Grazhdanskaya Oborona- Popaganaya Molodyezh (1985)
Grazhdanskaya
Oborona- Popaganaya Molodyezh (1985)
Si, la verdad me hubiera encantado ver a
John Lydon AKA Johnny Rotten treparse el muro de Berlín, como cantaba en el
Holidays In The Sun, e irse a vivir al mundo del socialismo, sobre todo ese
socialismo totalitario mal llevado e hipócrita practicado en la URSS , en dónde las garantías
individuales eran suprimidas en todo momento por el gobierno, seguramente
Rotten hubiera sido callado en minutos, enjuiciado, torturado y enviado a
cumplir con trabajos forzados a la fría región de Siberia, después de todo, los
gobiernos totalitarios de la URSS
nunca hubieran permitido la proliferación del punk en las regiones protegidas
por la legendaria Cortina de Hierro, y menos a un libre pensante como Lydon
resultó ser después de quitarse su disfraz de Johnny Rotten.
Grazhdanskaya Oborona nació a principios de
los 80s, en la fría y hostil región de Siberia, el cerebro, corazón y alma de
la banda sería el entrañable Egor Letov, un punk tan iconoclasta como en
esencia Lydon lo fue, llevando la cabellera larga, vistiéndose más como un
hippie que como un punk, desarrollando su propio sistema de sonido y de
grabación y creando un universo sonoro subversivo, inteligente, radical y
peligroso, captado en las estrechas cocinas de esos reducidos apartamentos
rusos de los ochentas.
Aunque Grazhdanskaya Oborona se concibió
como un grupo, definitivamente era más un concepto para la fértil mente de
Letov (con más de 50 discos creados circulando en el mercado negro de la URSS ), con temas grabados por
el a cargo de todos los instrumentos y la voz, con letras atacando al represivo
gobierno de aquellas épocas, en que la disidencia era arrestada, torturada,
enviada a Siberia o en el peor de los casos desaparecida, Letov se enfrentó a
todo esto convirtiéndose en un símbolo de la rebelde juventud de los 80s, del
inicio de la caída del hipócrita sistema socialista que prometió el comunismo y
nunca lo cumplió.
Letov era un científico loco en un
primitivo laboratorio, experimentando con rudimentarias grabadoras, y cuanto
instrumento tenía a la mano, yendo de un punk bastante callejero, salvaje y
brutal, al un surf surrealista y
psicodélico, al ruido estático más monstruos y llegando al sonido folklórico de
la época lleno de tristeza y pesimismo, una mezcla extrema, alucinante, difícil
de concebir en un país que no fuera extremo en su esencia como la desparecida
URSS.
Popaganaya Molodyezh o algo así como
juventud sucia es un tema violento que da nombre a este disco editado en 1985,
con veloces baterías y fieras guitarras
que rayan en el ruido puro, con un Letov soltando su rebelde retórica con una
mezcla de rasposa fiereza e irritantes quejidos punk, siempre introduciendo
claro elementos de nostálgica melodía a través de su guitarra que denotaban sus
raíces rusas, Charuzhi Vseh Izmereniy es el otro lado de la moneda, un tema en
el cual la guitarra de Letov comienza de manera tímida, la voz melancólica de
Letov domina el tema y después se convierte en un lamento monumental a la vez
que la guitarra a su comando se convierte en una pared de sonido poderosa en
uno de los temas más sobresalientes del disco.
En Dvaitsya V Glazah, Letov se acerca un
poco al punk primitivo y salvaje de unos Crass, aunque indiscutiblemente
especial y único, aunque en las guitarras y en la voz de Letov notamos un poco
ese quejido molesto del punk ingles, y después tenemos temas como Starast Ne
Padost, dónde Letov pone de manifiesto la música folclórica de su país,
reflejando el deprimente estado ciudadano de la promesa comunista no cumplida
por el socialismo, mientras que retoma las credenciales punk en un tema como Ja
Viduman Naproch, definitivamente lo más cercano que he escuchado a Letov del
punk tradicional, mientras que la melodía de Nenavizhu Zhenshchin resulta
arrebatadora de principio a fin, para después darnos un extraño y vibrante
paseo por algo que pudiera ser descrito como música surf surrealista y bizarra.
Pero la música d Letov no deja la
brutalidad en ningún momento y tanto su música como sus vocales se vuelven bestiales
en Ne Smeshno, sin duda un tema demoledor con impresionante intensidad capaz de
reventar los oídos y las bocinas, mientras que Mama Blyu tiene curiosos toques
de algo similar al reggae y la
expresiva guitarra de Letov invadida por la distorsión en un tema de particular
sonido, para después lanzarnos un muy particular blues con dosis masiva de ruido blanco en Nikak Ne Nazivayetsya.
Popaganay Molodyezh es un sobresaliente
disco a cargo de un Letov en pleno uso de sus rebeldes facultades, aumentado por
generosas dosis de ruido y la intensidad de cada una de las composiciones,
algunas en verdad sorprendentes e inclasificables por momentos como Zoopark,
dònde Letov pareciera inspirarse en gente como Buddy Holly o Eddie Cochran y
deja salir la nostalgia a todo lo que da, y ni que decir de la bastante bizarra
Mama, mama…, una suerte de dub soviético que es necesario escuchar para
poder creerlo, ¿Escucharía Letov alguna vez a Lee Scratch Perry?, un disco
celebre, grabación underground casera
que circulo entre la juventud de la época, a cargo de un Letov siempre
fugitivo, huyendo de la KGB ,
y pensar que las Pussy Riot se quejaban por los dos años de prisión que Putin
les dio, que le pregunten a Letov que hasta al psiquiátrico fue a dar en años
de Andropov, sólo un loco podría estar en contra del Partido.
Comments
Post a Comment