Daughn Gibson- Me Moan (2013)



Daughn Gibson- Me Moan (2013)

¡Vaya manera de iniciar un disco! Daughn Gibson pareciera materializarse como descendiente directo del gran Nick Cave, adentrado en un bizarro mundo de post modernismo, Gibson abre su Me Moan con la tremenda The Sound Of Law, un tema que pareciera por momentos sacados de esos westerns que ha escrito Cave, o tal vez quiera decir que Gibson ha estado aprendiendo mucho de la obsesión de Cave por el oeste. 

El año pasado Gibson editó All Hell, convertido en uno de mis discos favoritos del 2012 en gran parte debido a la manera tan iconoclasta en que Gibson metió en una licuadora a Johnny Cash, Burial, Nick Cave y Suicide, entre otros, consiguiendo como resultado uno de los discos más significativos en muchos años dando un giro de tuerca al post modernismo que Beck nos había vendido años antes, con un Gibson sin miedo a treparse en cuanto genero le quedara a la mano y obteniendo impresionantes resultados que nos dejaron una experiencia auditiva bastante grata.

Es de admirarse la apertura que ha tenido la Sub Pop en épocas recientes luego de ser alguna vez la abanderada del movimiento grunge, Sub Pop ha tenido que evolucionar, abriendo sus puertas a atrevidas propuestas como los Wolf Eyes, Shabazz Palaces y ahora a Gibson.

Phantom Rider es otro tema que si bien no repite la intensidad del primero, abre las puertas a muchas cosas más, con la profunda voz de Gibson acompañada de un sutil arreglo y delicados arreglos de metales, en algo que sin duda pudiera sonar menos atrevido que sus otras creaciones, pero que añaden otra dimensión al lo poco que hemos conocido de él, pero esto no es señal de que Gibson se haya suavizado, por el contrario, Gibson le sigue perdiendo el miedo a equivocarse, en Mad Ocean nuevamente conjura esos inusuales ritmos que en ocasiones parecen inspirados en los oscuros paseos de Burial por las húmedas calles de Londres, aunque aquí Gibson consigue una extraña madeja de sonidos que resulta bastante accesible y agradable.

Para The Pisgee Nest Gibson conjuga cierto sabor a americana mezclado con un inquieto bajo y efectos líquidos que crean una abrasadora atmósfera, con Gibson convirtiéndose en una versión casi animal de lo que Chris Isaak conjuro en temas como Wicked Game, con un Gibson mostrándose con la fuerza profética de un Johnny Cash rodeado por los espíritus del viejo oeste, mientras que en You Dont Fade, Gibson se desvía por completo de la línea que había seguido nuevamente retorciendo su perverso juego de ritmos, en algo que muy probablemente nos indicaría como sonara Johnny Cash si hubiese tenido una colisión frontal con el GRAN Burial mientras el GENIAL DJ Screw les produce.

Gibson da de lleno en el blanco con Franco, tema en el que consigue una abultada suma de todas sus vastas obsesiones, el country, la electrónica, lánguidas y calidas guitarras, y su voz cercana al barítono que esbozara alguna vez Elvis, pero traída desde la tumba, en este Me Moan, Gibson ha conseguido limar algunas de las asperezas de su innovador sonido, consiguiendo temas indudablemente pop como Wont You Climb, que podría llevar a este alguna vez camionero, a exponerse a la adoración de las masas, quien sin duda refina su ataque de manera espectacular en The Right Signs, un tema enorme que pone a Gibson en medio de muchas cosas, por un lado su profundísima voz, parte Cash, parte Danzig, un monstruo masivo rondando entre las sombras y su ecléctico gusto musical integrando a su entero agrado partes musicales que parecerían no destinadas a funcionar juntas.  

Kissing On The Black Top da a Gibson una oportunidad de trabajar con una melodía más dinámica, con esas guitarras twang apareciendo y desapareciendo en todo momento, rugiendo como olas de viento ardiente del desierto, al tiempo que ritmos candentes aparecen en el fondo, en algo que pareciera tan provocador como perverso, bizarra y auténticamente estadohundidense.


Gibson sorprende en todo momento y muestras su crecimiento como artista y autor, expandiendo su visión como artista, dejando atrás el impacto de su primer disco y trabajando de una manera más detallada en un difícil segundo disco, que convierte a Gibson en una inusual promesa para el futuro, alguien que ha conseguido no sólo un original sonido, sino que ha conseguido darle una huella muy personal a elementos que ya conocíamos y que no concebíamos como algo que pudiera funcionar, si Gibson ha comprometido algo de lo radical de su propuesta, ha sido a favor de una madurez que le aporta más fuerza y que probablemente de para mucho más en el futuro.  

   


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