La Sociedad de la Tierra Plana
La Sociedad de la Tierra Plana
Dispersión Caprina
Por: Erreh Svaia
Me sigue sorprendiendo que aún hoy en día siga avanzando la “Sociedad
de la Tierra Plana”, o esas extrañas “sectas” que siguen sugiriendo que el
planeta Tierra no es redondo, resulta en verdad impactante encontrar tanta
información al respecto en plataformas como Youtube, que lejos de aclarar y proporcionar
datos válidos, solamente buscan confundir con mayor información vaga e incluso
negar de manera irracional verdades que la ciencia ha ayudad a difundir, cabe
hacer mención aquí del papel escéptico de la ciencia que se ha ido
transformando con el tiempo buscando dejar atrás viejos dogmas que negaban toda
posibilidad de cuestionamiento y que por muchos siglos sumieron a la humanidad
en las tinieblas, hoy en día, pareciera que la desconfianza ha ido más allá del
escepticismo, llegando a extremos en realidad nocivos, cuando algunos de éstos
personajes no sólo niegan hechos científicamente comprobados en favor de negar
la realidad empíricamente verificada, buscando incluso una zona de confort que
ayude a llevar de una mejor manera un mundo en constante cambio que podría
resultar traumático para algunos individuos, no hay que ir muy lejos si
consideramos la petición de un paciente enfermo de un padecimiento terminal,
que termina negando rotundamente el diagnóstico de un experto, que suplica no
se le mencione mayor detalle o simplemente que se le diga una mentira para
evitar mayor sufrimiento, es así como en ocasiones preferimos negar u ocultar
la realidad en favor entrar en un estado de inconsciencia y en una falsa
felicidad a pesar de carecer argumentos legítimos para sostener el punto a
debatir.
“La Tierra es Plana” es un documental de Netflix que nos
muestra parte de éste extraño movimiento que ha surgido y se ha esparcido
gracias a las redes sociales, principalmente en plataformas como Youtube, una
elaborada teoría poco sustentada y constantemente confrontada en la que se
señala a la Tierra como un terreno plano, en el cual una cúpula yace encima
conteniendo meros puntos de iluminación como parte de los planetas y estrellas,
explicaciones que van desde lo simple, como pensar que la Tierra no es redonda
porque se puede ver a la distancia, resultan por demás irracionales y la aún
más alarmante reacción de los defensores de la “Tierra Plana” cuando sus interesantes,
eso sí, experimentos fallan y deben de buscar rápidamente justificaciones para
continuar negando una realidad y defendiendo su punto, las alianzas realizadas
con otros personajes para reforzar su movimiento y el cada vez más
prevaleciente ambiente de “negacionismo” en contra de la ciencia, la educación
y la información en general que ha derivado en fenómenos peligrosos como la
negación del Holocausto, que parecería “purificar” los graves pecados de la
ultra derecha, además de reactivar nuevamente el anti semitismo, los “anti
vacunas”, cuyos argumentos en contra de los programas de vacunación del
gobierno han provocado el regreso de enfermedades erradicadas hace décadas, la
negación del cambio climático, impulsado en ocasiones secretamente por empresas
que buscan crear confusión social para escapar de programas de impuestos
verdes, entre otros (incluso la negación de la evolución humana misma), se suman a una campaña en que la “ignorancia” pareciera
convertirse en una nueva virtud que “asegura” la honestidad o la bondad, en que
hechos comprobados científicamente son negados ya que la ciencia es relacionada
con una suerte de conspiración contra la humanidad por parte de un meta
gobierno en las sombras.
La realidad es que la confusión se va volviendo más profunda,
cuando éstos “defensores” de la Tierra Plana, son señalados por otros aficionados
a las hoy tan populares “Teorías de Conspiración”, como ellos mismos miembros
de una conspiración mayor, ya se por parte de la CIA (siempre uno de los favoritos), de los llamados Reptilianos (más cercanos a las ciencia ficción) y de otros alucinantes relatos que tienen su origen en personajes como David
Icke (definitivamente el más coherente de los "conspiranóicos", entre otros y que se enlazan con el hoy enrarecido ambiente de desconfianza
muchas veces usado por políticos para hacerse del poder, en épocas en que el
sobre flujo de información hace más difícil su analizas, complica la labor de
aquellos que gustan fundamentar sus opiniones, pero hace muy sencilla la labor
para aquellos amantes de la sospecha que fácilmente encuentran sitios oscuros
no para confrontar sus creencias, sino para reforzarlas a toda costa; cuando nos decimos escépticos, no nos estamos negando a la posibilidad de estar en un error y tener que aceptar una nueva teoría más acertada, sino lo contrario, buscamos constantemente como confrontar nuestra realidad a través de métodos elaborados y con mayor soporte científico.
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