Lou Reed, Magic and Loss, 1992, Una Reseña
Lou
Reed, Magic and Loss, 1992, Una Reseña
Por:
Erreh Svaia
ROCK N
ROLL ANIMAL
Muy seguramente ya escribí sobre éste libro, en éste blog,
en algún momento previo, imposible recordarlo, es uno de mis discos favoritos
de Lou Reed, para mi quizá, el más entrañable y el que más me ha afectado
personalmente, aunque yo pensaría que New york podría ser el disco “soñado” de Reed,
resulta que para Lou, Magic and Loss también sería su disco ideal, un concepto
completo, un disco repleto de canciones brillantes, una producción
sobresaliente y a pesar de que Reed obviamente estaba abordando el disco de una
manera poco accesible, el tema de la muerte, pieza central del disco, sería tan
universal que tendría alcances enormes, recuerdo incluso leer en revistas y periódicos
de la época señalando al disco como de “lo mejor del año” y como una recomendación
definitiva para regalarlo a una persona que se tuviera en estima.
Cuando el disco se publicó en 1992, el tema de la muerte no
era algo realmente cercano a mí, aunque por la afección cardiaca de mi padre,
la muerte siempre se mantuvo cercana a la casa desde que yo terminé la primaria,
irónicamente, mi padre sigue vivo y sería a mi padre a la que perdería de forma
inesperada, apenas en unos meses en el año del 2002, fue en ese entonces el año
en el que Magic and Loss adquiriría una relevancia tremenda para mí, el cáncer
que se convertiría en el “villano” del disco y que causaría la muerte de Doc
Pomus, famoso compositor de rock n roll de los 50s, y gran amigo de Reed, sería
el hilo conductor hacia la historia de la muerte de mi madre y su batalla de 6
meses contra el cáncer.
Cabe mencionar que se extraña la brutal producción de Fred Maher,
a su máximo esplendor en el New York, aquí la producción del guitarrista y colaborador
cercando de Reed, Mike Rathke no deja mucho que desear, basta escuchar el fabuloso sonido que confiere
a la guitarra de Reed en el breve tema de introducción, otorgando después al
resto de los temas un sonido particular, como la intimidad que se otorga a
What´s Good, tema que abre el disco y que podría recordar a la perfección el
sonido del tercer disco de los Velvet Underground, con Reed y su guitarra al frente,
acompañado por Rathke y una modesta sección rítmica, o la delicadeza con que se
presenta el bajo de Rob Wasserman y la voz de Little Jimmy Scott, ídolo de Reed
incluido en ésta grabación, así como Dion había hecho en el New York.
Magician habla sobre el interés que ciertos rituales “mágicos”
que Reed había presenciado en sus visitas vacacionales a México (sobre todo a
las playas mexicanas), un tema principalmente acústico y dotado de una poesía fabulosa
y estremecedora, pasando después a la increíble, y definitivamente mi favorita
del disco, Sword of Damocles, sobre la muerte inminente siempre presenta y
cercana al ser humano, la producción de Rathke resulta perfecta aquí en todo
momento y la interpretación de Reed es simplemente extraordinaria, poniendo en
alto la particular habilidad de Reed, desarrollada recientemente, para transmitir
un mayor número de emociones a pesar de su limitado rango vocal.
El sonido intimista y la atmosfera altamente reflexiva acompaña
a Reed en Goodby Mass, en dónde a pesar de las guitarras acústicas, la batería
de Michael Blair retumba demoledora en otro de los temas emocionalmente
conmovedoras, con Reed mostrando una destreza asombrosa para contar historias y
reunirlas con música, en una suerte de pieza literaria estremecedora, al
momento que llegamos a Cremation, Reed sigue con su relato, resaltando curiosas
señales particulares, el mar, el humo, el fuego, el carbón, las cenizas, los
tornados, los huracanes, que al sumarlos a los símbolos referentes a la alquimia
que aparecen en la portada del disco, añaden un sentido mágico que explica en
parte el título.
Dreamin´ es una pieza que parece recordarnos el pasado piezas
de los 70s como The Bells, por sus cualidades sonoras repletas de texturas
particulares, y después viene una suerte de “resurrección” con la estridente
Warrior King, rock n roll puro al estilo Reed, antes de llegar a la brutal
Harry´s Circumcision, en dónde Reed, ejecuta un recital de palabras brutales,
que traen a mi mente The Gift, aunque sin los ritmos de aquel tema de finales
de los 60s, pero con la misma dosis de violencia surrealista.
El disco termina con dos piezas de alto voltaje, una de
ellas Gassed and Stocked, una suerte de visita al mundo del heavy metal por
parte de quien podría ser en parte uno de los pioneros del estridente género y
Power and Glory Part II, que avanza a paso frenético resumiendo parte de la
historia y poniéndole final con el espíritu muy en alto, en un disco que continua
mostrando a un Reed indudablemente en ascenso, en excelente forma y capaz de
abordar cualquier género, tema o concepto, resolviéndolo de principio a fin de
una manera admirable, Magic and Loss quizá no le atrajo muchos fans a Reed,
aunque las ventas fueron bastante considerables, posiblemente el disco que muestra
a un Reed en su forma más honesta, madura e inteligente.
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