Faust-Something Dirty
El segundo disco de Faust del que les platico en este medio, pareciera algo increíble en bandas como Faust o como los New York Dolls dónde estas bandas se han vuelto más prolíficas en su nueva versión que en su versión original si dejar a un lado la fuerza y visión de sus primeros discos, será el Internet o no se que…pero finalmente el trabajo de estos titanes del pasado cuenta con más interés que en sus inicios.
Faust arrancó allá por los 60s, creando collages sónicos en alemania como parte del movimiento conocido como el krautrock, como nombre me gusta, no se significa nada, no describe un sonido, es sólo rock alemán, el sonido se distingue por si sólo, rock psicodélico mezclado con lo que ustedes gusten, hard rock en los Scorpions, electrónica en Kraftwerk, ritmos tribales en Amon Duul, música espacial en los Ash Ra Tempel, funk y Stockhausen en Can, ritmos “apaches” como les llamaba Klaus Dinger en Neu! Y en el caso de los Faust poderosos collages, ritmos cuasi industriales, y ruido, si ruido.
Something Dirty es el nuevo capítulo en la discografía de los Faust y un nombre que me hace alusión a algo sucio y salvaje y efectivamente es uno de los discos más abrasivos de los Faust en los últimos tiempos, tan fascinante como pocos capaz de conjurar un paisaje sonoro que pocos podrían con tan poco sin usar coros, electrónica sintética, ritmos bailables o sonidos “alternativos”, Faust es tal cual el nombre de la banda, duro y despiadado (faust en español significa puño) y es que precisamente la pieza de ese nombre con facilidad se podría poner al tú por tú con cualquier sonido emanado de las bestias modernas del noise.
Si bien Faust con el tiempo se ha solidificado en una despiadada maquina que avanza con paso mecánico con un gran estruendo, sus composiciones no rayan jamás en lo excesivo, y se convierte en excelente apoyo a experimentaciones más severas (no olvidemos que en alguna ocasión se aliaron con los Dalek y en otra con los Nurse With Wound).
Tal vez el punto más sorprendente de este nuevo disco es la inclusión de las vocales de Geraldine Swayne cuya susurrante vocalización me trae a la mente a la vocalista de la banda local Los Llamarada (que a estas alturas no se si existirá o no).
Pythagoras finalmente nos da la mejor visión de que es el noise rock con su machacante ritmo y con sus guitarras distorsionadas respaldadas por buenas dosis de ruido, y es que Faust no deja prisioneros ataca directo como una maquina imbatible que no solo aplasta todo, lo destripa también.
Por último La Sole Doree cierra el disco y al igual que una pieza como Third Uncle del segundo disco solista de Brian Eno nos deja bien claro que el sonido de bandas como los Sonic Youth, los Soundgarden y los Butthole Surfers no nació realmente a finales de los 80s, sino a finales de los 60s.
Faust arrancó allá por los 60s, creando collages sónicos en alemania como parte del movimiento conocido como el krautrock, como nombre me gusta, no se significa nada, no describe un sonido, es sólo rock alemán, el sonido se distingue por si sólo, rock psicodélico mezclado con lo que ustedes gusten, hard rock en los Scorpions, electrónica en Kraftwerk, ritmos tribales en Amon Duul, música espacial en los Ash Ra Tempel, funk y Stockhausen en Can, ritmos “apaches” como les llamaba Klaus Dinger en Neu! Y en el caso de los Faust poderosos collages, ritmos cuasi industriales, y ruido, si ruido.
Something Dirty es el nuevo capítulo en la discografía de los Faust y un nombre que me hace alusión a algo sucio y salvaje y efectivamente es uno de los discos más abrasivos de los Faust en los últimos tiempos, tan fascinante como pocos capaz de conjurar un paisaje sonoro que pocos podrían con tan poco sin usar coros, electrónica sintética, ritmos bailables o sonidos “alternativos”, Faust es tal cual el nombre de la banda, duro y despiadado (faust en español significa puño) y es que precisamente la pieza de ese nombre con facilidad se podría poner al tú por tú con cualquier sonido emanado de las bestias modernas del noise.
Si bien Faust con el tiempo se ha solidificado en una despiadada maquina que avanza con paso mecánico con un gran estruendo, sus composiciones no rayan jamás en lo excesivo, y se convierte en excelente apoyo a experimentaciones más severas (no olvidemos que en alguna ocasión se aliaron con los Dalek y en otra con los Nurse With Wound).
Tal vez el punto más sorprendente de este nuevo disco es la inclusión de las vocales de Geraldine Swayne cuya susurrante vocalización me trae a la mente a la vocalista de la banda local Los Llamarada (que a estas alturas no se si existirá o no).
Pythagoras finalmente nos da la mejor visión de que es el noise rock con su machacante ritmo y con sus guitarras distorsionadas respaldadas por buenas dosis de ruido, y es que Faust no deja prisioneros ataca directo como una maquina imbatible que no solo aplasta todo, lo destripa también.
Por último La Sole Doree cierra el disco y al igual que una pieza como Third Uncle del segundo disco solista de Brian Eno nos deja bien claro que el sonido de bandas como los Sonic Youth, los Soundgarden y los Butthole Surfers no nació realmente a finales de los 80s, sino a finales de los 60s.
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