El Camino Difícil
El Camino Difícil
Dispersión Caprina
Por: Erreh Svaia
Hace ya cerca de 2 décadas empecé a escribir en Internet
como un mero pasatiempo, como una especie de terapia, como una manera de reflexionar
sobre mi vida y a manera de registro para poder volver hacia atrás y darme
cuenta como he cambiado a nivel personal mi forma de pensar, el ejercicio ha
sido siempre interesante, sorprendiéndome en todo momento, cambiando en
ocasiones el contenido del blog, algunas veces abordando temas culturales, como
la música, la literatura o el cine, otras veces, sobre temas con relación a la
historia, la economía, la tecnología, la geopolítica o la filosofía, otras
enfocado al temas de mejora continua, generalmente a nivel personal, curiosamente,
debo confesarlo sin mucho orgullo, los temas que por lo general terminan llamando
más la atención de la gente son los personales, me siento dividido entre
llamarle “interés” o morbo a esa cuantiosa atención que surge cuando uno
empieza a revelar detalles sobre la vida personal, podré hablar de mis grupos musicales
favoritos, de historia, de economía, de tecnología, de filosofía, pero lo que
termina siendo más atractivo para el lector es lo personal, me recuerda, y es
cosa de risa loca, un episodio de Los Simpsons en que Homero inicia un blog en
Internet sin mucha respuesta, hasta que empieza a revelar las intimidades de su
vida personal y la de su familia, que para su sorpresa, comienza a volverlo muy
popular en Springfield, así somos, nos interesa ver a la otra persona expuesta
y desnuda, eso es lo que realmente atrae nuestra atención.
¿Será morbo o será que tal vez tratamos de encontrar puntos
en común con los autores para sentirnos identificados? En lo personal leí los
primeros dos libros de Min Kamp, la serie de seis libros del autor Noruego Karl
Ove Knausgaard y me encantaron, la narración de Knausgaard sobre sus gustos
musicales definitivamente conectó conmigo, no fue mucho el tema del morbo, a
pesar de que Knausgaard sabe perfectamente como explotar ese punto, desde el
título del libro, un guiño directo al tristemente célebre libro de Adolf
Hitler, y pasando por las revelaciones a nivel personal que Ove hizo sobre su familia,
específicamente si ex esposa, su padre, su abuelo y demás familiares que definitivamente
convirtieron las relaciones personales de todo tipo de Ove en un infierno a partir
de que éste hizo públicos los detalles en sus libros, un singular revés
considerando la fama y enorme cantidad de libro vendidos que vino con ello.
Hoy en día parte de este éxito si mide en las redes sociales
de singular manera, en Facebook se mide con “likes” lo cual me resulta poco
atractivo, la gente prefiere ver fotos familiares en lugar de escuchar
opiniones, notas de interés o ensayos de cualquier tipo, el morbo vende y vende
muy bien, pero no es de mi interés, no me gusta tomar la ruta fácil y prefiero
complicarme la vida, seguir escribiendo y opinando sobre lo que me gusta y lo
que me interesa, aunque no sea de interés general, no me interesa poner en
líneas fotos mías, de mi familia, videos y toda ese sendero de los “Youtubers”,
“Vloggers” o “Influencers” de hoy en día, así son las cosas hoy en día, puedes “vender
tu alma al diablo” o tu vida personal a las redes sociales y obtener fama efímera,
o mantenerte fiel a tus principios y pensar que si conseguiste satisfacer tus
necesidades e inquietudes mediante la reflexión, o mediante la acción de compartir
tus intereses con unos cuantos que se interesen, es un triunfo monumental, estoy
más interesado en el proceso de escribir y reflexionar, que en el de cuantos “followers”
pudiera llegar a tener, de joven me sentía poseedor de un tesoro cuando
escuchaba a una banda de rock que sólo unos cuantos conocíamos, cuando la banda
por alguna razón encontraba fama, de inmediato perdía interés en ellos, por
fortuna los Velvet Undergound, los Stooges, los New York Dolls o los CAN nunca
fueron muy famosos.
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