Sigh-Graveward (2015)




Sigh-Graveward (2015)

“Los viajes de miles de millas inician con un paso”
Lao Tzu

Por: Ghost Writer
La música increíble nos puede llegar de cualquier lugar del mundo de forma inesperada, cambiando por completo cualquiera de nuestras ideas preconcebidas que pudiésemos tener.

Kaedit Nos Pestis es el tema que se encarga de abrir este asombroso disco titulado Graveward a cargo de esta legendaria banda llamada Sigh, banda japonesa capaz de crear asombrosos sonidos partiendo de una base Black metal que en ningún momento pareciera limitarles cuanto a ambición musical se refiere, la banda hace gran uso de teclados y arreglos cadi sinfónicos y un sentido de lo épico parte Magna, parte Mercyful Fate que definitivamente los pone a la vanguardia dentro del estridente tener metálico.

Estos japoneses que empezaron de una forma más tradicional dentro del mundo del Black metal, apadrinados por el siniestro Euronymus de los tremendos Mayhem, muestran aquí una inclinación natural a bandas inusuales como los Il Balletto di Bronzo y a arreglos barrocos sumados a vocales  wagnerianas, lo cual definitivamente muestra una increíble evolución y una identidad que los ha hecho alejarse de senderos tradicionales y abordar su música de una forma mucho más experimental sin abandonar esas guitarras como sierra muy a la Slayer, y esas vocales imposibles como solo los franceses Magma parecía capaces de traernos.

The Tombfiller es un trabajo asombroso, combinación única de guitarras rabiosas, una impresionante sección de metales y esa mezcla de intricados coros y etéreos teclados que definitivamente pone a estos japoneses en una categoría muy aparte, merecedores de llamar la atención con tan única propuesta.
 
Black metal ¿Quién sabe? Pero la rabiosa furia se hace presente con unas vocales salidas del mismísimo infierno y una capacidad de ejecutar se una manera tan diestra o más que la solían mostrar los legendarios Emperor en sus mejores tiempos.

La banda en todo momento se muestra osada y toma enormes riesgos como en The Molesters of My Soul, con los vibrantes metales, algo de electrónica e incluso hip hop expuesto de una forma imposible de describir, para después retomar la descarada furia aderezada con algunos matices de folk japonés.

Sigh es una banda increíble que demanda atención inmediata, ignorar algo así es negarse la oportunidad de disfrutar un fenómeno música milagroso, una auténtica joya de la creatividad y el ingenio musical, pura ambición de la buena y uno de los mejores discos de lo que va del año.



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