Tom Waits-Bad As Me
Bad As Me, no es tan malo como Tom Waits, pero lo malo es que suena a lo que Tom Waits nos ha ido acostumbrando a lo largo de las últimas décadas, si bien el Real Gone me gustó bastante y sonó atrevido y experimental, con algunos tropiezos, pero se le agradece a Waits el atrevimiento y la intención de no repetirse, cosa que no sucuede aquí.
Con este Bad As Me, pareciese que Waits buscara solamente actualizar su sonido, trabajar un poco en el, pero la formula sigue siendo la misma, blues acelerados, algo de piezas con influencia de jazz tradicional y baladas de esas de centro nocturno, o lounge como les llaman ahora.
Es interesante darnos cuenta que si bien Chicago (la canción) suena bastante bien, no es más que un blues vanguardista como esos que nos recetó muchas veces el Capitán Beefheart hace casi 4 décadas, es más casi podría uno jurar que escucha la guitarra de Zoot Horn Rollo (otro de mis guitarristas favoritos) colándose por ahí.
Si bien Tom Waits no es precisamente un experimentador feroz, y su fuerte a sido la composición poco ortodoxa de blues abstractos, Chicago y Raised Right Man se salvan por contar con arreglos que nos brindan sonidos nuevos, sumados a sonidos de antaño, pero aún así no son lo suficientemente relevantes para sacar a Waits de una zona de confort que parece haber encontrado, no es “Lou Reed haciendo heavy metal con Metallica”, sino un Tom Waits ensayando lo mejor de su repertorio en un estudio moderno y con músicos más jóvenes, nada más que eso (en verdad quisiera ver a Waits haciendo algo parecido a lo que hizo Lee Scratch Perry con Andrew WK, en el cual Lee hacía algo así como dub de laptop) .
Talking At The Same Time ya de plano mete freno en cualquier ligera evolución que nos pudiese querer ofrecer Waits, es Tom Waits repitiéndose espantosamente en sonidos y melodías, mientras que Get Lost se estrella aún de peor manera, en un arrebato de blues pantanoso que bien nos pudo traer el buen Screamin´ Jay Hawkins hace casi 5 décadas, acaso Waits panea convertirse en un acto de revival? En los nuevos Stray Cats?
El disco luego de la mitad pareciera darnos un respiro esperanzador con piezas como Pay Me, balada en verdad memorable dentro del disco, rescatable, aunque no al nivel de Jersey Gril o de Downtown Train, verdaderas piezas de artillería compositiva del Waits más repleto de alma que de cualquier otra cosa, esas piezas que te rompen el corazón y que el pianista nos receta antes de cerrar el bar, bien entrada la madrugada, o Back In The Crowd con sus arreglos “latinos” en verdad llenos de nostalgia, o Bad As Me que es puro Capitán Beefheart directo del corazón con Waits en verdad dando lo mejor de si y guardándose casi hasta el final del disco, pura rumba oscura y “Waits-iana”.
Satisfied es blues puro con Waits evocando el espíritu de Howlin´ Wolf y de Jay Hawkins al mismo tiempo, una bestia, alguna vez humana, interpretando ese blues escabroso que solía espantar a las buenas morales en los 40s, no por nada se decía en esas épocas que el blues era la música del diablo, y pensar que ahora cualquiera que escuchara blues exclusivamente sería considerando, nada más que un simple conservador y anticuado, el diablo también se actualiza, dejándole el pasado a otros.
Last Leaf es quizás la pieza “clave” en el disco, grabada con Keith Richards, si Waits estuviera en México, esta canción sería una “ranchera” a dueto con Vicente Fernández, esas piezas desgarradoras, que cantan los perdedores con el cuerpo y el alma adolorida, pero que en ese dolor encuentran la sublimación de sus dolencias.
Que esperaba de Bas As Me? O de las siguientes grabaciones de Waits, lo que nos da en Hell Broke Luce, blues psicótico en infernal, y pareciera que Waits se resistiera durante a todo el disco a complacer, ya que hasta el final da rienda suelta a sus ideas verdaderamente de peso.
Un Tom Waits que en momentos decepciona, desconciértate que un veterano se muestre tan indeciso a darlo todo, que se restrinja tanto a momentos, que regrese una y otra vez a lo que de sobra sabemos que sabe hacer y que haga tan poco uso de su experiencia para ir más allá, una segunda mitad de disco, llena de ideas buenas, pero que caen arrastradas por el peso de un inicio muy flojo, y es que repito: “Tom Waits no es malo, lo malo es que quiera seguir sonando a lo que ya hizo.”
Tendríamos que considerar el juego de palabras que nos presenta Waits: "Bad As Me, tan malo como yo", si es así, el disco no es tan malo, o que Waits nos haya tratado de decir "Badass Me, malvado de mi", si es así, Waits lejos de volverse malvado, se está ablandeciendo.
Hmmm... no soy tan conocedor de música como vos, eso por un lado, por otro: si bien llevo escuchando a Waits desde ya hace un tiempo, lo había hecho de forma bastante somera, fue hasta este último año (2011) que hago sonar a Waits una y otra vez, es, como implicas decir, fiel a su estilo y en "Bad as me", me convence, es lo que esperaba, ese ludismos con su voz, esa mezcla entre el blues, el jazz y algunos otros ritmos, así como también la letra, creo que opto por esa fidelidad a que salga como aquél zaragonence que se hace llamar Enrique Bunbury, su experimentación lo llevó a sacar un disco que me resulta fatal: "licenciado cantinas", si bien la la música es aceptable, con las letras que opto, se perdió.
ReplyDeleteAgradezco mucho el comentario y como bien señalas, este disco es Waits siendo Waits y haciendolo de la mejor manera, no es un disco tan trascendente como sus clásicos, es un disco en el que no deja su zona de comfort, y que es bienvenido luego de varios discos un pocco "flojos" se podría decir, de música se sólo lo que escucho, a bunbury la verdad lo he escuchado poco y no estoy muy interesado en lo que hace, mcuhas gracias por el comentario!
ReplyDelete“Waits sigue siendo Waits” y lo seguirá siendo. Pienso que las personas son todo lo que son y todo lo que son en ocasiones ni la misma persona lo sabe. Dicho en otras palabras una persona es lo que ha sido, es y será a lo largo de su vida e incluso seguirá siendo en la memoria de algunos cuantos que lo recuerden. Así si Waits en determinado caso optara experimentar y realizar soul o le diera por cantar cumbias o rancheras —que espero no suceda —, seguiría siendo Waits, sólo que dándole un giro a lo que ya le es conocido y como suele suceder, quizá agradaría a unos y molestaría a otros. Sorprendería de distintas maneras, pero siendo Waits al final de cuentas.
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