¿La Historia Se Repite Una Vez Más?
¿La Historia Se Repite Una Vez Más?
Por: Erreh Svaia
El Craneoscopio
Surgida en el año de 1990, del “think tank” del llamado
Socialismo del 21, Foro de Sao Paulo, surge el movimiento denominado la “Ola
Rosa”, colectivo de representantes de corrientes radicales de izquierda en
América Latina, cuyo principal objetivo era hacerse del poder en la región,
reproducir una suerte de nueva unión de repúblicas de índole socialista y
convertirse en un área de o influencia al exterior, además de dar nueva vida a
Cuba, centro ideológico de la izquierda en el continente, y diezmado
económicamente tras el derrumbe de la URSS, esa “Ola” logró el poder en varios
países tras casi una década de cambiar las violentas guerrillas por el
nostálgico y retrógrada nacionalismo populista del Peronismo y el PRIísmo
Cardenista, lamentables experiencias ligadas de forma obligada a la izquierda latinoamericana,
así sugirieron personajes como Hugo Chávez, Lula Da Silva, Daniel Ortega, Evo
Morales, el matrimonio de Néstor Kirchner y Cristina Fernández y Rafael Correa,
dispuestos a implementar un nuevo modelo, en aquellos años sin una clara
definición, pero que después conoceríamos como “democracia iliberal”, una auténtica
perversión de la democracia liberal, en la que se buscaba reducir la democracia
y confinarla a un debilitado y controlado sistema de votación, así, a los ciudadanos
se les habrían de reducir sus libertades, y se les haría creer la existencia de
una democracia resumida en el voto, por candidatos previamente autorizados por
el estado, personajes como Michelle Bachelet, Tabaré Vázquez se integrarían
sólo de manera tangencial y con una visión más moderada y amplia de ésta “nueva
izquierda”.
Serían años más tarde, con mayores crisis económicas en Cuba,
Brasil, Venezuela, Argentina y Ecuador, que la “Ola” se vendría abajo, la
muerte de Fidel Castro, Néstor Kirchner, Hugo Chávez y las acusaciones de
corrupción contra Lula Da Silva darían un duro revés a esta red que trató de
disfrazar el violento asalto al poder de las viejas guerrillas comunistas con
un virulento y polarizante populismo, la perdida de aceleración económica en
China y la caída en los precios del petróleo, harían del Socialismo del Siglo
21, un movimiento con los días contados, y en países como Brasil, en dónde se
había tenido algo de éxito para sacar a millones de personas de la pobreza, el
modelo no pudo ofrecer más oportunidades a una nueva clase media que crecía, lo
que precipitó la caída de Dilma Rousseff, sucesora de Lula, la “vaca sagrada”
de Foro de Sao Paulo, Venezuela, tampoco despegaría, un inepto Nicolás Maduro
como sucesor de Hugo Chávez, cada vez mayores acusaciones de fraudes
electorales, crisis de ilegitimidad al interior del gobierno, la incapacidad de
diversificar la economía y nuevas caídas en el precio del petróleo, cuya
riqueza fue dilapidada para comprar clientelas en el continente y en España, pudiéramos
hablar de que el último respiro de ésta Ola fue en México, a través de una de
las corrientes del partido Morena, afín a la llamada “Revolución Bolivariana”,
el triunfo en las elecciones de Julio del 2018, de su candidato, Andrés López,
daría un respiro a la supuesta izquierda en la región, que tras derrotas electorales
en Argentina, Brasil, Chile, Colombia y en Ecuador, buscaba una manera de
reintegrarse.
El Grupo Puebla pareciera ser el “salvavidas” que se
pretende arrojar a países como Cuba y Venezuela, un nuevo conglomerado basado
en México y mediante el cual empieza a señalarse que las más recientes
protestas acontecidas en Ecuador, Chile y Panamá, han sido orquestadas, con el
objetivo de ganar nuevamente peso en el vaivén del poder en la región, si bien,
gracias a las crisis económica mundial del 2008, la antigua “Ola Rosa” pudo
afianzar su poder, pareciera que los pronósticos de una nueva crisis económica
mundial, va alistando el escenario para un nuevo surgimiento de ésta Ola Rosa, dispara
ésta vez desde México, que ya ha establecido lazos con España de una nueva
forma, tomando una nueva bandera o caballo de Troya en la forma de “socialdemocracia”,
usando posiblemente la referencia a la última gran “utopía” de la izquierda latinoamericana,
el régimen de la Socialdemocracia Sueca en los años 70s, posiblemente usando
modelos sólo como referencia, a partir de los gobiernos moderados de la ya mencionada
Bachelet y de José Mújica en Uruguay, éste es el nuevo disfraz tras del cual se
esconden los regímenes Cubanos, Venezolanos y Peronistas, cuyos actores principales
siguen siendo Maduro, Da Silva, Rafael Correa y Cristina Fernández, y que
posiblemente implique una reactivación de las FARC de Colombia, ahora como un
ente dual, político y guerrillero, además de el ala radical del partido Morena
en México.
La bandera de la democracia será el nuevo disfraz del
Socialismo del Siglo 21, y para quienes conocen en realidad la historia de la Socialdemocracia
de los 70s en Suecia, saben bien que se trata de un régimen idólatra del
estado, en el que el “progreso” está representado por el Gran Hermano de la
novela 1984 de George Orwell, en que el Estado se convierte en el ente todo
poderoso que rige la vida del ciudadano hasta los últimos rincones, para quien
conoce la historia, no es muy difícil saber lo que seguirá, ya que la historia
ser repite una y otra vez, muchos dirán que no sabían, o se harán “los que no
saben”, pero muchos ya conocemos la espiral, hoy más que nunca buscará ésta
nueva ola de socialismo autoritario y anti democrático, esconderse tras
políticas “progresistas”, “socialdemócratas”, “humanistas” y “cristianas”, la
realidad ya la sabemos, para ellos el progreso es una igualdad impuesta en el
que la miseria es distribuida y la dinámica nacional es reducida a una
población sumida en la pobreza y una élite gobernante que reparte migajas y
teje redes clientelares a nombre de la “justicia social”, esa historia ya la
leímos, la vivimos y la conocemos bien.
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