Soriana y la falta de visión



Soriana y la falta de visión

“Lo peligroso es no evolucionar.”
Jeff Bezos

Por Erreh Svaia
En algún momento Soriana llegó a ser uno de los jugadores más importantes en el mundo de las tiendas de auto servicio en México, superando por mucho a otras cadenas como Bodega Aurrera, Chedraui y Casa Ley, esto sin mencionar a Gigante, uno de los grandes jugadores pionero de este tipo de tiendas en Latinoamérica, y alguna vez el líder indiscutible de este segmento.

Soriana supo manejar bien esa política de precios conocida como high-low price o de ofertas, con las cuales asentó su estrategia contra el low prices everyday con el que Wal Mart llegaría a México, a comparación de Gigante, Soriana era el futuro del auto servicio en México, con una dinámica de precios intensa, una amplia variedad de productos y tiendas modernas, contra Wal Mart o HEB, Soriana empezaba a verse como parte de un pasado y emprendiendo el mismo camino que Gigante hacia la obsolescencia, y es que Soriana siempre apostó por el tema de precios, apretando fuertemente sus costos de operación sacrificando algo que para la competencia extranjera resultaría fundamental para su consolidación : El servicio.

Soriana sacrificó personal y mantenimiento de sus tiendas con el fin de poder reducir costos drásticamente y reflejarlo en sus precios al cliente, su personal reducido se vio rebasado por la intensa operación y empezó a atender de mala gana a los clientes, las tiendas empezaron a sufrir constantes fallas de climatización e iluminación, y mientras que la cadena abría tiendas nuevas de forma entusiasta, sus tiendas antiguas empezaban a caerse a pedazos, los clientes empezaban a preguntarse: “¿Para que abren más tiendas?, ¡Que arreglen las que ya tienen!”

Es un hecho que lo que "mató" a Gigante fue su falta de dinamismo, y su rígida política de precios  poco competitiva que le restaba atractivo con los clientes, Gigante terminó sus operaciones ante la feroz competencia de Wal Mart, ahora asociado con Bodega Aurrera, Soriana con el fin de sobrevivir, protegerse y asegurar su permanencia, compró Gigante previendo que Wal Mart pudiese comprar aquella cadena y convertirse en un enemigo doblemente peligroso, pero el esfuerzo mermó fuertemente el capital de Soriana restando dinamismo precisamente en su política de precios y poniéndola en una peligrosa ruta similar a la que llevo al cierre a Gigante.

Un escándalo político en el cual se vinculó a Soriana con el PRI y la compra de votos, la diversificación de formatos (híper, súper, mercado, club de precios y conveniencia) restaron enfoque y fuerza a la cadena, sumado a un cambio de imagen un tanto inoportuno, han sido otros pasos en falso que han seguido restando fuerza y acelerando la caída de este coloso, de los últimos sobrevivientes con presencia nacional del autoservicio en México, resulta irónico que hace años Soriana optó por diversificar formatos de tiendas, argumentando la saturación de tiendas en la ciudad, apreciación obviamente errónea si tomamos en cuenta expansión que han tenido otros competidores como HEB, Smart o Chedraui en Monterrey, quienes han sabido capitalizar los errores de Soriana y la falta de un correcto diagnóstico de su entorno, ¿Estará Soriana destinado a seguir la ruta fatal del gigante?

Para sobrevivir Soriana debe concentrar en lugar de dividir su fuerza, re conectar con el grueso de sus clientes, la clase media baja y baja (que tan bien le ha sabido ganar Bodega Aurrera) y sobre todo no olvidar que el cliente no va a sus tiendas por productos baratos, sino por experiencias satisfactorias y para esto hay que trabajar en el servicio que da su personal, el buen aspecto y comodidad de sus tiendas, así como las ventajas que ofrecen para realizar la compra de manera ágil.

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