Tyler The Creator-Cherry Bomb (2015)
Tyler The
Creator-Cherry Bomb (2015)
“La innovación distingue entre los seguidores y los líderes.”
Steve Jobs
Por: Ghost Writer
He seguido efusivamente la carrera de Tyler The Creator, y
digo efusivamente porque las grabaciones de este "niño terrible" han
resultado una agradable corriente de aire fresco en medio de la estancada
atmosfera del hip hop, con gente como Kanye West, Lil B y Tyler como los
punteros reales de toda una revolución música dentro de este género con el fin
de sacarlo del estéril campo del gangsta, la violencia criminal y la misoginia
sin sentido.
Es posible que Cherry Bomb sea violento y misógino como duele serlo en general el hip hop, pero todo esto resulta llevarse a cabo en un universo surreal, con un input de sonidos diversos enfocados a crear toda una experiencia sónica en búsqueda de una expresión artística y no solo la agresión estéril de chicos con armas, cadenas y chicas voluptuosas.
Desde Deathcamp queda claro que ataque sónico de Tyler es punto y aparte, su música es un conjunto de ataques vocales y sonoros estridentes que me recuerda la saturación de sonidos que conseguían los PE de una manera tan singular.
A pesar de que muchos pudiera hacer menos a Tyler por su juventud, el chico a mostrar como pocos un deseo por despegar, por hacer las cosas de una forma distinta empujando el género hacia una evolución de formas y de sonidos, el hip hop es llevado por Tyler más allá de las rimas, y se convierte en un conjunto de sonidos, ensambles, actitud y un deseo de independencia total, encontrando un modus operandi anárquico que lo pone en ruta de hacia dónde va el hip hop que queremos ver en el futuro, un oasis de creatividad y de ideas diversas y no como el producto de un grupo de maleantes callejeros sin talento.
Buffalo es un tema lento y amenazante, con poderosas percusiones, sintetizadores neón y un Tyler bestial en la voz, mientras que el ataque sonoro en Pilot adquiere dimensiones casi tribales, la mezcla se satura y por momentos llega a ponerse al rojo vivo, Tyler juega con el ruido blanco, con la cacofonía y con la contundencia de las percusiones, consigue esa atmósfera perfectamente que nos hace pensar en un todo en el que las rimas no subsisten sin el ataque sonoro, ni este sin las rimas, mientras que en Run nos trae algo hasta cierto punto similar al llamado Cloud Rap consiguiendo esa densa saturación de sonidos y después desconcierta los sentidos nuevamente con el jazz lounge de Find Your Wings que pudiéramos confundir con uno de esos temas del ostentoso No Pier Pressure de B
rian Wilson, Tyler nuevamente antepone aquí su
experimentación sonora y esa madurez que suele mostrar repentinamente y crea un
asombrosamente plácido tema que dejara boquiabiertos a muchos y que solo sirve
de antecesor del brutal noise rap de Cherry Bomb que es puro terrorismo sonoro
de alto calibre, cuyos tonos cacofónicos pudieran traernos a la mente a un muy
dañado Philip Glass.
Es posible que Cherry Bomb sea violento y misógino como duele serlo en general el hip hop, pero todo esto resulta llevarse a cabo en un universo surreal, con un input de sonidos diversos enfocados a crear toda una experiencia sónica en búsqueda de una expresión artística y no solo la agresión estéril de chicos con armas, cadenas y chicas voluptuosas.
Desde Deathcamp queda claro que ataque sónico de Tyler es punto y aparte, su música es un conjunto de ataques vocales y sonoros estridentes que me recuerda la saturación de sonidos que conseguían los PE de una manera tan singular.
A pesar de que muchos pudiera hacer menos a Tyler por su juventud, el chico a mostrar como pocos un deseo por despegar, por hacer las cosas de una forma distinta empujando el género hacia una evolución de formas y de sonidos, el hip hop es llevado por Tyler más allá de las rimas, y se convierte en un conjunto de sonidos, ensambles, actitud y un deseo de independencia total, encontrando un modus operandi anárquico que lo pone en ruta de hacia dónde va el hip hop que queremos ver en el futuro, un oasis de creatividad y de ideas diversas y no como el producto de un grupo de maleantes callejeros sin talento.
Buffalo es un tema lento y amenazante, con poderosas percusiones, sintetizadores neón y un Tyler bestial en la voz, mientras que el ataque sonoro en Pilot adquiere dimensiones casi tribales, la mezcla se satura y por momentos llega a ponerse al rojo vivo, Tyler juega con el ruido blanco, con la cacofonía y con la contundencia de las percusiones, consigue esa atmósfera perfectamente que nos hace pensar en un todo en el que las rimas no subsisten sin el ataque sonoro, ni este sin las rimas, mientras que en Run nos trae algo hasta cierto punto similar al llamado Cloud Rap consiguiendo esa densa saturación de sonidos y después desconcierta los sentidos nuevamente con el jazz lounge de Find Your Wings que pudiéramos confundir con uno de esos temas del ostentoso No Pier Pressure de B
rian Wilson, Tyler nuevamente antepone aquí su
experimentación sonora y esa madurez que suele mostrar repentinamente y crea un
asombrosamente plácido tema que dejara boquiabiertos a muchos y que solo sirve
de antecesor del brutal noise rap de Cherry Bomb que es puro terrorismo sonoro
de alto calibre, cuyos tonos cacofónicos pudieran traernos a la mente a un muy
dañado Philip Glass.
Hay temas bastante bestiales como The Brownstains
que refrendan la noción de que Tyler es un provocador a gran escala que gusta de
usar los extremos como arma con ensordecedores sonidos y su voz retumbando en
las bocinas en un doble ataque destinado a causar daños mayores.
Cherry Bomb es un disco en el que Tyler finalmente consigue cristalizar todas sus inquietudes musicales, da rienda suelta a sus locas ideas y lo más importante pierde todo miedo a experimentar dentro y fuera del mundo del hip hop.
Cherry Bomb es un disco en el que Tyler finalmente consigue cristalizar todas sus inquietudes musicales, da rienda suelta a sus locas ideas y lo más importante pierde todo miedo a experimentar dentro y fuera del mundo del hip hop.
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