Falsas Narrativas de la Cuarta Transformación

Falsas Narrativas de la Cuarta Transformación

Dispersión Caprina

Por: Erreh Svaia

Parecería una de esas notas del “Día de los Inocentes”, difícil, si no imposible de creer, pero si, el presidente Andrés López confirmó que solicitó vía carta, una disculpa por parte del Rey Felipe VI de España y del Papa Francisco, por los abusos cometidos durante el proceso de la conquista de México, esto como parte de un supuesto proceso de “reconciliación”, que implica el perdón a los pueblos indígenas por una conquista realizada a “espada y cruz”, camino al aniversario número 500, en el 2021, de la caída de Tenochtitlan en manos del ejército español; Llama poderosamente mi atención, las acusaciones del presidente respecto al sometimiento del que fueron victimas varios de los pueblos habitantes del ahora territorio mexicano, sin considerar que dicho sometimiento había iniciado cientos de años atrás por parte del Imperio Azteca y su mesiánica visión de dominio sobre el universo, bajo el cual pueblos como los Tlaxcaltecas, los Cholultecas y Huexotzincas, fueron obligados a pagar brutales tributos a sus “amos”, los Aztecas; Es curiosa la visión sobre la conquista que el presidente tiene y que pareciera una versión romantica y simplificada de ésta, en el cual, como muchos suelen pensar, el Imperio Azteca era ya un país y una civilización, brutalmente masacrada por los españoles, lo cual choca realmente con la lógica de la realidad, considerando que la identidad de “país” en éstos pueblos no existía y los mantenía en constante conflicto, y sólo había el sometimiento del brutal pueblo Azteca hacia el resto de sus tribus vecinas, que iba desde el pago de tributo en especie, hasta el pago de tributo humano, vidas sacrificadas en horrendos rituales “a los dioses”, que propiciaron un enorme rencor de éstos pueblos hacia los Aztecas, que se convertiría en un factor de influencia para los Españoles, que de ésta manera, siendo apenas unos cientos de hombres, pudieron poner de su lado a éstos pueblos sometidos, con el fin de propiciarla caída de la capital de los Aztecas.

Impensable considerar que la lógica del presidente pareciera indicar que los pueblos en el hoy territorio nacional formasen ya en aquel entonces un país (en alguna también desafortunada declaración previa, afirmó que México había sido fundado hace “miles de años”), dejando de entender que la llegada de los españoles significó realmente el proceso verdadero de inicio de la identidad nacional, y que sin la intervención de las hordas españolas, la creación de México como un país organizado y civilizado, no hubiera sucedido, no por lo menos en ese momento, y como la conocemos hoy, reprobable el no considerar que en cierta forma el ejército español a cargo de Hernán Cortés, coadyuvó a la liberación de varios pueblos verdaderamente sometidos al terror Azteca, y a la verdadera creación, eso sí, de manera violenta e ideológica, de lo que sería más adelante una colonia, y después, realmente bajo la influencia criolla, una identidad nacional como tal (con temas como vírgenes y charros provenientes de varias provincias españolas), si tratásemos de buscar disculpas, posiblemente tendríamos que ofrecerlas los mismos mexicanos que hoy habitamos el país, a varios pueblos que permanecieron bajo el yugo Azteca, y posiblemente ellos estarían agradecidos de la oportunidad de ponerse al “tú por tú” con sus despiadados “amos”; Ya el gobierno español, encabezado por el presidente Pedro Sánchez (que visitará México recientemente), ha catalogado de “inaceptable” la petición del presidente López, desechando categóricamente la iniciativa de “reconciliación histórica”, promovida con miras al 2021.

No cabe duda que una suerte de “nacionalismo místico” se destila del presidente y de su actual gobierno, esa suerte de mesianismo mítico del pueblo Azteca y de otros pueblos antiguos pareciera ser un elemento en la visión de López, la realidad es que como hemos señalado, la historia se compone de muchas versiones, algunas de ellas oficiales, otras, las cuales hay que investigar para tener el “cuadro completo”, en éste caso, más pareciese una irracional ocurrencia por parte del presidente, y una más de sus iniciativas para crear más que una verdadera transformación, una narrativa hasta cierto punto irreal de la historia, la construcción o re escritura de una historia, que podría resultar nociva para las actuales necesidades de México, pero que parecería abonar a la versión nacionalista tan en boga en los gobiernos populistas que hoy parecen dominar al mundo, no por nada hasta el presidente Filipino, Rodrigo Duterte busca afanosamente cambiar hasta el nombre de Filipinas, al que llevaba el país antes de la conquista española, para éste caso, López pareciera estar siguiendo hasta cierto punto el ejemplo del hoy, presidente “más popular del mundo”, por varias nefastas razones.

¿Querrá también nuestro actual presidente cambiar el nombre de la Ciudad de Mécxico a Tenochtitlán, por aquello de la "reconciliación histórica"? ¿Cambiaremos todos los mexicanos nuestro idioma, por el de nuestros ancestros? Ni duda cabe que las alucinaciones nacionalistas son tan tóxicas como las llamadas "fake news".