Una Revuelta Contra el Mundo Moderno Que Conocíamos, ¿El Fin de la Experiencia?
Una Revuelta Contra el Mundo Moderno Que Conocíamos, ¿El
Fin de la Experiencia?
Por: Erreh Svaia
CRANEOSCOPIO
Previo al surgimiento del nuevo coronavirus, la economía de
la experiencia parecía haber llegado para quedarse, los “influencers”, esos
personajes con cuentas en redes sociales y miles de seguidores, daban
testimonio de “estilos de vida” que se pretendía imponer (regularmente
patrocinados por marcas, empresas o por el mismo gobierno), el anhelo por los
viajes, la obsesión por la ropa y el amor desbordado por la comida, así se
imponía toda una nueva economía que dictaba el triunfo de lo efímero y la profundización
de consumismo a otro nivel, ¿Para qué invertir en una casa, en un auto o
incluso en una carrera? Si se podía viajar por el mundo y llenarse de
"experiencias" para compartir en Facebook o Instagram, ¿Para qué
considerar sólo 4 temporadas, si se podían llevar loa anaqueles de ropa nueva
cada semana? Así el auge de la "moda rápida", que imponía un
frenético paso de consumo de ropa que debía ser presumida en las redes
sociales, esto sumado a la idolatría por la comida, vinos y restaurantes que
habían convertido a todos en “sommeliers”, o críticos "Michelin" de
Internet.
Hoy en día pareciera que esa ansia aventurera por los viajes
se detendrá en los abarrotados aeropuertos, estaciones de autobuses o trenes, o
se volverá más complicada ante la imposición de cuarentenas de 14 días para
entrará a otro país (o inclusive a otro estado o ciudad), lo cual limitará la
"aventura de viajar" solamente a sitios locales, las visitas a los
restaurantes disminuirán seguramente, ante el deseo de la gente por aislarse y
mantener la distancia social motivados por la paranoia post contingencia, en un
reto a la imaginación y creatividad de éstos negocios para conservar sus
clientes y mantener a flote sus negocios, “restaurantes al aire libre”, “restaurantes
sin techo ni paredes”, “restaurantes con pocas mesas”, “restaurantes de entrada
sólo por cita”, esto al tiempo que la proliferación del servicio a domicilio se
fortalecerá gracias a las plataformas digitales, cuyo auge tímido parece haber
aprovechado a la perfección la llegada de la pandemia, para afianzarse y dar un
empujón a esos que ya veían venir la época de decadencia de los establecimientos
físicos.
Seguramente
entraremos a una era reforzada del "Netflix & Chill", ampliada
por la llegada de otras plataformas de “streaming” impulsada por Disney o Amazon,
lo cual nos llevará de forma casi permanente al llamado “nesting” o al permanecer
por más tiempo en la casa y salir menos los fines de semana, tal vez ya no por
razones económicas y más por razones de prevención, el entretenimiento en casa
se volverá una dificultad y en una oportunidad para establecimientos como cines
o teatros, los cuales tendrán que evolucionar y encontrar la manera de
sobrevivir a ésta nueva “normalidad”, que les abra la puerta directa a los
hogares del consumidor en un modelo de negocio que sin duda será muy similar al
“streaming”, si la popularidad de la televisión abierta parecía tambalearse a
la llegada de Netflix, es posible que la manera en que vemos el cine, sea una
muy distinta en algunos años, y el cine como un local físico deba evolucionar
en algo más.
El regreso a las tiendas físicas se tambalea hacia el futuro,
hace poco hablábamos ya de el posible fin de las tiendas físicas ante la
llegada de modelos de negocio como Amazon, que hacía la experiencia de compra
por internet, un proceso con cierto atractivo que pudiera competir con los
establecimientos, lo cual continuaría con la posible decadencia de los centros
comerciales y de las tiendas, en el caso de los centros comerciales, muy
seguramente, como ya hemos visto en otros países, en el caso de la tienda
física, se modificarían las dinámicas, en algo parecido a lo que sucede en una
estética o en un spa, en el cual el acceso será mediante cita y por un tiempo
limitado, lo cual se convertirá en todo un reto para las marcas, con el fin de
atraer información y “bombardear” de manera efectiva al cliente para compartir
al cliente en un espacio de tiempo reducido, la mayor cantidad de artículos
ofertados que se pretenda vender.
Otro punto importante en este momento de decadencia de la “economía
de la experiencia”, pareciera ser un nuevo enfoque en la generación “millenial”,
que pareciera llevarlo a lo que parecía en un momento dado imposible,
replantear los conceptos de casa, trabajo y tiempo, que antes se tenían, la necesidad
de una verdadera casa y un trabajo estable parecieran estar súbitamente convirtiéndose
en conceptos muy diferentes a los que se pensaban previamente por ésta
generación, porqué la casa podría pasar de ser sólo un lugar para dormir, en un
lugar en dónde estar por largos períodos de tiempo, la necesidad de más
espacio, de un jardín tal vez, lejos de las aglomeraciones de los modernos departamentos,
incluso un sitio para trabajar (home office), el mismo trabajo, pasaría a ser
algo que se desea conservar a toda costa, a medida que el desempleo provocado
por la post pandemia empiece a convertirse en una amenaza real y palpable,
incluso, el automóvil como medio de transporte será revalorado debido a la inconveniencia
del posible riesgo que llevaría viajar en el transporte público o en un Uber,
¿Esperar? Algo que parecía inconcebible para el millenial, ahora se convertirá
en una necesidad para obtener una casa, un auto, un trabajo, e incluso para ir
de compras.
Estamos ante una nueva realidad sin duda.
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