The Dead C- Armed Courage (2013)
The Dead C- Armed Courage (2013)
Pocas bandas en el underground actual poseen la experiencia y la consistencia para
seguir vigentes tantos años como The Dead C, agréguenle a eso que los The Dead
C son de Nueva Zelanda, y la disocia los hará aún más indispensables para
conocer el estado de los grandes veteranos de la música vanguardista a nivel
mundial, de entrada, Armed, por lo menos sus primeros segundos me traen a la
mente de inmediato los momentos más caóticos de la Hendrix Experience
o de los Who, esos momentos en que Hendrix quemaba sus guitarras entre los
batientes tambores de Mitch Mitchell o cuando en medio de una nube de humo,
Pete Townshend rasuraba con su guitarra los amplificadores, mientras Keith Moon
destrozaba su batería.
The Dead C son una leyenda, con una carrera
cercana a las dos décadas, con suficientes tablas para reclamar a bandas como
los Sonic Youth como contemporáneos muy cercanos (a pesar de la distancia
geográfica) de su escuela del caos sonoro, The Dead C me recuerdan al rock
clásico en sus momentos en vivo, cuando se atrevían a muchas cosas que a veces
no hacían en disco, a los Stooges en el escenario reinventando la música rock
entre una lluvia de líquidos y latas, o a los Ash Ra Tempel en su primer disco,
destrozando las estructuras rígidas que hacían del rock algo obsoleto, y
mutando hacia nuevas estructuras de forma libre, o más bien dicho, mutando
hacia nuevos territorios cósmicos libres de cualquier estructura.
En Armed, primer tema de este nuevo Armed
Courage predominan las guitarras, pero no esas guitarras que forman líneas, que
forman riffs y que llevan la melodía
de los temas, predominan las guitarras en su forma más brutal, disonante y
abstracta, Bruce Russell se convierte en un artista de la magnitud de un
Jackson Pollock y rompe con toda definición del instrumento, lo reinventa como
una extensión de su imaginación y no se apega a ninguna regla musical, el
instrumento sufre una completa transformación en manos de Russell, y el caos es
perfectamente bien apoyado por sus compañeros Michael Morley, quien ocasionalmente
toma el micrófono, y por Robbie Yeats, quien golpea su batería como un
verdadero cavernícola en el más puro de los primeros Stooges, influencias
obvias del mundo del noise, del arte
abstracto, de la psicodélica más burda y del krautrock son apreciables en todo lo extenso de este largo tema.
Courage es el segundo tema del disco, y
aquí Morley tiene un papel más prominente de inicio gracia al uso de su lap top
para crear ruido adicional, la guitarra de Russell toma una forma más
introspectiva y es el ataque digital de Morley el que da la pauta, hay que
reconocer en los Dead C parte del fuego del free jazz, ese juego sin limites y
esa aspiración a encontrar formas en el caos, a dejarse llevar por el momento y
a romper toda estructura, aún y que en ocasiones pareciera que el caos se sale
de control, de manera instintiva este trío sabe que a veces es necesario
dejarse llevar un poco para descubrir nuevas rutas y nuevos paisajes sonoros, y
es aquí dónde Morley se vuelve protagonista aportando su desencajada voz en un
proceso de experimentación que se va volviendo intenso poco a poco, la banda no
seduce con su manera de ensamblar sonidos, por un lado la guitarra de Russell
que permanece en fondo aportando algo de color, el ruido producido por la lap
top de Morley al frente, contorsionándose junto a los ritmos improvisados por
Yeats, quien pareciera entusiasmado por la libertad estructural del tema,
aportándole movimiento y dinamismo a la estática descarga de ruido, nuevamente
esa propulsión brutal al más puro estilo de krautrock
se hace presente, pero la banda no duda en detenerse, crear paisajes estáticos
de puro sonido, esculpir de manera abstracta con sus instrumentos, desafiar las
limitaciones de sus instrumentos a favor de un sonido puro, uniforme a su
manera y expansivo, que sabe regresar a su núcleo y volverse a expandir con
fuerza, o como en la caso de este tema, colapsarse en la nada hasta disolverse
por completo.
Si Nueva Zelanda es cuna de alguna escena noise, no lo sé, tal vez los Dead C sean
sólo un oasis ruidoso en medio de una nada silenciosa, a su manera la banda
define el sonido de su entorno nos muestra lo que pudiera ser el primitivismo
de su condición cercana a la naturaleza y la sofisticación del arte abstracto
en una compleja conjugación, que se niega a ajustarse a las normas de lo que
pueda ser conocido como convencional.
Comments
Post a Comment