Blur-The Magic Whip (2015)
Blur-The
Magic Whip (2015)
“En la ciudad de Pyongyang, no tienes que ver muy
lejos para encontrar una imagen del Gran Líder, Kim Il Sung, ellos aman al
tipo, él es el responsable de la maravilla que hoy es Corea del Norte.”
Henry Rollins
Por: Ghost Writer
Oriente parece estarse convirtiendo en la tierra
del mañana con países como China e India imponiendo el paso de la economía
mundial, inspirados en el choque de culturas en oriente, el pasado y el futuro
chocan de frente y el resultado puede ser el despegue ejemplar de Singapur, las
pugnas estudiantiles en Hong Kong y el aislamiento amenazante y nuclear de
Corea del Norte.
Algo para mí se ha hecho obvio en este The Magic Whip, y eso es que este podría ser el mejor disco solista de Damon Albarn, su visión artística domina este disco a pesar de ser un trabajo "grupal", pero es el espíritu "todo vale" de sus discos el que parece dominar esta grabación y la que precisamente le da su libertad y confianza para tomar todo tipo de riesgos, desde la sórdida y orquestal Lonesome Street, hasta la estridente y duramente rítmica Go Out, que va incluso un poco más allá en cuanto a decibeles de lo que los Blur solían presentar adentrándose en el mundo del post punk de unos PIL o en el mundo postmoderno de los Clash (incluso podría considerar este disco como la versión oriental del europeo Zooropa de los U2).
El sonido maduro e introspectivo de los discos solistas de Albarn se puede sentir en la pesadez emocional de Ice Cream Man, que pareciera el trabajo de un hombre un tanto apesadumbrado por el mundo moderno, las distancias, y la melancolía, mientras que en Thought I Was a Spaceman revela la sustitución de su interés exacerbado por África, por la exploración de ritmos orientales, y un enfoque al parecer inspirado en los sonidos accidentales tipo Brian Eno empiezan a convertirse en el gran motivador de Albarn.
I Broadcast es un hermoso ejercicio altamente rítmico con algo de la influencia de bandas como Can en el aspecto exploratorio y mecánico de la ejecución y que coloca a estos Blur en un territorio en el que los Radiohead son el rival obvio y en el que el talento de Albarn y de Coxon en conjunto, como lo muestran en My Terracotta Heart podrían ser la clave que les de la gran ventaja.
Pero es difícil poner a estos Blur y a Albarn en especial bajo a una sola etiqueta y eso lo demuestra el cabaret postmoderno que arman en There Are Too Many of Us, que pareciera ser la obra de un Bowie si hubiese cambiado la oscura y deprimente Berlín por la vibrante y cosmopolita Hong Kong, idea simular que surge nuevamente al escuchar la estridente Mirrorball, tema encargado de cerrar este exótico disco en el que la visión posmoderna de Albarn se impone y convierte a estos Blur en una fiera agrupación de experimentadores con una carrera nuevamente y un futuro adelante completamente en sus manos.
Algo para mí se ha hecho obvio en este The Magic Whip, y eso es que este podría ser el mejor disco solista de Damon Albarn, su visión artística domina este disco a pesar de ser un trabajo "grupal", pero es el espíritu "todo vale" de sus discos el que parece dominar esta grabación y la que precisamente le da su libertad y confianza para tomar todo tipo de riesgos, desde la sórdida y orquestal Lonesome Street, hasta la estridente y duramente rítmica Go Out, que va incluso un poco más allá en cuanto a decibeles de lo que los Blur solían presentar adentrándose en el mundo del post punk de unos PIL o en el mundo postmoderno de los Clash (incluso podría considerar este disco como la versión oriental del europeo Zooropa de los U2).
El sonido maduro e introspectivo de los discos solistas de Albarn se puede sentir en la pesadez emocional de Ice Cream Man, que pareciera el trabajo de un hombre un tanto apesadumbrado por el mundo moderno, las distancias, y la melancolía, mientras que en Thought I Was a Spaceman revela la sustitución de su interés exacerbado por África, por la exploración de ritmos orientales, y un enfoque al parecer inspirado en los sonidos accidentales tipo Brian Eno empiezan a convertirse en el gran motivador de Albarn.
I Broadcast es un hermoso ejercicio altamente rítmico con algo de la influencia de bandas como Can en el aspecto exploratorio y mecánico de la ejecución y que coloca a estos Blur en un territorio en el que los Radiohead son el rival obvio y en el que el talento de Albarn y de Coxon en conjunto, como lo muestran en My Terracotta Heart podrían ser la clave que les de la gran ventaja.
Pero es difícil poner a estos Blur y a Albarn en especial bajo a una sola etiqueta y eso lo demuestra el cabaret postmoderno que arman en There Are Too Many of Us, que pareciera ser la obra de un Bowie si hubiese cambiado la oscura y deprimente Berlín por la vibrante y cosmopolita Hong Kong, idea simular que surge nuevamente al escuchar la estridente Mirrorball, tema encargado de cerrar este exótico disco en el que la visión posmoderna de Albarn se impone y convierte a estos Blur en una fiera agrupación de experimentadores con una carrera nuevamente y un futuro adelante completamente en sus manos.
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