Kevin Drumm-Ghybbrish
Ir贸nico es que Kevin se apellide Drumm (drum=tambor) y su instrumento sea la guitarra, ir贸nico es que Kevin “no sea un guitarrista”, en un sentido estricto y que lo suyo sea crear (como dec铆a Phil Spector) paredes de sonido acercamientos a un ambient muy abrasivo, como si La Monte Young le pidiera a Burzum que fuera su ingeniero de sonido.
Drumm inici贸 su carrera en Chicago, en esa enraizada escuela de libre improvisi贸n, Drumm es parte de la escuela de Keith Rowe, el iconoclasta “guitarrista de mesa” de los AMM, si ese cuate que pone su guitarra en una mesa y comienza un ritual s贸nico que pareciera darnos la impresi贸n de que est谩 jugando al “operando”, si es que recuerdan ese juego de mesa.
Drumm al igual que Rowe, usa su guitarra como un catalizador de sonidos, m谩s que como un instrumento musical, su guitarra absorbe los sonidos que Kevin le suministra y los traduce en electricidad que el mismo Drumm va moldeando a trav茅s de pedales y diversos efectos, Drumm no s贸lo extrae esa parte de desden hacia las formalidades de guitarra de Rowe, otra obvia fuente de inspiraci贸n es John Cage, aquel legendario compositor estadounidense que tirara el libro de reglas por la ventana y decidiera reinventar la composici贸n moderna de ra铆z, Drumm al igual que Cage hace uso de cuantas chucher铆as encuentra en su camino, si bien Rowe es famoso por suministrar trasmisiones de radios de onda corta y Cage, conocido por meterle clavos, piedras, y dem谩s artefactos a sus pianos, Drumm, no es t铆mido en este departamento y tambi茅n se avoca a experimentar con lo que tienen a la mano para conseguir esos sonidos de otro mundo.
Ghybbrish es la m谩s reciente grabaci贸n de Drumm, un disco doble cuya duraci贸n no es nada sorprendente, si conocemos a Drumm, sabemos que es de esa escuela de: “para que parar de tocar…”, Incus Fear abre el disco con un intermitente drone, o zumbido que va variando su intensidad y volumen, transform谩ndose de manera casi imperceptible ante nuestros o铆dos, pero este es s贸lo el intro, Krapula (una palabra que me encanta y que he usado mil veces) sigue y Kevin ya esta en un noise mood, y nuestros o铆dos son atacados con una poderosa descarga s贸nica conformada principalmente por el ya conocido feedback, el hombre orquesta noise, para que podemos querer una banda completa, si en el feedback podemos encontrar una orquesta completa?
Goddamnerung e Incus Fear (Part 2) forman un m铆stico puente hacia el disco dos, d贸nde Drumm se pone en modo introspectivo, el drone se vuelve menos agresivo, ululante avanza como un c煤mulo de energ铆a que muta frente a nosotros, imag铆nense por un momento en un largo pasillo a la mitad de la noche y una densa niebla se postra frente a nosotros, flota y cambia constantemente su forma, mejor descripci贸n no podr铆a hallar.
Embrace The Beffudlement, e Incus Fear (Part 3 y Part 4), son pura alquimia, Drumm jugando y manipulando energ铆as, transformando algo f铆sico como la guitarra el茅ctrica en una forma viva e inquieta, el instrumento toma vida, es pose铆do por el genio de Drumm y se manifiesta en formas y vol煤menes fascinantes, Drumm sabe perfectamente como crear mutaciones, como crear sombras densas y oscuras, pero al final, en la cuarta parte de Incus Fear, incluye sonidos luminosos, partes de un amanecer electr贸nico, el perfecto recibimiento para un robot del futuro, un canto de aves de la ma帽ana o una sinfon铆a metalica para un futuro rob贸tico.
Un disco no tan expansivo como otros que le hemos escuchado a Drumm, esta vez el de Chicago se muestra minimalista, introspectivo y reclama al escucha pongan atenci贸n a los detalles, abandona un poco la pared de sonido y abraza por completo el drone minimalista, algunos extra帽aran se arrollados por el ruido, otros agradecer谩n la oportunidad de analizar a detalle estas miniaturas s贸nicas tan llenas de detalle, Kevin Drumm ha dejado de ser una masa densa de sonido, para convertirse en un rayo de energ铆a c贸smica concentrada que taladra la piel por los poros.



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