La Paradoja China

La Paradoja China

Dispersión Caprina

Por: Erreh Svaia

Hace unas semanas, el inversionista y filántropo George Soros señalaba el peligro totalitario que representaba el modelo chino, en ascenso a nivel global, para Soros, un defensor intenso de las “sociedades abiertas”, el modelo político actual de China representaba una ruta hacia un estado controlador de todos los aspectos de la sociedad, su naturaleza de concentración de poder, de intervención política sobre la economía, de control sobre la libertad de prensa y de opinión, y su sistemático ataque a los derechos humanos, representa para Soros, un estado que busca ir hacia una sociedad cerrada, impulsando un modelo a escala global, una dicotomía interesante considerando que China durante la era Trump ha sido vista como la nueva impulsora de los mercados libres, y es que si, China ha logrado den 40 años a través de reformas estructurales y una relajación en sus leyes de propiedad y de comercio, un crecimiento ejemplar, un modelo basado en lo que el Partido Comunista de China ha observado con atención en países como Singapur, Corea del Sur, Taiwan y Hong Kong, los llamados “tigres asiáticos”, China, vía Hong Kong ha buscado mantener a flote un modelo un tanto contradictorio que busca dotar de propiedad y libertad a la parte de su motor económico, a la vez que mantiene un férreo control sobre su población, ya sea a través de la prensa, en Internet e incluso como recientemente hemos podido atestiguar, directamente con parte de su población musulmana, que ha sido contenida y enviada a centros de “re educación” en los cuales una “integración forzada” a la cultura china se lleva a cabo.

China, a diferencia de décadas pasadas, ha hecho una promesa de mantenerse en la punta del desarrollo tecnológico, haber perdido la oportunidad de sumarse a la revolución industrial, por su entonces cerrada cultura, dejó a China, un país colosal, en el atraso, y sus dirigentes aprendieron la lección y hoy en día empujan con todo el músculo para mantenerse en la vanguardia tecnológica en temas de inteligencia artificial, comunicaciones, desarrollo de armas, desarrollo cibernético, parte de éstas incursiones incluyen un modelo experimental que busca establecer un control total de la población vía el internet, en el cual los ciudadanos son evaluados por su obediencia al estado y ésta puntuación da o niega el acceso a servicios y créditos, lo cual lleva el concepto totalitario descrito por George Orwell en su novela 1984, a extremos no imaginados por el hombre, de ésta forma el gobierno chino puede ejercer un control social sobre la vida de los ciudadanos, imponiendo una fuerte represión y vigilancia no sólo por aquellos que violan la ley, sino también por aquellos que podrían representar un peligro para el estado por sus ideas.

En lo personal, el modelo autoritario de capitalismo chino me resulta particularmente atractivo hasta cierto punto, ya que dirige y concentra los esfuerzos de la nación hacia una meta común, ejerce un fuerte liderazgo de una forma casi “empresarial” en el que la dirección dicta las acciones del resto de los integrantes del país, y castiga severamente a aquellos que no se ajustan a las directrices, el detalle es que en una empresa, los empleados son libres de dejar éstas unidades si no están de acuerdo con las políticas o con los mandatos de la dirección, bajo el modelo chino, éstos disidente son reprimidos y en ocasiones duramente castigados, perdiendo la libertad poco a poco a medida que el estado desarrolla técnicas avanzadas de vigilancia y sofisticados castigos, por un lado China busca impulsar el libre comercio y el flujo de mercancías y capitales por todo el mundo, ya son dueños de gran parte de las industrias alimenticias relacionadas con el cerdo en el mundo, pero también parecen empezar a “exportar” un modelo autoritario que apunta al totalitarismo, aspecto que sin duda tiene inquieto a Soros.