Cuca-La Venganza de Cucamonga (2015)



Cuca-La Venganza de Cucamonga (2015)

“Hay más estupidez que hidrógeno en el universo, y tiene un mayor tiempo de vida.”
Frank Zappa

Por: Ghost Writer
El DF tiene a Molotov y Jalisco tuvo a Cuca, debo mencionar que a pesar del paso de los años luego de la terminación de esta legendaria banda tapatía, su regreso resulta más sucio y contundente que el "malévolo" Agua Maldita de Molotov, y es que con Cuca uno no se anda con rodeos, lo de ellos es el rock duro, el metal y las grotescas letras de José Fors, provocador nato y elemento fundamental de esta banda.
La Venganza de Cucamonga es un potente documento de música dura y despiadada, Fors no se anda por las ramas, y lo suyo no es la grosería barata y el insulto, sino el relato sincero y descarado de un rufián (que me recuerda el humor un tanto escatológico de Frank Zappa), en Hoy Solo Quiero en medio de una densa marejada de rasgueos metálicos y chirriantes guitarras, confiesa que no le interés una relación, solo sexo, y en Caca Pop denuncia a esas vocalistas pop desechables que son más imagen que contenido, y aquí cabe destacar las brillantes guitarras de Alex Otaola, elemento emergente, que para este disco se une a la banda dándole una mayor versatilidad y dinamismo, ampliando el vocabulario música de la banda, como consta en la intro de En el Nombre del Rock n Roll, además de sus brutales rasgueos que le siguen, y su agilidad y destreza en el boogie en que deriva este tema.

Pero sin duda que Fors y compañía, a pesar de la dureza, siempre han tenido esa capacidad para impregnar sus brutales composiciones de esas melodías masoquistas y dramáticas de la música vernácula mexicana, como demuestran en Más Daño.

Fors apunta y lanza un nuevo ataque a las "mujeres interesadas" rayando en la misógina, aunque de entrada sabemos que con Cuca la provocación es esencial, mientras que musicalmente podemos detectar elementos del rock oscuro de los Alice In Chains, algo del rock moderno y dinámico de los Prong y ese saborcito clásico que la banda tiene de los Black Sabbath, además de añadir uno que otro toque de rock sureño que tan de moda se ha puesto en nuestros días.

Temas como Arre Lulu y Mi Vieja rockean sin piedad fruto de una estupenda interacción entre bajo y batería, sólidos en todo momento, y sin duda un gran activo de la banda, poniéndose compactos e intensos en temas como el tremendo corte Ladilla Humana.

Casi al final la banda libera una sorpresa sónica en verdad relevante con el tema que da nombre al disco con ciertas inflexiones y peripecias sonoras a la Sonic Youth o un Glenn Branca, que dejan nuevamente disfrutar del talento musical de Otalo, quien aquí nuevamente brinda nuevos aires a la banda, y los coloca musicalmente hablando, por encima de muchas bandas nacionales.

La Venganza de Cucamonga no busca agradar, por el contrario, su encanto se origina en la mentalidad de la banda de explotar al máximo sus fortalezas, ya sea instrumentales, sonoras, dramáticas y de letras, convirtiendo este coctel, en algo verdaderamente explosivo, no apto para la radio y que definitivamente deja bien claro que ellos golpearon duro primero y lo siguen haciendo, la Cuca aquí se han puesto serios (dentro de lo que cabe) y nos han traído el disco más duro del cual son capaces de hacer.


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