Oneothrix Point Never- R Plus Seven (2013)



Oneothrix Point Never- R Plus Seven (2013)

De entrada Boring Angel es un tema que definitivamente se merece el calificativo de grandioso, aun y que reconozco en el parte de mi trabajo con los XOY en un tema que compuse durante a un viaje a Mazapil, no se puede dudar de la evolución que ha experimentado Daniel Lopatin para llegar a hasta este sitio, la tremenda influencia de la música electrónica alemán que va desde los Popol Vuh hasta los Tangerine Dream es palpable, Lopatin ya no habita en la parte contemplativa del espectro sonoro, se ha convertido en una fuerza avasalladora que se atreve a muchas cosas que terminan dejándonos con la boca abierta, algo que probablemente nos explicara su paso a la Warp Records, aun y que considero a la Mego Editions (su anterior disquera) un mejor lugar para la experimentación, sin duda este cambio es una clara señal de la evolución artística de Lopatin, ante la cual, hay que quitarnos el sombrero.

Una ligera brisa electrónica da paso a una poderosa descarga sonora que impacta nuestros sentidos, Lopatin se nos presenta de una y mil maneras, su trabajo se ha vuelto inquietante y su capacidad para construir tensión a lo largo de sus composiciones se ha incrementado de manera prodigiosa, Lopatin ha conseguido incluir en su trabajo elementos de la new age y del ambient sin diezmar el impacto y la fuerza de su trabajo, Americans es un trabajo que refleja su inmersión completa en el mundo digital, sin caer en el a veces, demasiado intelectual trabajo de su contemporáneo James Ferraro, Lopatin mantiene la tensión al máximo, conserva lo inesperado de su trabajo y se ve maximalista en su manera de crear sus composiciones, cualquier espacio es vasto para introducir elementos rupturistas que nos sacuden a cada minuto.

La llegada de Lopatin a Warp posee un importante significado, ya que lo suma al importante catalogo de artistas de esta legendaria disquera que van desde el tremendo Aphex Twin, hasta el legendario Brian Eno, confirmando la comodidad que pudiera presentársele a Lopatin, luego de que de alguna manera la influencia de estos dos artistas es palpable en su trabajo, como en He She, dónde Lopatin consigue presentarnos un interesante colage de sonidos que sobrecargan nuestra capacidad auditiva constantemente.  

Otro importante aspecto que Lopatin ha conseguido exitosamente sumar a su proyecto es la poderosa influencia del juke, con sus tics sonoros al por mayor manifestándose de forma coherente en temas como Inside World, la peculiar música de Chicago es una pieza fundamental en el armamento de Lopatin, haciendo a su música impredecible, inesperada y novedosa, dándose oportunidad de adentrarse en gran detalle a esculpir estas verdaderas piezas de museo sonoro.   

Zebra nuevamente nos remite al “post post” modernismo de Ferraro, llevándonos en un viaje que abarca desde el desierto y sus calidos climas, hasta la frialdad de un apartamento en Nueva York vía el Internet y las modernas lap tops, Lopatin se ha convertido en un terrorista sonoro de dimensiones cosmopolitas, aún nos puede inquietar con radicales quiebre sonoros, conservando parte de su historia como participante de una escena noise (con Ferraro, Carlos Giffoni y Dominick Fernow) que ha evolucionado más allá de lo que alguna vez pudimos imaginar, convirtiéndose en algo sublimemente sofisticado, algo que cual caballo de Troya, pareciera un regalo a los sentidos, pero termina creando intensas dudas sobre nuestra realidad, sobre lo que es y lo que no es, y sobre todo, sobre si hay un límite a todo este universo sonoro que se abre frente a nosotros.

El pasado ambient de Lopatin sale a flote en Along, tema más o menos placido que brinda espacio para algunos de los sonidos más delicados del catalogo de Lopatin, una pieza que saca provecho de los espacios, de los silencios y de un avanzar lento que se va revelando poco a poco, mostrándonos una estética menos saturada que en los temas anteriores, pero poseedora de un final que nos estremece, que nuevamente nos toma por sorpresa y que termina convirtiéndose en una verdadera amenaza luego que nuestras defensas se encontraban distraídas.

R Plus Seven es un trabajo tan difícil y complejo como los más recientes trabajos del gran James Ferraro, su nivel de abstracción es supremo, y se convierte en una especie de acertijo sin solución a la vista, a pesar de esto la experiencia, como en Problem Area es de una maravillosa y caleidoscópica naturaleza, la paleta sonora de Lopatin va desde bajos acústicos, metales, arreglos de cuerdas y percusiones exóticas, voces trozadas, deformadas y desborradas,  y obviamente sintetizadores, aunque usados de una manera definitivamente muy personal.

Lopatin consigue con R Plus Seven desmarcarse de su pasado como explorador y ahora se dedica a refinar sus descubrimientos, es un hombre con una vasta experiencia en el mundo de los sonidos y con una lógica muy personal en el arte de ensamblarlos, y definitivamente, es un gusto dar un paseo por un mundo repleto de colores, sensaciones y nuevas dimensiones, como es el de este disco.      


Comments

Popular Posts