Douglas Coupland-Generation A (2009)

Douglas Coupland-Generation A (2009)

Debo establecer una curiosa comparación entre los mundos literarios de Douglas Coupland y Haruki Murakami, ya que ambos autores manejan una imaginación literalmente, sin fronteras, sus universos van mucho más allá de la imaginación de muchos, capaces de crear verdaderas historias en otras dimensiones, que por más distantes o inverosímiles que pudiera parecernos de inicio, terminamos encontrando partes de nosotros y cada pieza del rompecabezas termina embonando a la perfección haciendo lógica para nosotros o haciéndonos parte de su lógica, recientemente termine de leer Generación A, libro extraordinario en el cual Coupland hace uso delicioso de su absoluto ingenio en una historia rebuscada, repleta de información asombrosa y un magistral humor corrosivo llevado a su máxima expresión.

Si bien Coupland años atrás había publicado libros que habían puesto su carrera en lo alto, pareciera que los años no han afectado el ingenio de este escritor, quien simplemente desafía la lógica y nos adentra en su mundo propio hecho a su entero capricho, primero llevándonos a través una curiosa “global”, en la cual personajes distantes en diversos rincones del mundo son picados por abejas, lo cual en nuestro mundo no debiese tener trascendencia mayor, sólo que en este universo creado por Coupland las abejas han dejado de existir, por lo que Coupland nos maneja en paralelo la historia de cada uno de estos personajes, los cuales, el mismo Coupland compara con los chicos que encontraron el boleto dorado en el libro de Willy Wonka, aunque aquí los personajes, a los cuales conocemos de manera profunda a través de los escritos de Douglas, para después ser casi abducidos a laboratorios, en dónde son estudiados y analizados para después ser reunidos en un distante refugio con el fin de que se conozcan y es aquí, precisamente dónde la historia da un inusual giro, totalmente inesperado, debería decir muy a la Murakami, en la cual Coupland nos suelta una parte casi alucinante que nos llevará unas cuantas hojas para poder retomar, para luego sacudirnos con su infinita sagacidad e ingenio inigualable, en una suerte de Decameròn alucinante llevado a nuestros días.

Poco a poco Coupland nos va dando pistas de esta compleja historia, cada personaje aportando de manera inconciente piezas del complejo rompecabezas, un acomodo de eslabones magistral por parte de Coupland para llevarnos a un planteamiento insólito, que tiene mucho que ver con conceptos como la soledad y la colectividad, la tecnología, la humanidad y la adicción, los personajes gracias a ese piquete de abeja y a Internet, terminan convirtiéndose en celebridades, cuya fama, que para muchos podría ser un instrumento de una sociabilidad mayor, termina aislándolos del resto del mundo, pero uniéndolos entre si, mientras que de manera paralela les vamos conociendo, son reunidos por un científico francés que les pide improvisar historias y contárselas entre ellos lo cual termina convirtiendo el libro en todo un suceso meta físico a la vez que estas historias se hacen parte de la historia y nos van revelando el fondo de la trama, en la cual descubrimos sobre las abejas, su desaparición, la soledad de la lectura, la sociabilidad de contar historias y una droga aislante social conocida como Solòn.

Coupland es un genio perverso y mediante sus personajes lleva a los extremos su peculiar sentido del humor, cada una de las historias que van narrando los personajes consigue doblarnos de la risa, pero a la vez nos mantiene atentos detectando la parte proporcional de la psique de cada uno de los personajes, y  la parte de información que nos va liberando y que va armando las piezas para al final entender que es lo que realmente ha puesto juntos a estos personajes y quien esta tras de esta singular reunión.