7 reglas para ser un político populista



7 reglas para ser un político populista.

¿Quieres entrar en la política y transformar tu país? ¿Quieres ser un político popular? ¿Quieres que te vean todas las noches en la televisión?

Aquí están las siete reglas de oro que debes seguir para lograr el éxito como político populista.   
                
      Crea un villano fácil de entender
Recuerda que los políticos con los que estás compitiendo no son sólo tu "oposición". Eso es estirar demasiado la palabra. Ellos deben convertirse en unos "villanos", en el "chico malo" arquetípico. En política populista, el villano es muy importante. Si no se puede mostrar ante tus posibles votantes a un villano que sea responsable de todas las cosas malas que les sucede, de toda su miseria y su pobreza, entonces no tienes ninguna oportunidad en la política populista. Sin embargo, mientras que si al crear un villano te enfocas en algo abstracto - un sistema económico, por ejemplo - entonces tampoco tienes ninguna oportunidad. Tu villano debería ser idealmente una persona o un grupo de personas. A continuación, crea una historia que se base en parte en los hechos empleando además técnicas inteligentes con el fin de crear un villano tipo Joker. Emplea un equipo de intelectuales para escribir artículos y hablar en la televisión para crear esta historia y seguir golpeando una y otra vez.

Crea el más grande súper-héroe
      Una vez que hayas creado al villano, tu próximo trabajo es transformarte en un súper héroe, para vencer al villano. Una vez más se debe asignar un equipo de expertos para crear historias sorprendentes sobre cómo se transformó un individuo ordinario (tu) en un súper-héroe al igual que el chico tímido que se convierte en Spiderman. Recuerda que debes evitar cualquier detalle que revele defectos de tu carácter, el súper-héroe no debe tener malos hábitos; idealmente debería haber sacrificado todo por el bien de la "gente". Al mismo tiempo, debes demostrar que como súper-héroe eres capaz de realizar logros extraordinarios y que eres perfectamente capaz de matar al villano. Con la ayuda de la "gente", por supuesto. Ahí tienes el núcleo de la historia. El héroe contra el villano. Recuerda que esta historia no debe limitarse a una victoria electoral única a pesar de que eso es lo que pretendemos. Debes proyectar que esto es una batalla más grande: el desarrollo frente atraso, etc.
 
          Apela a la emoción en lugar de al intelecto
Este es el principio fundamental que siguen todos los anunciantes, los responsables de series de televisión, los directores de cine que rompen taquilla y las estrellas del pop. Olvida el intelecto, olvida la razón, olvida los argumentos matizados. Lo que tienes que apelar a es el corazón de las personas que te apoyarán. Deben sentir que tú estás luchando su batalla; que estás sacrificando tu vida por ellos. Tienen que llorar por ti, sonreír cuando sonríes, volverse locos cuando les hace señas. Por supuesto que vas a utilizar la razón, pero sólo para hacerte un punto de emocionalmente atractivo. Así que no te preocupes por temas como planes de 5 años o déficit presupuestario, una educación de calidad para los estudiantes de primera generación o términos aburridos como la descentralización del poder, etc. Habla sobre cómo las gentes pisoteadas serán capaces de llevar una vida de honor y dignidad, si llegas al poder. Esos tiempos dorados no están muy lejos. Una vez que el villano sea defenestrado, habrá luz.

      Huye de la complejidad
Se claro. No digas frases como "trabajaron los primeros diez años, pero luego se corrompieron". Mejor expresa: "desde que llegaron al poder han sido corruptos". No decimos "si llegamos al poder luego vamos a hacer nuestro mejor esfuerzo para mejorar la condición de los barrios marginales dentro de las limitaciones del presupuesto y la política nacional en general". Di "cuando gobernemos, todos los barrios pobres recibirán agua y electricidad dentro de 100 días". Si tu mensaje no es claro y simple, se perderá. Va a crear confusión y duda. Tu mensaje debe ser tan claro y tan poderoso como "Coca Cola" o "Just do it". 

       Crea situaciones melodramáticas
       El melodrama es el quid de las películas populares, así como de la política populista. En muchas secuencias finales de películas se lleva a cabo una gran pelea entre el bien y el mal. Del mismo modo en la política populista debes crear situaciones en las que habrá melodramática peleas entre el bien y el mal. Eso es lo que a los medios de comunicación también les encanta mostrar o informar.

      Ofrece resultados rápidos y visibles
Si has llegado al poder tras ganar las elecciones, tu primera tarea debe ser la de ofrecer unos resultados rápidos. Una vez más, evita la complejidad. No entres en los temas complejos como la reforma política, las reformas administrativas, la simplificación de los impuestos, el establecimiento de metas a largo plazo para la economía, el desarrollo de capacidades de los ministros del gabinete, etc. Evita las medidas de política a largo plazo. Nadie se acuerda de ellas. Dentro de 7 días entrega ciertos resultados visibles para los pobres, pero no hagas nada que moleste a los ricos. Haz algo por los alumnos pobres, dales agua corriente a los habitantes de los suburbios, inaugura nuevos pasos elevados. No hables de la reforma policial, suspende a algunos policías. Crea la sensación de que están sucediendo muchas cosas. No existe romance más potente que el romance del desarrollo.

      Date publicidad, date publicidad
Tu obra hablará por ti, eso es una vieja idea. Debes tener un equipo de propagandistas que crearán una avalancha de noticias en los medios impresos, medios electrónicos, facebook y twitter sobre cómo eres capaz de impartir justicia rápida y cuáles son las cosas maravillosas que están a punto de suceder. Debes estar siempre en la primera página. No importa si se trata de una buena publicidad o mala publicidad; al final toda publicidad es buena publicidad.

Así que adelante. La nación te está esperando.

      

 




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