Wiley-The Ascent (2013)
Wiley-The Ascent (2013)
En lo personal no soporto los elevadores, el reducido espacio y la posibilidad de quedar atrapado ahí me produce una sensación bastante incomoda, claustrofobia, si probablemente, en alguna ocasión subí alrededor de 10 pisos a pie, lo cual la verdad fue bastante intenso y agotador, pero en medio de una tormenta no me hubiera arriesgado a un fallo de luz que me dejara atrapado en uno de esos inquietos ataúdes de acero inoxidable, que cosa tan cul si ustedes como yo recuerdan al Wiley que salió de las calles inglesas del este de Londres, la parte más pobre de la ciudad, de esas batallas de MCs que se llevaban a cabo en garajes no aptos para claustrofóbicos, atiborrados de gente y en dónde los Djs producían sonidos con sus celulares, y cuyas batallas adquirían rojos tonos al intercambiar rimas y ataques verbales, que en ocasiones terminaban en peleas a golpes entre los jóvenes de color, Wiley junto con otro grande del genero Dizzee Rascal sobresalieron en esos círculos en que el dance hall adquirió distorsionadas dimensiones al mezclarse con el llamado UK garage y el hip hop, una nueva mutación con origen en el hip hop, si bien, gente como Tricky y los Massive Attack reconocieron su incapacidad para adoptar las ejecuciones vocales de los MCs estadohundidenses, concentrándose en el aspecto sònico, Wiley y compañía se pusieron las pilas en serio para desarrollar una versión musical que compitiera vocalmente con el hip hop y en el camino se volvieron MUY buenos para rimar.
Escuchar un disco de Wiley es tener que estar preparado para las acrobacias incendiarias que las rimas de este son capaces de realizar, cientos de palabras por minuto y rimas acomodadas cual maestro del tetris en huecos existentes entre irregulares ritmos, y es que en Wiley no sólo encontramos destreza vocal, ya que lo pone a Wiley por encima realmente del resto de los practicantes del llamado grime, es su asombrosa capacidad como productor, con un input salido del mundo de la música electrónica que cusa envidia de los mejores productores del genero, dándole dos armas muy poderosas a este singular creador.
The Ascent es la grabación más reciente de Wiley, su segunda o tercera producción de la que platicamos en este espacio, si hablamos de grime no suelo pasar de Wiley o de Dizzee, por lo que es una razón para estar alerta cada vez que sale una nueva grabación del “rey” del grime, First Class, tema con que abre el disco ataca los sentidos de manera inmisericorde, con esos bajos potentes y distorsionados, abstractos añadidos de sonido y ritmos quebrados, el equivalente a un boxeador practicando sus movimientos en un reducido espacio, Wiley muestra su músculo y nos golpea con sus fuertes sonidos y esas deslumbrantes inclusiones vocales, como en la convulsiva Skill Zone, dónde junto a otros MCs invitados las rimas fluyen de manera intensa dando de brincos y estrellándose contra las paredes, nuevamente Wiley se encarga de bombardeándonos con bajos que rechinan y se retuercen junto a sintetizadores que refuerzan el efecto dramático de los temas convirtiéndolos en una verdadera pelea callejera con guerreros que se mueven a la velocidad de la luz.
Sucede algo curioso a la par que el disco va avanzando, Wiley pareciera perder el foco y la intensidad se pierde y los temas y ritmos tienden a suavizarse, lo cual ciertamente le cuesta fuerza al disco, Wiley fue criticado hace unos años por algunos temas que sus seguidores encontraron con muchas inclinaciones comerciales, algo escandaloso hasta cierto punto tomando en cuenta los orígenes callejeros de Wiley y su promesa de jamás caer en la tentación comercial como muchos de sus contemporáneos, si bien nunca he considerado a Wiley como un artista comercial, a partir del aquí el disco cambia un poco su tono, tal vez Hands In The Air o Reload pudieran encontrar nuevamente este tipo de acusaciones hechas hacia él, aunque dudo que se llegue el día en que a pesar de lo infeccioso que resulta el tema encuentre algún lugar en la radio, aún así muestran la tremenda convicción de Wiley como productor creativo de primera que si en realidad fuera su deseo podría con facilidad ocupar el puesto que alguna vez tuvo Timbaland o que ostenta el buen Kanye West.
Chainsaw repite la formula de la accesibilidad y los ritmos pierden algo del tono creativo, por suerte Heatwave muestra a Wiley recuperando su foco y adentrándose en un contagioso tema sumergido en la gran tradición del dance hall, para recuperar las retorcidas atmósferas que le caracterizan en So Alive, Wiley confecciona piezas de exuberantes y explosivos sonidos, y se reúne con otro veterano salido de las calles, Tinchy Stryder en el tema Lights On, otra acertada grabación que se beneficia del colmillo retorcido de Stryder.
En The Ascent Wiley se queda corto y no alcanza a ascender como el titulo lo sugiere, otros como Kode9, The Spaceape o The Bug han despegado de posiciones similares y han llevado sus convulsivos ritmos a nuevas audiencias, Wiley, pionero de estos sonidos parece haberse estancado un poco y encontrarse falto de visión para llevar su proyecto a nuevas dimensiones, The Ascent desgraciadamente se queda corto, y a pesar de ser un buen disco, no es lo que podríamos esperar de un Wiley en verdadero acsenso.
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