Earth-Angels of Darkness Demons of Light I
Desde su resurrección luego de discos de atormentada densidad, distorsión y bizarra desolación, Earth, si esos titanes del minimalismo y el drone, dirigidos por Dylan Carlson, se han dedicado a dar un giro inesperado a su propuesta musical, al parecer la desintoxicación física de Carlson, también lo fue en su interior, si bien, podemos acusarlos directamente de iniciar la escalada de grupos de drone, más cercados al metal que a la composición clásica (y mira que eso de mezclar a La Monte Young o Terry Riley con Black Sabbath no es cosa de todos los días), como los Sunn O))) o los españoles Orthodox, que ya han llevado el concepto a lugares insospechados (con los Sunn O))) cercanos a el jazz espacial de los 70s y al espectralismo de Iancu Dumitrescu y los Orthodox cercanos a Camarón de la Isla y al free jazz) justo era que Carlson y compañía moviern su mira musical a un nuevo objetivo, ni falta hace decir que Carlson ha obtenido inspiración de sitios y artistas inverosímiles recientemente, el ya clásico The Bees Made Honey…inspirado en aquel celebre soundtrack de la película Dead Man, a cargo de Neil Young, que fusionaba sonidos extraídos del spaghetti western, con disonancias y libre improvisación, y ahora Carlson se mete en sitios verdaderamente inesperados, el desierto, la soledad y la redención siguen siendo los marcos de referencia, pero esta vez Earth deja el desierto americano, por el desierto oriental, la influencia de las bandas de blues del Sahara, como Tinariwen es evidente en los arreglos de cuerdas, pero adicional a esto se suma un sonido más acústico, Carlson y compañía hacen un poco a un lado la electricidad y consiguen un sonido más profundo, más elaborado y con una mayor inclusión de la melodía.
Carlson alguna vez lo tuvo fácil, pudo haber seguido la dirección de sus coterráneos de Seattle y subirse al vehiculo del grunge ya de inicio contaba con el patrocinio de Kurt Cobain (bueno quien no?) y de la Sub Pop (que no supo que hacer con ellos) , pero para una banda como Earth, el camino elegido por convicción propia es el más difícil, del que más se aprende y a la larga el más satisfactorio (como le sucedió a los Melvins o a Mudhoney, por mencionar a otros).
Sucede algo curioso al iniciar la escucha de este disco y es que de inmediato el arreglo sepulcral y la marcha fantasmal de la guitarra y el cello me trajeron inmediatamente a la mente primero aquella composición que dejaron los Velvet Underground en su gira de reunión, propiamente podemos decir la ultima composición de la banda, una pieza llamada Coyote, que se componía principalmente de la guitarra de Reed y la viola de Cale, por alguna razón mi mente hizo una rápida asociación entre los instrumentos, y la naturaleza desértica del animal que da nombre a la canción y por otro lado aquella corriente de folk inglesa que tenía como representantes a los Fairport Convention, a Comus (que no eran tan folk, pero manejaban elementos acústicos) o a los Pentangle, o muy asiladamente a Nick Drake (que no se consideraba folk) que seguido mezclaba cello con su guitarra (me dieron muchas ganas súbitamente de escucharle).
Dudo que Carlson alcance a ciertas audiencias aficionadas al metal con este disco, ya que a diferencia del The Bees…, Angels of Darkness, Demons of Light I, es un disco más abstracto, su contenido se descubre poco a poco y carece del atractivo que pudiese tener para algunos los riffs poderosos del disco anterior, pero esto no sucede en función de falta de energía o pasión, por el contrario, es un refinamiento de la visión musical de la banda, una manera de desechar lo que pudiese estar de más e irse hasta los huesos musicalmente hablando.
Curioso mencionar que es la primera vez que escucho a Earth y me deja un cierto sentimiento positivista, tal vez por ahora el alma de Carlson está tranquila y se concibe a si mismo en un momento más iluminado, sin tanta perturbación o tormento en su interior, otra duda que me queda es si Carlson, admirador del minimalismo habrá escuchado a artistas como Eleh, ya que el grupo pareciera buscar con más ahínco la simpleza, el espacio para la resonancia, huye de la saturación, mientras Sunn O))) aún busca esa neblina cósmica entre tanta distorsión y en la ultima pieza del Monoliths, precisamente en sus últimos momentos la encuentra, Carlson la ha encontrado y ha desarrollado un disco completo de ella, un disco que muestra a una banda muy sólida, muy concentrada y con un objetivo bastante bien definido, crear música cósmica por el medio que sea, el hecho que Dylan le haya asignado el número I al título del disco, sólo me dice que la conclusión esta por llegar y que lo mejor aún esta por venir.
Carlson alguna vez lo tuvo fácil, pudo haber seguido la dirección de sus coterráneos de Seattle y subirse al vehiculo del grunge ya de inicio contaba con el patrocinio de Kurt Cobain (bueno quien no?) y de la Sub Pop (que no supo que hacer con ellos) , pero para una banda como Earth, el camino elegido por convicción propia es el más difícil, del que más se aprende y a la larga el más satisfactorio (como le sucedió a los Melvins o a Mudhoney, por mencionar a otros).
Sucede algo curioso al iniciar la escucha de este disco y es que de inmediato el arreglo sepulcral y la marcha fantasmal de la guitarra y el cello me trajeron inmediatamente a la mente primero aquella composición que dejaron los Velvet Underground en su gira de reunión, propiamente podemos decir la ultima composición de la banda, una pieza llamada Coyote, que se componía principalmente de la guitarra de Reed y la viola de Cale, por alguna razón mi mente hizo una rápida asociación entre los instrumentos, y la naturaleza desértica del animal que da nombre a la canción y por otro lado aquella corriente de folk inglesa que tenía como representantes a los Fairport Convention, a Comus (que no eran tan folk, pero manejaban elementos acústicos) o a los Pentangle, o muy asiladamente a Nick Drake (que no se consideraba folk) que seguido mezclaba cello con su guitarra (me dieron muchas ganas súbitamente de escucharle).
Dudo que Carlson alcance a ciertas audiencias aficionadas al metal con este disco, ya que a diferencia del The Bees…, Angels of Darkness, Demons of Light I, es un disco más abstracto, su contenido se descubre poco a poco y carece del atractivo que pudiese tener para algunos los riffs poderosos del disco anterior, pero esto no sucede en función de falta de energía o pasión, por el contrario, es un refinamiento de la visión musical de la banda, una manera de desechar lo que pudiese estar de más e irse hasta los huesos musicalmente hablando.
Curioso mencionar que es la primera vez que escucho a Earth y me deja un cierto sentimiento positivista, tal vez por ahora el alma de Carlson está tranquila y se concibe a si mismo en un momento más iluminado, sin tanta perturbación o tormento en su interior, otra duda que me queda es si Carlson, admirador del minimalismo habrá escuchado a artistas como Eleh, ya que el grupo pareciera buscar con más ahínco la simpleza, el espacio para la resonancia, huye de la saturación, mientras Sunn O))) aún busca esa neblina cósmica entre tanta distorsión y en la ultima pieza del Monoliths, precisamente en sus últimos momentos la encuentra, Carlson la ha encontrado y ha desarrollado un disco completo de ella, un disco que muestra a una banda muy sólida, muy concentrada y con un objetivo bastante bien definido, crear música cósmica por el medio que sea, el hecho que Dylan le haya asignado el número I al título del disco, sólo me dice que la conclusión esta por llegar y que lo mejor aún esta por venir.
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