Swans- To Be Kind (2014)



Swans- To Be Kind (2014)

“Pregúntense si el sueño del cielo y la grandeza deben esperar por nosotros en nuestras tumbas, o si deben ser nuestros aquí y ahora en esta tierra.”
Ayn Rand   
 
De algo estoy seguro, para poder apreciar a los Swans de una manera correcta debemos olvidarnos de todo aquello que muchos creyeron que eran, una banda de no wave, una banda de noise rock, lo que sea, en el momento que empezamos a ver a Michael Gira y a sus Swans como la continuación de la escuela de minimalismo de Philp Glass, La Monte Young o Michael Nyman, todo empieza a hacer sentido, claro, está el antecedente de Glenn Branca y Rhys Chatham en un canal muy similar que Gira, sumamente inspirados y sumergidos en el mundo del minimalismo, pero con los amplificadores a todo volumen, camisas de los Ramones y contando como fans a un sin fin de músicos de la gran manzana.

En años recientes, Michael Gira parece haber recuperado por completo su musa, entender la mecánica del negocio musical y ha emprendido nuevamente su batalla por la libre creación, ha editado junto a sus Swans de manera constante una serie de discos robustos, estruendosos y elaborados de una manera soberbia, atrás han quedado los años de excesos y pareciera hoy más que nunca que Gira está listo para sentarse lado a lado con Branca y Chatham, ha producido una serie de discos en vivo o acústicos, cuyas ventas le han dado el impulso para no depender de nadie y poder producirse a sí mismo sus discos de estudio, manteniendo una total libertad en el proceso, sujetándose a ninguna norma, excepto los límites de su propia imaginación, que hay que señalar, es vasta, por si fuera poco, Gira se encuentra rodeado de músicos increíbles, que le siguen ciegamente y suman a la visión creativa de Gira de manera admirable y exponencial.

To Be Kind arranca con la increíble Screen Shot, un vehículo perfecto para la creación minimalista de Gira, baterías, guitarras y bajo se van entrelazando de manera singular, más inspirados en una visión tribal que en el rock moderno, trayendo a la mente bandas cósmicas como Can, Fela Kuti, Magma o los King Crimson, dejando claro que los Swans han dejado de ser una banda de rock común para ascender a los cielos de las bandas clásicas que han revolucionado el mundo de la música en general, con un Gira que no tiene miedo de trabajar con gente como Ben Frost, St Vincent, Devendra Banhart, Bill Rieflin o Thruston Moore.
Es importante mencionar en la versión actual de los Swans la sobresaliente participación de los percusionistas Thor Harris y Phil Puleo, quienes se encargan de añadir un sin fin de instrumentos de percusión, no sólo baterías o tambores, sino claves y pianos que añaden nuevas dimensiones y texturas a la ya de por si impresionante obra de Gira, bien cimentada de esta manera para recibir las ya acostumbradas descargas de guitarras a cargo de Norman Westberg, viejo veterano de la banda, consiguiendo momentos cumbres de tensión, que revientan en un clímax total al final, manifestando de esta manera un modus operandi que Gira ha sabido aprovechar al máximo, como en Just a Little Boy que arranca con una dinámica similar, con un ritmo tribal, muy mínimo y que va siendo poco a poco irrumpido por hostiles texturas, haciendo un soberbio uso a su favor de los silencios, de una atmósfera que se sobre carga de sí misma, que los Swans van saturando poco a poco, no con el volumen directo de sus instrumentos, sino con la pura eterna vibración de esta.

A Little God In My Hands es el primer tema que Gira liberó de este disco, nuevamente con la espada del minimalismo desenvainado, sólo que envuelta en un contexto más cercano al rock, provocador y disruptivo en su ejecución vocal, liberando demonios y jalando sus riendas a voluntad con un sólo movimiento de su mano, brillantemente respaldado por sus músicos, quienes parecieran haber sido hipnotizados previamente por Gira, como actores a las órdenes de Werner Herzog, completamente sumisos a la visión del director, como piezas de un alucinante ajedrez que Gira va moviendo de manera táctica y con una estrategia final en mente.

Como el nombre del grupo sugiere, el sonido de Bring The Sun estalla plagado de majestuosidad, una explosión de enormes proporciones en medio del cosmos, el Big Bang o la gran creación del universo, la banda repite una y otra vez la dosis, pero el estruendo no nos deja caer en trance, más bien, Gira y sus Swans nos maltratan, nos sacuden hasta el cansancio con látigos de sonido puro y duro, después nos lanzan al vacío y desafían la gravedad con sonidos que nos elevan por los aires, obvia es aquí la influencia de Gira en gente como los Earth, los Barn Owl o los mismos Sunn O))) con unos Swans desatando tormentas de pura vibración, controlándola y liberándola a su pleno placer, mientras que con Some Things We Do apenas llegamos a la mitad de este enorme disco, con unos Swans contenidos, siniestros, subversivos, fascinados con las posibilidades de la voz humana en su faceta más patética, subyugándola a una subterránea melodía que apenas se dibuja tímidamente, para después dar un radical giro y atacar directamente y a la yugular con She Loves Us!, un torbellino imponente de guitarras y baterías duras y precisas, ciclándose en una repetición que pareciera eterna, que nos roba el aire y que seguramente causara un efecto incómodo en muchos, llevando a cabo el objetivo final de Gira, causar una reacción, buena o mala, la que fuese, pro hacer a un lado la indiferencia, dejando claro que los Swans se encuentran ya en una nueva categoría y son capaces de todo, como lo demuestra la segunda parte de este tema, el segundo más largo del disco, cuando la máquina acelera el paso y nos trae un ritmo mecánico que se niega a cambiar, que cala profundo y se clava en nuestro cerebro, todo esto antes de destruirse en medio del caos total.

To Be Kind es un disco sorprendente, extenso que demanda toda nuestra atención y que al final nos deja totalmente exhaustos, un disco que exige mucho del escucha, que impone sin concesiones la visión de Gira, la cual puede ser sutil, como en Kirsten Supine, dònde Gira se inca ante el altar de la belleza, o como en Oxygen, dònde ese lado despiadado y brutal de Gira se manifiesta por completo.    

Recuerdo que Thor Harris, mientras colaboraba con Ben Frost señalaba que estaba creando uno de los discos más asombrosos de la música moderna, y tenía razón, pero Harris no se refería a su grabación con Frost, sino a esta con los Swans.

            
     

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