Guillermo Fadanelli-Mis Mujeres Muertas (2012)


Guillermo Fadanelli-Mis Mujeres Muertas (2012)

Lleg贸 un momento en que verdaderamente me cans茅 de Fadanelli, le hab铆a le铆do bastante en novelas, cuentos, etc., tanto que llego un punto en que sent铆 que se repet铆a y que podo o nada ten铆a que ofrecerme como lector, por supuestos que prefer铆a leer a Fante o a Bukowski antes que a Fadanelli quien por momentos lleg贸 a parecerme una mala copia del viejo Buk, ya saben, cuando uno se cansa, se cansa, tanto a si que dej猫 de leer mucho a escritores mexicanos, por alguna raz贸n muchos de los j贸venes escritores imitaban tambi茅n este estilo, ¿Seria que repentinamente todos quer铆amos ser Buk?, pero el 2012 me trajo un cambio afortunado en mi apreciaci贸n de los escritos por mis paisanos, el descubrimientos de gente como Juan Pablo Villalobos o Juli谩n Herbert y el re descubrimiento de Juan Villoro hicieron preguntarme que tan malo hab铆a sido alejarme de la literatura nacional, y por lo mismo atreverme a tocar a la puerta de Fadanelli cuando su nueva novela, Mis Mujeres Muertas sali贸 a la luz, ya de por si el titulo anunciaba algo poderoso imposible de ignorar.

Mis Mujeres Muertas es una bendici贸n disfrazada, por un lado el universo de bebedores nacidos para perder, tan caracter铆stico de la mente de Fadanelli est谩 presente, el romanticismo de el rebelde al que todo le ha salido mal y al que nada le importa se impone nuevamente, pero esta vez Fadanelli ha conseguido imprimirle una larga dosis de humanidad y poes铆a vibrante a su protagonista: Domingo J. (si J., as铆 como Homero J, Simpson o Bartolomeo J. Simpson) Mancini, cuya madre y esposa acaban recientemente de fallecer y a quien sus dos hermanos, triunfadores bajo los superficiales est谩ndares de nuestra sociedad, le encargan la complicada misi贸n, a manera de lecci贸n  de responsabilidad, de colocar la l谩pida en la tumba de su madre, esta misi贸n no ser谩 muy complicada para muchos de ustedes mis amigos, acostumbrados a levantarse temprano los s谩bados o domingos para ir a correr carreras baratas de 10 kms en apoyo a alguna noble causa, si nos dormimos temprano y no tomamos ni fumamos, cualquiera podr铆a hacerlo, si este fuera un libro de Haruki Murakami, conocido corredor de maratones, probablemente la misi贸n no tendr铆a chiste alguno, pero aqu铆 el tema es que Mancini posee ese handicap caracter铆sticos de los h茅roes de las novelas de Fadanelli, un gusto desmedido por el alcohol, el ferviente deseo de no hacer nada y ese tan contagioso desprecio por las buenas costumbres, si, pareciera otro notorio intento de Fadanelli por convertirse nuevamente en el gran disc铆pulo azteca de Bukowski, pero esta vez Fadanelli se encuentra m谩s cercano al circulo polar 谩rtico que del escritor bebedor por excelencia del vecino pa铆s del norte, porque claro, Mancini es en efecto un personaje “bukowskiano”, si lo vemos de manera superficial, pero es uno que sostiene conversaciones con su esposa, recientemente fallecida, es uno que hace innumerables citas a escritores rusos como Pushkin, mis admirados Ch猫jov, G貌gol, Dostoievsky y hasta Tolstoi (A diferencia de los personajes de Buk, m谩s afines a Hemingway o a Fante), hubo un momento de mi vida en que si me preguntabas que me gustaba leer, mi respuesta era la literatura rusa, si, Ch猫jov, G貌gol y Dostoievsky eran mis h茅roes, tal vez por esa pesada carga de perdici贸n que esas novelas suelen llevar, d贸nde la fatalidad, los excesos y la tragedia van tan de la mano, as铆 que como no maravillarse con esta novela con “aderezo” ruso por parte de Fadanelli, y por si fuera poco esa graciosa hostilidad, al igual que Villalobos, que se ensa帽a con Polonia (la tierra de su difunta esposa Sara K.).

En Mis Mujeres Muertas adem谩s de estupor alcoh贸lico de Mancini, nos encontramos con sus nost谩lgicas conversaciones con su esposa en el m谩s all谩, la pesada l谩pida que representa la pesada misi贸n que pende sobre los hombros Mancini, las suposiciones de sus vecinos al ver la l谩pida en la cajuela del viejo auto del protagonista, as铆 como la “nabokoviana lolita” representada por Isolda, la vecina adolescente de Mancini que se convierte en una especia de esperanza para el alma del protagonista y la inspiraciones de fantas铆as para su mente.

Con Mis Mujeres Muertas Fadanelli consigue reivindicarse en mi universo, consigue robustecer sus escritos con una poderosa carga literaria basada en la ya mencionada gran tradici贸n rusa, convirti茅ndose en un peso pesado, en un extra帽o hibrido, del ya mencionado Buk, de Dostoievsky y de Ch猫jov, confiri茅ndole de esta manera una nueva fuerza a sus escritos, creando un universo con nuevos matices y de ra铆ces profundas, que hacen de su novela sin duda una de las mejores del a帽o pasado y de la literatura nacional contempor谩nea en general.         


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