El Hombre del Momento



El Hombre del Momento

“Hubo una gran falta de libertad en los regímenes comunistas, pero al menos había humanidad al centro de su pensamiento.”
Alexis Tsipras

Por: Erreh Svaia

Carl Jung fue el que dijo: " El hombre que promete todo, seguramente no cumplirá nada, y todo el que promete demasiado queda en peligro de usar medios mezquinos para buscar cumplir esas promesas, encontrándose de esta forma en el camino a la perdición", pareciera que estas palabras de Jung, el célebre psiquiatra suizo describieran a la perfección los mentirosos gobiernos populistas a los que nos enfrentamos hoy en día, dejemos de pensar ya en gobiernos de ultra derecha o  cuasi fascistas , como el origen de esta amenaza, ya que el socialismo en el siglo 21, como lo ha venido pregonando Heinz Dieterich Steffan, no es otra cosa que la abominable unión del populismo y el autoritarismo, disfrazados como un socialismo progresista y "democrático", si, el socialismo "moderno" ha dejado de ser un tema de lucha de clases, ricos y pobres, para convertirse en un discursos de la clase política contra el resto del mundo, discurso que tanto ha favorecido a personajes de del sur, ya sea América del Sur, o el Sur de Europa, de entrada podemos asumir que los pésimos manejos de los gobiernos actuales en todo el mundo tienen mucho de la culpa del auge de estos "social populistas" modernos, que han sabido jugar con la desesperación del ciudadano sin poner freno a las promesas, para después no honrarlas después y hacer un descarado clamor a las emociones, argumentando ser “la voz del pueblo.”

El gobierno de Alexis Tsipras en Grecia, salido de la izquierda, prometió poner fin a la austeridad impuesta por Alemania vía la Unión Europea, Tsipras capturó la frustración del pueblo griego ante la compleja situación de poco gasto social y pocos empleos, y apeló a sentimientos nacionalistas que repudiaban las directrices alemanas,  para hacerse del poder, prometiendo un el paraíso mismo a través del voto, paraíso que ante los ojos de la desesperada población griega era posible con sólo voluntad, sin un plan sensato y sin una estrategia que contemplara movimientos bilaterales y no sólo una visión unilateral de desafío y fuerza.

Tsipras tenía razón en cierta forma, la clase política griega estaba podrida y había llevado al país a la bancarrota, décadas de gobiernos corruptos pusieron al país helénico en una situación insostenible, de no ser por el rescate de la Unión Europea y la subsecuente aceptación de medidas para hacer pago de este rescate, y ahí es donde el error de Tsipras tuvo su origen, ya que romper el compromiso no es algo para tomarse a la ligera, ni corresponde a la voluntad de un país, menos de una persona, corresponde a una decisión global, corresponde a un compromiso que va más allá de una visión local como Tsipras quisiera verlo, el perdón de la deuda griega implica abrir la puerta al perdón de la deuda de otros países como España, la salida de Grecia de la UE, implica abrir la puerta para la salida de otros países, el debilitamiento de la UE y su posible posterior desintegración, en pocas palabras, lo que Tsipras empeñó para obtener el voto es algo que está muy fuera de su alcance.

El 9 de abril que nuevamente se llega un plazo para Grecia y el cumplimiento de sus obligaciones, Tsipras podrá pasar a la historia de una manera infame, como el hombre que no robó en el gobierno griego, ya que no queda mucho que robar, con el país cercano a la bancarrota, como el mártir que quería salvar a su pueblo, pero que fue impedido  por las grandes potencias europeas, podrá haber lágrimas de por medio y un reclamo sentido como suelen hacer los populistas al verse copados, como el hombre que quiso un trato especial y el perdón de una deuda que también adquirieron otros países para su rescate, lo qué haría imposible hacer solo una excepción, demostrando una falta de entendimiento de las dinámicas mundiales.

Peor aún, Tsipras podría pasar a la historia como el ejemplo de que los populistas no cumplen, algo que sin duda afectará a otros populistas en Hungría, Italia o España, de que la Unión Europea pudiera venirse abajo propiciando un calentamiento de ánimos que podría poner a Europa al borde de una nueva guerra mundial, o finalmente, Tsipras podría pasar a la historia como el hombre que para librar a Grecia de sus responsabilidades vendió a su país (algo de lo que México sabe un poco…), como hicieron los cubanos con la URSS, o los Venezolanos con China para cumplir con sus promesas,  hipotecando esa soberanía nacional que tanto pregonaron defender.

Tsipras para bien o para mal, es el hombre del momento, uno difícil que parece agotarse.

Resultaría irónico que siendo Grecia el país que le dio al mundo la democracia, termine convirtiéndose en un ejemplo muy poderoso de a lo que nuestra indisciplinada y enferma democracia nos ha llevado, las decisiones de Tispras tendrán gran repercusión a nivel mundial, ya sea de forma económica o política y pudiera convertirse en la prueba principal, de nuestra época de las consecuencias del engaño populista.
 

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