Atrapados por la Soledad
Atrapados
por la Soledad
“Nuestro gran tormento en la vida proviene
de que estamos solos y todos nuestros actos y esfuerzos tienden a huir de esa
soledad.”
Guy de Maupassant
Por: Erre Svaia
Henry David Thoreau, el escritor inglés decía que
nunca había encontrado mejor compañía que la soledad, Einstein decía que la
soledad es dolorosa en la juventud, pero en la madurez la encontraba
disfrutable, yo no recuerdo a quien le escuche decir que la soledad era
deliciosa cuando uno la buscaba, e insoportable cuando uno quedaba atrapado en
ella, pocas veces escuche palabras tan ciertas y es que en gran parte la
soledad dio forma a gran parte de mi infancia y mi adolescencia, siempre
caracterizada por una sensación que viví de ser demasiado adulto para los
chicos de mi edad y demasiado joven para los adultos que me rodeaban.
Me siento más afín a aquellas palabras de Aristóteles que dictaban: "El que disfruta la soledad es o una bestia salvaje o un dios". Y es que de las dos maneras me llegué a sentir alguna vez, con mi rebeldía y mi arrogancia de adolescente, aunque agradezco infinitamente ese tiempo que tuve para pensar a solas tantas veces, tiempo que hoy en día la vida moderna rara vez me da, extraño esa soledad y esa monotonía que coincido cuando Einstein las describía como estimulantes de la mente creativa.
Ame mis tardes de soledad después de salir de la escuela y caminar a la casa, todo ese tiempo para pensar y para analizar el mundo, para idear preguntas y uno mismo buscar respuestas, habrán sabido mis padres que aunque no tocaba los libros de la escuela en la casa, devoraba las enciclopedias, precursoras del infinito océano de información que hoy es internet.
Se requiere a veces verdadero valor para enfrentarse a uno mismo en la soledad, y es a veces desolador cuando uno se sale del trance del "yo" y te das cuenta que falta algo, que la soledad es muy pesada para cargarla uno sólo.
Y traigo esto a colación este tema luego de leer en internet sobre Joyce Carol Vincent, mujer de nacionalidad inglesa fallecida en el 2003, y muchos de ustedes se preguntaran: ¿"Y que si una chica inglesa murió hace 12 años, acaso fue un accidente terrible o un asesinato violento? No, para nada, de hecho, Joyce murió plácidamente, en su departamento mientras veía la televisión.
¿Y cuál es la gran historia aquí?
Joyce fue encontrada muerta en el 2006, más de dos años después de fallecida, sin que vecinos, amigos o parientes se percataran de esto, una muerte terriblemente triste si consideramos que algún vez Joyce tuvo una vida normal como ustedes o yo.
Se dice que Joyce había sido víctima de maltrato por parte de su pareja, algo que la había llenado de vergüenza, y que la llevó a aislarse fe gran parte de sus contactos, un fondo de apoyo a mujeres maltratadas ayudó a pagar parte del departamento en el que vivía Joyce, el otro porcentaje lo pagaba su tarjeta de crédito en automático, cuando la tarjeta se vio topada, hasta entonces el destino de Joyce empezó a llamar la atención y fue cuando sus caseros fueron a buscarla y la encontraron muerta en su departamento, la televisión y la calefacción encendidas, también pagadas por el fondo de apoyo, los olores asociados a un cadáver fueron ocultados por los desagradables olores provenientes de un basurero cercano y lo bullicioso del lugar hizo que nadie notara esa televisión encendida día y noche, poniendo a cada elemento en su lugar para que nadie notara nada extraño en el departamento de Joyce, sus familiares y amigos llegaron a pensar que como Joyce no respondía cartas, correos electrónicos ni llamadas, ella había salido del país para tratar de superar el trauma por el maltrato sufrido.
A diferencia de los alpinistas momificados recientemente encontrados en el Pico de Orizaba, un lugar solitario y de difícil acceso, Joyce no pudo abrazar a nadie al momento de morir, y murió sola en medio del mundo, los dos alpinistas por lo menos se tuvieron uno al otro al final, aún en medio de la nada.
Me siento más afín a aquellas palabras de Aristóteles que dictaban: "El que disfruta la soledad es o una bestia salvaje o un dios". Y es que de las dos maneras me llegué a sentir alguna vez, con mi rebeldía y mi arrogancia de adolescente, aunque agradezco infinitamente ese tiempo que tuve para pensar a solas tantas veces, tiempo que hoy en día la vida moderna rara vez me da, extraño esa soledad y esa monotonía que coincido cuando Einstein las describía como estimulantes de la mente creativa.
Ame mis tardes de soledad después de salir de la escuela y caminar a la casa, todo ese tiempo para pensar y para analizar el mundo, para idear preguntas y uno mismo buscar respuestas, habrán sabido mis padres que aunque no tocaba los libros de la escuela en la casa, devoraba las enciclopedias, precursoras del infinito océano de información que hoy es internet.
Se requiere a veces verdadero valor para enfrentarse a uno mismo en la soledad, y es a veces desolador cuando uno se sale del trance del "yo" y te das cuenta que falta algo, que la soledad es muy pesada para cargarla uno sólo.
Y traigo esto a colación este tema luego de leer en internet sobre Joyce Carol Vincent, mujer de nacionalidad inglesa fallecida en el 2003, y muchos de ustedes se preguntaran: ¿"Y que si una chica inglesa murió hace 12 años, acaso fue un accidente terrible o un asesinato violento? No, para nada, de hecho, Joyce murió plácidamente, en su departamento mientras veía la televisión.
¿Y cuál es la gran historia aquí?
Joyce fue encontrada muerta en el 2006, más de dos años después de fallecida, sin que vecinos, amigos o parientes se percataran de esto, una muerte terriblemente triste si consideramos que algún vez Joyce tuvo una vida normal como ustedes o yo.
Se dice que Joyce había sido víctima de maltrato por parte de su pareja, algo que la había llenado de vergüenza, y que la llevó a aislarse fe gran parte de sus contactos, un fondo de apoyo a mujeres maltratadas ayudó a pagar parte del departamento en el que vivía Joyce, el otro porcentaje lo pagaba su tarjeta de crédito en automático, cuando la tarjeta se vio topada, hasta entonces el destino de Joyce empezó a llamar la atención y fue cuando sus caseros fueron a buscarla y la encontraron muerta en su departamento, la televisión y la calefacción encendidas, también pagadas por el fondo de apoyo, los olores asociados a un cadáver fueron ocultados por los desagradables olores provenientes de un basurero cercano y lo bullicioso del lugar hizo que nadie notara esa televisión encendida día y noche, poniendo a cada elemento en su lugar para que nadie notara nada extraño en el departamento de Joyce, sus familiares y amigos llegaron a pensar que como Joyce no respondía cartas, correos electrónicos ni llamadas, ella había salido del país para tratar de superar el trauma por el maltrato sufrido.
A diferencia de los alpinistas momificados recientemente encontrados en el Pico de Orizaba, un lugar solitario y de difícil acceso, Joyce no pudo abrazar a nadie al momento de morir, y murió sola en medio del mundo, los dos alpinistas por lo menos se tuvieron uno al otro al final, aún en medio de la nada.
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