Una dosis de realidad

Una dosis de realidad

“El progreso no es una ilusión, está pasando, pero es lento e invariablemente decepcionante.”

George Orwell

Por Erreh Svaia

Si algo suelo reclamar algo últimamente es cuan fuera de la realidad del mexicano promedio se encuentran nuestros gobernantes y la clase política, con casas financiadas como favor por grandes grupos constructores (corrupción aunque se quieran hacer los que no entienden), con vestidos de diseñadores extranjeros (dando una falsa imagen de abundancia), viajando en helicópteros o portando relojes carísimos (mientras el ciudadano sufre para llevar sustento a su hogar), ¿Es acaso esta la realidad del mexicano promedio? ¿Es acaso esto a lo que los mexicanos podemos aspirar con los salarios mínimos que se manejan en el país?

Lamentablemente hemos visto en México la construcción de una maldita clase gobernante, un círculo de personajes "divorciados" del resto del país que viven lejos de lo que realmente ocurre, a similitud de la realeza europea, esta clase cierra las puertas del progreso al resto del país, se reciclan interminablemente en puestos de gobierno y van engendrando una descendencia que vice de la misma manera y que aspira a ocupar los puestos de sus padres algún día, crean una suerte de realeza que el ciudadano promedio no consintió fuese creada.

El servicio público se ha convertido en la fuente de riqueza de esta clase política que la usa para beneficio propio perpetuándose para no perder el poder y cerrando el círculo para que la sociedad no tenga acceso fácil a puestos de gobierno, de esta manera se hace un secuestro de la democracia y del “liberalismo”, y se establece una dictadura de clase y un capitalismo de cuates o pudiéramos hablar incluso de una cleptocracia, en dónde los gobernantes conjuran para su beneficio propio.

Hoy en día sabemos que en el entorno actual de apertura y globalización del mundo es indispensable tener conocimientos de inglés y computación para competir en el medio laboral, por ello yo me pregunto ¿Si nuestros gobernantes no debiesen tener conocimientos de la vida del ciudadano promedio para poder estar al frente del país? Los candidatos a un puesto de servicio en el gobierno debiesen pasar "un curso de realidad", vivir seis meses o tratar de hacerlo con el salario mínimo, en una casa de infonavit, viajando en el transporte público y atendiéndose en el seguro social cuando se enfermen, de esa manera les seguro que nuestros gobernantes conocerían realmente la realidad del país y entenderían lo que viven y sufren millones de mexicanos, de esa manera les aseguro que muchas cosas cambiarían en nuestro país, si las guerras se pueden evitar enviando a los máximos comandantes al frente de batalla, un mal gobierno, que desoye al pueblo pudiera evitarse enviando a los aspirantes al gobierno a las calles, a vivir la vida común, ¿Cuantos estarían dispuestos a mostrar así su verdadera "vocación de servicio"?, ¿Cuantos se animan? Basta de que la clase política argumente entender los problemas del ciudadano, ¿Cómo pueden conocerlos si no los han vivido y si viven actualmente una realidad de ensueño que nada tiene que ver con México? ¿Hasta cuándo nos vamos a tragar esa mentira de que ellos son la voz del pueblo y nuestros representantes?

Pongámoslo a prueba y a vivir como vive el mexicano promedio y entonces, sólo entonces empezarán a cambiar las cosas en el país.