Retrógrados
Retrógrados
Dispersión Caprina
Por: Erreh Svaia
Nuevo León es un estado conservador en extremo, alguna vez
una alcaldesa en Monterrey “consagró” la ciudad a Dios, en un escandaloso acto
digno de la derecha más fundamentalista, claro, después dicha alcaldesa
enfrentó acusaciones por malversación de fondos ¿Dios se lo habrá pedido? Y luego
tuvimos a un gobernador “vanguardista”, “independiente”, que engañó fácilmente a
la población con el cuento de ser un político poco convencional, la realidad, resultó
ser uno más del montón, y al paso que vamos, pronto tendremos a otro populista
de la misma calaña con Samuel García, u otro giro radical a la derecha extrema
otra vez con Judith Díaz, alguna vez militante del PAN, del PES, y ahora
propuesta como “super delegada” por Morena, si México es un país, ultra
conservador, con un presidente ultra conservador que engaña a la gente
haciéndoles creer que es de izquierda progresista, Nuevo León es un lugar aún
más conservador, me extraña que el Frente por la Familia no tenga más presencia
en el estado o que el PES no éste en el gobierno, con toda y su reputación de
ser un estado de vanguardia, Nuevo León no deja de ser un rancho, y la mentalidad
de los que habitamos el estado, no es muy cosmopolita que digamos, menos cuando
se trata sobre temas como la legalización de las drogas, la legalización del
matrimonio entre personas del mismo sexo o la legalización del aborto, muchas
de éstas causas se discuten, no por razones de humanidad, sino por conveniencia
política, porque realmente nuestra derecha es fundamentalista y nuestra
izquierda conservadora, y en el llamado “día de la mujer”, el estado parece
depararle a la mujer, una muy desagradable sorpresa, una enmienda que los políticos
nos venden tramposamente como “la protección de la vida desde su concepción”, o
la criminalización del aborto, y digo tramposamente porque hablar de la
protección de la vida suena muy bonito, hablar del aborto suena muy feo, ¿Quién
no querría proteger la vida? Y ¿Quién querría estar a favor del aborto?
Yo no, yo no estaría a favor de la vida, si alguien más tuviera
que decidir por mí, yo no quisiera estar a favor de la vida si ésta implica
ignorancia, irresponsabilidad y más miseria, condenar a un ser humano a vivir
sin ser deseado, sin estar en el seno de una familia que lo estuviera esperando
o que si quiera hubiese considerado la idea de tener un hijo, de un hogar roto
o al cuidado de una madre adolescente que lo último que quiere es hacer cargo
de un hijo, yo si estaría a favor de la legalización del aborto si esto implica
que quien ha cometido un error no reciba una condena “humana” de por vida”, y
que pueda recibir consejo profesional, espiritual y psicológico, que si su
deseo es no ser madre, no sea condenada a el juicio público, que debe ser peor
incluso que ir a prisión, a vivir como madre soltera en medio de una sociedad que
desprecia a la madre soltera, pero exonera al padre irresponsable, a una
adolescente sin recursos que tal vez tenga que buscar un aborto ilegal, si ningún
apoyo, en la clandestinidad, sin garantías de optar por una clínica equipada y
de un médico preparado, ese deseo de “proteger” la vida, al final pareciera exponer
no sólo a un ser, sino a dos a morir en un baño, en un quirófano mal equipado y
en manos de alguien que tal vez ni cuente con los estudio para hacer una
intervención médica, no estoy a favor del aborto, pero tampoco estoy a favor de
una medida elitista que condena a los que no tienen recursos y se hace de la “vista
gorda” con quien si los tiene y puede ir a la CDMX o a Houston a practicarse el
aborto sin el menor remordimiento.
No estoy a favor del aborto, pero si estoy en contra de la criminalización
de la mujer, estoy en contra de llenar la cárcel de mujeres adolescentes, estoy
en contra de una muerte en la clandestinidad, y estoy en contra de que la mujer
cargue con la culpa de un error, sin recibir el apoyo, ante la carencia de
recursos, para que ella y su hijo puedan salir adelante, no así de solapar la
irresponsabilidad, quien se embaraza por ignorancia e irresponsabilidad debe
ser orientada para aprender de su error, y no sólo ellas, la discusión sobre el
“si a la vida” o la legalización del aborto es una discusión inútil, porque deberíamos
estar hablando de la educación que se le da a los niños, de cómo les vamos a
enseñar sobre el sexo seguro, sobre la paternidad responsable y sobre el cuidado
de los hijos, no estoy a favor del aborto, pero no estoy a favor de una “vida”
condenada, criminalizada, puesta en riesgo de muerte en la clandestinidad por
no tener recursos, sin derecho a decidir y sin la posibilidad de salir adelante,
un hijo no deseado posiblemente no terminará bien, posiblemente carezca de la oportunidad
de salir adelante y se concierta en uno más de los millones de pobres que hay
en el país, esa no es vida, y esa no es la solución, discutan sobre como la van
a prevenir, discutan sobre el origen del problema, prohibir el aborto no lo va
a terminar, enviarlo a la clandestinidad no lo va a solucionar, se tiene que proteger a la mujer, no se trata de convertirla en criminal o de enviarla a la clandestinidad sola y sin otra salida.
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