el contexto del disco, suena forzado, como si lo hubieran puesto para cumplir con una cuota. “Look Out for Me” me parece destacable, pero solo porque por momentos me recuerda a Flaming Lips y después a Rage Against the Machine. Todo este revoltijo de sonidos “alternativos” no es más que nostalgia empaquetada para una generación cuyo pasado musical empieza —y termina— en los 2000.

No, Turnstile ya no es hardcore. Si alguna vez lo fueron, eso quedó atrás. Y lo más triste es que tampoco son herederos legítimos del post-punk ni de la new wave. No crecieron con The Cure, ni con The Smiths, ni con The Police. Lo suyo viene más bien de haber escuchado mucho a AFI, Deftones, los Killers o los Arrtic Monkeys… y desde ahí, ir hacia atrás, descubriendo a cuentagotas la música de décadas anteriores. El hardcore de temas como “Birds” no pasa de ser un guiño, un gesto sin profundidad. Que figuras como Rob Halford o James Hetfield digan que les gusta Turnstile, me suena más a un intento desesperado por parecer relevantes ante la juventud. Que Charli XCX sea fan, en cambio, solo me confirma lo que ya pensaba: digan lo que digan, Never Enough podrá ser muchas cosas, pero no es hardcore. Es música para el "verano alternativo".

Y si esto es lo que se entiende hoy como evolución del legado de Fugazi, entonces no es una evolución que me entusiasme. Ni aunque usen guitarras estilo Black Sabbath en el final de “Slowdive”. Turnstile suena como un adolescente saltando de canción en canción, de género en género, de banda en banda en Spotify. Música diseñada para quienes solo pueden prestar atención durante unos segundos.