Fela Kuti & Africa 70, Gentleman, 1973, Una Reseña

Fela Kuti & Africa 70, Gentleman, 1973, Una Reseña

Por: Erreh Svaia

ROCK N ROLL ANIMAL

Una portada brutal que muestra un simio vestido en traje, fiel representación del pensamiento de Fela Kuti respecto a la aceptación cada vez mayor de códigos de vestimenta occidentales por parte de la clase media en África, algo que sin duda resultaba en una critica mordaz, inspiradora de éste disco, Gentleman, grabado en 1973, convertido en uno de los discos más destacados en el prolífico catálogo del músico y compositor originario de Nigeria, pieza fundamental de sus construcciones Afro Beat, que incluían High Life, una versión africanizada del jazz, y funk, y que aquí nuevamente nos regalaba su particular versión de parte de la historia africana en los 70s.

Para Fela, cuya carrera había iniciado a finales de los 70s, Gentleman era un disco de “quiebre”, luego de haber perdido a uno de sus músicos clave durante las grabaciones, el saxofonista Igo Chico, Kuti asume las responsabilidades del instrumento durante la pieza central, que da nombre al disco, aprendiendo a ejecutarlo rápidamente y mostrando un estilo propio que brilla durante gran parte del tema, al inicio, sin duda, es una pieza clave que muestra una suerte de revitalización en el sonido de Fela y su banda Africa 70, de ésta manera aportando una asombrosa confianza en el conjunto, liderado por el recientemente fallecido baterista Tony Allen, quien rápidamente marca el paso, siguiendo la líneas de saxofón de Kuti, propulsados a la estratosfera una vez que el resto de la banda se suma, un soberbio ensamble capaz de producir los ritmos más adictivos e innovadores de toda la década de los 70s.

Con un sonido oscuro, húmedo y humeante que sin duda refleja a la perfección el ambiente de los centros nocturnos de la pujante Lagos, en Nigeria en los 70s, Gentleman es otra de esas piezas de muy larga duración, casi 15 minutos, con una base durísima de bajo y batería, y una sección de metales indestructible a los cuales se sumaba el potente ensamble de coros de la banda, dando el marco perfecto para la capacidad impresionante de Fela Kuti para integrar sus aportaciones de saxofón, teclados y de voz, en un poderoso espectáculo musical, que no sólo se convertiría en un ejercicio sonoro, también era una poderosa manifestación y critica social, en la cual Fela se burlaba de la sociedad africana que adoptaba los trajes, pantalones y calzado occidental en medio de calor de la selva.

Siempre destacable la ejecución de uno de los mejores bateristas de la historia, el colosal Tony Allen, quien asume la responsabilidad de ser el director musical de la banda, proyectando una precisión asombrosa y una capacidad rítmica como pocos, la perfecta contraparte sólida para la prodigiosa flexibilidad de Fela, que aquí se dan la oportunidad de forma las dos poderosas columnas de esta pieza, que adquiriría un estatus privilegiada dentro de la discografía de Fela Kuti.

Fefe Naa Efe, pieza siguiente, muestra nuevamente la casi mágica interacción entre los músicos con Fela concentrado en los teclados, apoyado en la dura base de metales y la hipnótica base rítmica, aquí las incursiones de guitarra toman protagonismo en una pieza que poco a poco va avanzando y cubriendo espacio, disparándose a lo alto mediante los estridentes coros que aparecen de forma intermitente.

Tan increíble disco no podía tener un mejor cierre que Igbe, pieza de asombrosa y relampagueante velocidad, que pone de manifiesto la destreza de Fela en los teclados, las singulares guitarras africanas, los penetrantes arreglos de metales y el virtuosismo rítmico de Allen, imposible de pasar por alto, en un tema que fácilmente enciende sus motores y que rápidamente consigue elevar la temperatura, haciendo imposible, como mencionaba Fela, usar un traje, ante tan poderosa ola de calor provocada por tan candentes ejecuciones musicales.

Con discos como Gentleman, sería que Fela Kuti cimentaría la reputación del poderoso Afro Beat y de su asombrosa aportación a la música global, aquí puesta de manifiesto de forma extraordinaria, con un Fela enfrentando la adversidad y saliendo mejor librado que nunca, un disco imposible de detener una vez iniciado, la magia de Fela en cada segundo de ésta poderosa grabación.