Pixies- Indy Cindy (2014)



Pixies- Indy Cindy (2014)

“Siempre estoy haciendo regresos, pero nadie me dice nunca dónde he estado”
Billie Holiday

La vieja historia de que conocí la música de los Pixies por mera causalidad es cierta, mientras trabajaba en mi adolescencia en una tienda de discos, alguna vez un cliente llegó a preguntarme por un disco de “los Pixies”, ignorante busqué en el sistema y me di cuenta que si existía tal grupo y que no era una invención de aquella persona, lleno de curiosidad le pregunte ¿Qué tipo de música hacían estos “Pixies”?, la respuesta fue “música alternativa”, si desde ahí el termino me causó aversión, un término que no te dice nada y que puede albergar desde lo más sublime hasta lo más mediocre, mejor dime solamente que tocan música y tal vez ello me dé una mejor pista ¿no? o desentraña un poco en la mística y dime que los Pixies tocan una soberbia mezcla de música surf, punk rock que se debate entre una extrema dinámica de sonidos duros y suaves con letras salidas de una película de David Lynch, pero una rara como Eraserhead, no la Straight Story, que cómo decía Buñuel:  “ La película más rara que yo pudiera hacer es una muy normal, una con una familia normal que haga cosas normales”, “ Eso sería raro viniendo de mí”, bueno, Buñuel no la hizo, pero la hizo Lynch.

En el 91 Doolittle tenía un par de años grabado y fue mi primer contacto con la banda, Debaser, Wave Of Mutilation, Here Comes Your Man y Money Goes To Heaven, Doolittle es casi un disco de grandes éxitos de los Pixies, conteniendo muchos de los mejores temas de la carrera de la banda, después de ese me conseguí el Trompe Le Monde, recién editado por la banda y que resultaría ser su última grabación antes de desintegrase, cerrando un capítulo de la banda en plena cumbre de sus poderes creativos.

Más de 20 años han pasado desde aquel furioso Trompe Le Monde, y los Pixies ya nos habían avisado de muchas maneras su inminente regreso, presentaciones esporádicas, giras y varios eps que en sucesión empezaban a cuajar, obviamente la banda se encontró en una encrucijada que le dificultaba materializar su regreso, giras y giras y nada de material nuevo les ponía en riesgo de convertirse en una banda de nostalgia, algo que hasta los Beach Boys supieron sortear con un disco de muy buen nivel, por lo que los Pixies fueron curiosamente armando un nuevo disco de la mano de quien fuera su productor de cabecera, Gil Norton, un hombre nacido para producir un disco decente a Nirvana, algo que nunca sucedió, pero cuyo trabajo con los Pixies nuevamente pareciera darle un fuerte empuje a la banda para atreverse nuevamente a grabar en estudio, el resultado, Indy Cindy, armado de manera anticipada con temas  editados recientemente por la banda en forma de eps, este disco muy probablemente no sumará admiradores a la banda, pero se alinea decorosamente a la discografía ya editada por estos con méritos suficientes.  

Los primeros acordes de what Goes Boom por segundos me traen a la mente del Detroit Rock City de los Kiss, nada más lejano de la realidad, el tema hace una buena mezcla de ensoñadoras vocales por parte de Francis y los aguerridos riffs de Santiago, la banda reactiva ese suave y duro manejo de las melodías que tanto entusiasmo en su momento a Kurt Cobain, anotándose un buen punto inicial a favor de la banda, Green And Blues retoma esas melodías un tanto alucinantes del pasado como Here Comes Your Man o Velouria, temas que si no fueran tan extraños en sus letras y arreglos pudieran haber funcionado en la radio, Pixies saca aquí su lado accesible y este continua mantenido el disco a flote con un entrañable coro por parte de Francis.     

Hermosas y soleadas guitarras surf se asoman en Indy Cindy, el lado siniestro de los Pixies empieza emerger aquí, a diferencia de los desencajados eps, aquí la banda muestra que en el global, como Rusia, para bien o para mal, ha conseguido recobrar su identidad, Francis suena poseído e inspirado, más que en años recientes, mientras que para Bagboy liberan un curioso intro electrónico que desconcierta, esto antes de que las guitarras de Santiago empiecen a chillar de manera furiosa, un tema de duras baterías, toda una sorpresa sonora en el universo Pixies, pero bien amalgamado, si no memorable del todo.

Indy Cindy es un disco que si bien nos deja tranquilos por el hecho de ser un “genuino” disco Pixies, no termina de despegar como debiese, si bien los desgarradores riffs de Blue Eyed Hexe prenden, el tema suena más cercano a los AC/DC de los hermanos Young, que algo clásico de Francis y compañía, la banda cuando más duro pretende salir termina saliéndose de personaje, y aquí es dónde el disco nunca termina de consolidar su propuesta, las melodías hipnótica y hermosas siguen apareciendo, como en Ring the Bell, pero ese alucinante equilibrio entre la cordura, la ternura, la locura y la intensidad nunca alcanza los grados de tensión del pasado, la esquizofrenia que practicaba Francis en el pasado ha madurado y ahora se asoma solo de manera tímida, y eso la verdad, no es del todo bueno, y la promesa no se acaba de cumplir.         

  

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