Blind Faith, 1968 Reseña





Blind Faith, 1968 Una Reseña

Por: Erreh Svaia

El Craneoscopio

Desde el inicio en que Eric Clapton decidió formar Cream, sabía bien que las horas del grupo estaban contadas y que su estancia en la banda no sería una muy grata, había optado por unir al bajista Jack Bruce de la banda de John Mayall y al baterista Ginger Baker, como sección rítmica, siendo que ambos músicos se detestaban profundamente, Clapton tomó el rol de mediador de ambos y la banda se convirtió en un fenómeno musical, extremadamente popular y con récords en asistencia a sus conciertos y venta de discos, aún así, parecería que la maldición de los Beatles seguiría a los Cream, obsesionados con el volumen extremo, a tal grado, que un día, Clapton tuvo un problema técnico durante un concierto y Bruce y Baker siguieron tocando sin percatarse de la situación, lo cual dejó claro a Clapton que la banda había llegado a su límite, y había dejado de evolucionar, por lo que optó por terminarla.

El siguiente paso de Clapton fue reunirse con Steve Winwood, en aquellos años, el vocalista más popular en el Reino Unido, junto a los Traffic, Winwood al igual que Clapton era todo un veterano en la escena inglesa y además era un músico proficiente en los teclados y la guitarra, lo cual le valió la atención  de Clapton, quien se unió a él y así decidieron comenzar una nueva banda, a la cual se uniría nuevamente Baker, baterista sumamente admirado por Clapton y el bajista Ric Grech, proveniente de la oscura banda Family, el cuarteto se había reunido casi de forma espontánea y carecían de material grabado, a pesar de esto salieron de gira con el fin de poder “encontrarse” como grupo, el resultado no fue el esperado, ya que la banda terminó ejecutando temas de Cream y de Traffic, lo cual, atrajo espectadores, pero dejó a la banda preocupada por su capacidad creativa, lo que los llevó de inmediato al estudio con fines de grabar material.

El resultado sería el disco titulado de la misma forma que la banda, Blind Faith, editado en Julio de 1968, el disco resultaría poco experimental, en la manera en que Clapton y Winwood esperaban, convirtiéndose más en una amalgama de los trabajos de Cream y de Traffic, lo cual no sería tan malo de entrada, pero si implicaría la corta vida de la banda, a pesar de esto, el disco sin duda destaca por sus propios méritos, con una poderosa Had To Cry Today, que permiten a Clapton y a Baker, regresar a los estridentes tiempos de Cream, apenas calibrados por la poderosa interpretación de Winwood, quien encuentra la manera de obtener un sitio en la mezcla y ejecutar sus famosas vocales inspiradas en la música soul, aquí cabe destacar el esquizofrénico trabajo de guitarra de Clapton que va de los brutales riffs de guitarra eléctrica a líneas cercanas al jazz, mientras que la batería estruendosa de Baker aporta la base perfecta para el tema.

Can´t Find My Way Home es definitivamente una de mis canciones favoritas, y uno de los puntos más altos del disco, y de la música en general de esa época, Winwood es espectacular en su ejecución, en éste tema que se convertiría en un innegable clásico, y en un hito para muchos vocalistas británicos de la época como Rod Stewart, Joe Cocker y Robert Plant, que verían en Winwood una gran inspiración para sus futuras aventuras como líderes de sus propias bandas, mientras que Well Alright sería una interesante aunque mediana interpretación de un éxito de Buddy Holly de años atrás, tema que levanta el animo del disco, pero no alcanza a trascender, salvo por el dinámico trabajo de Baker en la batería y un duelo instrumental de toda la banda al final de éste.

Presence of the Lord se convertiría en otro de los grandes temas del disco, probablemente inspirado en las inquietudes espirituales de alguien como el Beatle George Harrison, amigo cercano de Clapton, quien consigue con esta canción crear uno de sus temas más emblemáticos y hermosos, consiguiendo consagrarse de alguna manera no sólo como un “dios de la guitarra”, también como un excelso compositor, mientras que Sea of Joy no deja de ser solamente un tour de forcé para Winwood, en un tema básicamente dominado por él, y que pareciera no ofrecer mucho espacio para el resto de la banda, para después continuar con un tema alucinante de nombre Do What You Like, dominado nuevamente por Winwood, su voz y sus teclados, seguido por Baker y Grech y con poca o nula participación de Clapton, y con un Baker, considerado como el baterista iniciador de los “solos” de éste instrumento, grabando uno de ellos como parte de éste tema, para así cerrar un disco difícil de ignorar, con estupendas canciones y ejecuciones, pero que sin duda queda corto ante el enorme talento de sus integrantes.    
      

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