Michael Monroe-Horns and Halos (2013)

Michael Monroe-Horns and Halos (2013)

Michael Monroe es uno de esos grandes artistas que entienden el glam desde el punto de vista brutal impuesto por los New York Dolls, antes de que bandas como Kiss o Aerosmith lo suavizaran y los hicieran accesible, después de todo, los NYD fueron la fuente original de estas bandas, y nunca tuvieron ni una cuarta parte del éxito de estas dos bandas consideradas las mejores en el mundo del rock en el vecino país del norte.

Claro, tipos como Axl Rose o Brett Michaels pueden nombrarlo incansablemente como una inspiración, pero la inspiración de Monroe venía de tipos rudos como Little Richard, Mick Jagger, David Johansen, Iggy Pop, Lou Reed, John Fogerty o Alice Cooper, no de Robert Plant, Steven Tyler, Paul Stanley o Freddie Mercury, lo de Monroe era el caos salvaje y el rock n roll sucio, prueba de ello su época con los Hanoi Rocks, quienes sin duda sacaron del ataúd el recuerdo de los New York Dolls y pusieron en circulación ese rock peligroso, sucio y perverso, que tanto serviría de inspiración para las bandas Californianas de mediados de los 80s.

Luego del triste y trágico final de los Hanoi Rocks (y su regreso muchos años más tarde…, al igual que los Dolls…), Monroe se hizo de una respetable carrera solista con música completamente personal sin aspiraciones comerciales, basada obviamente en el trabajo de sus ídolos, con temas de rock duro que golpean con fiereza en la cabeza.

Horns and Halos es un capítulo más en la carrera de Monroe, en el cual el rubio vocalista ya entrado en años no quita el dedo del renglón y continua como tren sin frenos a toda velocidad en una calle sin salida, adrenalina pura al por mayor, lanzándose al vacío con temas como Tnt Diet que me traen a la mente a los fabulosos The Damned con su rock minimalista y sumamente acelerado, olvidémonos del rock, del glam, del punk, de lo que quieran, Monroe se apega con fuerza al mundo del rock n roll duro y este tema sin duda lo demuestra, con un Monroe en formidable forma, sin perder el alto impacto de su tremenda voz y esas guitarras que siempre lo flanquean disco tras disco.

Monroe, fiel a la tradición de las “sucias y crueles calles” nos trae un himno a su ciudad adoptiva, Nueva York en Ballad Of The Lower Side, el hogar de muchos de sus ídolos, el CBGB, el punk rock, las drogas y la perversión, sin duda un himno a lo más sucio y entrañable a la vez de esa ciudad, con guitarras que suenan y por mucho a las del GRAN Steve Jones, en su época con los Pistols, mientras que en Eighteen Angels sobresale la influencia de uno de los grandes ídolos de Monroe, Alice Cooper, el cual Monroe invoca de manera soberbia en un tema en el cual incluye además su letal saxofón, el letal instrumento que fuera sustituido en el mundo del rock n roll por la guitarra.

Una banda en verdad ruda es la que Monroe se ha conseguido para sus últimos discos, nutriéndose de esa escena de rock duro escandinavo encabezada por los Hellacopters (formada por ex miembros de Entombed, wow!), por lo que no resulta sorprendente escuchar esas feroces guitarras asomándose por las bocinas, esas duras y precisas baterías a su servicio que fácilmente se alejan de los clichés del heavy metal para ponerse a las ordenes del instinto rocanrolero de Monroe quien no pierde oportunidad para crear verdaderos himnos como Saturday Night Special.

Horns and Halos es el tema que da nombre al disco y es un tema inmediato que se estrella con el escucha de manera poderosa con una arreglo brillante de baterías que ataca de forma inesperada los ritmos y que se hace acompañar de guitarras como sierras eléctricas, y Monroe invocando por momentos al espíritu de los Clash no sólo en este tema, sino también en el siguiente Child Of The Revolution, posiblemente uno de los temas más accesibles del disco, mientras que en Soul Surrender la banda aumenta la velocidad y los decibeles en un tema que definitivamente resulta una artefacto poderoso de demolición.

Al final del disco, Monroe y su banda pierden un poco el potente paso, entendible hasta cierto punto después de la impresionante descarga de energía de la mitad inicial del disco, aunque temas como Half The Way o Ritual no resultan del todo mal, mientras que en Hand Are Tied o en Happy Neverafter se da la oportunidad de experimentar con sonidos menos acelerados, e incluso en Dont Block The Sun ofrecen una curiosa melodía, que pone a Monroe en una curiosa posición entre el rock y el pop punk de nuestros días.

Horns and Halos muy probablemente no sea el disco del año, aunque muchos declararon así su disco anterior, pero una cosa es segura, pocos veteranos de su época hacen discos así de potentes, Monroe sin duda sabe que los suyo es el rock duro y violento y se asegura añadiendo elementos de punk rock para evitar convertirse en presa de las masas y la comercialidad, aunque sus instintos de rock clásico por momentos exploten y nos regale uno que otro tema memorable sin duda.


Comments

Popular Posts