Rod Stewart-Time (2013)
Rod
Stewart-Time (2013)
Se que en estos momentos hablar de Rod
Stewart es hablar de un artista ya casi irrelevante, decadente, con muy poco
que aportar como novedad a estos tiempos modernos, supongo que Rod lo ha de
saber mejor que nadie, tanto que desde hace más de 20 años que Rod el ex The
Mod, no producía música nueva, habiendo estancado en giras conmemorando sus
éxitos musicales o en proyectos de covers,
alguna vez señalé que sentía tristeza por Rod ya que era mi vocalista favorito
y lo consideraba un artista que había traicionado de manera enorme su talento,
con una voz inmediatamente identificable, una capacidad de transmitir emociones
como pocos y un carisma brutal, además de que en sus tiempos Rod era un
inconformista de primera, tanto así que fue de las primeras opciones que Jimmy
Page consideró para su proyecto próximo a convertirse en Led Zeppelin, sólo que
para mala suerte de Page, Stewart ya se había aliado con otro monstruo sagrado
de la guitarra, Jeff Beck, con quien ya se había propuesto inventar el heavy metal, para muestra esos dos
primeros discos con el Jeff Beck Group, dos de mis discos favoritos y
monumentos en lo que sería el proto heavy metal.
Stewart no se conformó con su trabajo con
Beck, se asoció con otros individuos y formó los Faces, nuevamente
convirtiéndose en pionero de otro genero a popularizarse en el futuro, el punk,
esto al tiempo que Stewart lanzaba una exitosa carrera como solista, en un
proyecto inspirado obviamente el rock, en el folk y obviamente en la personalidad de Rod, una especie de Dylan,
no tan profundo, no tan talentoso, pero salido de las calles, con una voz
desgastada naturalmente que denotaba la de un tipo en desgracia, con el cual no
era difícil identificarse.
Pero como todos sabemos, Stewart echó su
carrera por la borda a finales de los 70s y a principios de los 80s, Stewart se
ha de burlar de mi, ya que probablemente esta fue la época en que más dinero
ingresó a su cuenta, y cuando a más fiestas en el jet set fue invitado, obviamente Rod siguió el camino fácil despegó
por las nubes, pero igual sus aportaciones verdaderamente artísticas e
inspiradoras dejaron de existir.
Pero dejemos la historia a un lado y
concentrémonos en el presente, en el que Rod sorpresivamente nos entrega un
disco que si bien no redime una serie de tristes decisiones, si se convierte en
una esperanzadora señal en la carrera de un artista que ya dábamos por acabado,
y es que este Time representa de alguna manera un regreso a las raíces sonoras
de Stewart, si bien, no hay nada de su época con Jeff Beck (bueno tal vez
algunos sonidos extravagantes en la guitarra), tenemos esas cuerdas celtas que
acompañaron muchos de los éxitos solistas de Stewart en los 70s, como la
inmortal e inolvidable Maggie May, que a muchos nos rompió el corazón, puesto
de manifiesto en She Makes Me Happy, Stewart trata de asimilar el papel,
nuevamente, del “perdedor con encanto”, que solía usar en los 70s, algo que
resulta por demás difícil de comprarle ya que no olvidemos que Stewart hasta
dueño de un equipo de fútbol es en sus tierras natales, aún así, Stewart
consigue conectar con el escucha ya que se muestra vulnerable y nostálgico,
intenta, se arriesga y eso es lo importante, incluye ruidosas guitarras en Cant
Stop Me Now, que sería algo así como la versión de Stewart de Andrew WK, con
sus letras motivacionales y guitarras furiosas, y aquí nuevamente Stewart hace
uso de la deliciosa nostalgia que le rodea, ya como un hombre maduro, como
veterano contando pasajes de su carrera con un efecto bastante positivo, algo
que ya Stewart hacia en su juventud (otra vez la inmortal Maggie May) con
gran efecto, y continúa, aunque ahora en
un tono más reflexivo en Its Over, o en Brighton Beach, dónde esas
arrebatadoras cuerdas nuevamente respaldan a Stewart en un tremendo relato
sobre la juventud, en la cual Stewart nos comparte el recuerdo de un amor de
juventud, del cual se pregunta su paradero, ¿En la época del Facebook puedes
decirnos Rod que has perdido la pista de un viejo amor? Difícil de creer, y
después nuevamente Stewart se pone las pilas y se pone dinámico entre
energéticas guitarras, otro tema sobresaliente de disco y en dónde nuevamente
Stewart se encuentra con mente positiva, lo cual se transmite a la perfección,
la voz de Stewart en estupenda condición y forma, y eso es algo digno de
reconocerse, Stewart continua teniendo ese poder para meterse bajo la piel y
estrujarnos el alma de vez en cuando, y ni que decir de Live The Life, que
podría sonar a un imaginario demo de Stewart cantando el Hard Luck Woman que los
de Kiss escribieron para él, pero que termino cantando Peter Criss (quien de
hecho suena muy similar a Stewart.
Guitarras que crujen con fuerza se hacen
presentes en Finest Woman, un tema en el cual Stewart pareciera recrear algunas
de sus aventuras con los Faces, el único detalle aquí es lo difícil que resulta
conectar con un septuagenario de sangre caliente, quizás una de las fallas
conceptuales de algunos temas, ya que de sobra resulta inverosímil y hasta
triste imaginarse a Stewart detrás de jovencitas que ya hasta pudieran ser sus
nietas (¡!)
En Time, Stewart se confiesa, nos hace
saber que el tiempo no nos espera, tal vez una reflexión que hace eco en su
carrera, Time en los 70s pudo haber sido un gran disco, pero luego de décadas
de errores, difícilmente encontrará un sitio importante en una carrera muy
dañada, no se discute el talento de Stewart, el cual por el contrario, siempre
hemos reclamado su desperdicio, Time suena a una despedida, tal vez la ultima
muestra de ambición artística de Stewart antes de convertirse en un mero
espectador del mundo de la música, si tan sólo los Stones se pudieran despedir
de esta manera.
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