Avanzan los Radicales

Avanzan los Radicales

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Por: Erreh Svaia

Hace apenas dos meses hablábamos sobre las señales de radicalización dentro del gobierno del presidente Andrés López, las señales de las que hablamos implicaban como los miembros más progresistas del gobierno del presidente se hallaban acotados casi en su totalidad, gente como el canciller Marcelo Ebrard y la Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, con rumoreadas renuncias se encontraban casi desaparecidos, mientras Juan Ramón de la Fuente brillaba por su ausencia y distancia como embajador de México ante la ONU, su política progresista que incluía temas como el derecho al aborto y la legalización de las drogas ha sido colocado en un sitio imperceptible dentro del gobierno actual, esto, al tiempo que los moderados empezaban a perder posición dentro del gabinete, con un Alfonso Romo expuesto cada vez más por el presidente, contradicho en varias ocasiones al grado de perder la confianza que había parecido ganar entre los empresarios, Germán Martínez, ex director del IMSS anunciaba su renuncia ante los recortes presupuestales y tras denunciar una austeridad que hacía imposible la operación del instituto, el día de hoy, se anexa a esto la renuncia que ya habíamos anunciado del Secretario de Hacienda, Carlos Urzua, otro de los moderados dentro del gabinete, no, no es sorpresa, se veía venir, los que observamos las señales lo veíamos venir.

La salida, como se titulaba irónicamente uno de los libros del presidente, de Carlos Urzua, es un motivo de preocupación, hace eco paradójicamente con la salida Hugo B. Margain, de la Secretaria de Hacienda en 1973, durante el gobierno de Luis Echeverría, lo que desató desconfianza dentro de aquél gobierno, parte de la llamada “decena trágica”, que terminó en 1982 con la quiebra del país; ahora es Urzua, cuya renuncia refuerza el sentido de desconfianza hacia el gobierno del presidente López, que da muestras de cierta erosión en su popularidad, además de los señalamientos de los analistas que indican un ambiente en el cual la inversión se encuentra detenida a falta de confianza, por otro lado, resulta preocupante los avances de la parte más radical de la coalición que llevó a Andrés López al poder, esa de gente como Gerardo Fernández Noroña, que ya había demandado de forma estridente la salida de Urzúa, o la reciente designación como dirigente de la Semarnat de Víctor Manuel Toledo, simpatizante del régimen Chavista en Venezuela, al igual que otros miembros del gabinete del presidente, como Rocío Nahle, Citlali Ibáñez, además de otros colaboradores como Dolores Padierna y René Bejarano, entusiastas todos ellos, participantes del Foro de Sao Paulo.

Poco a poco comienza a desaparecer el ala “progresista” y “moderada” del gobierno de Andrés López, y continúa afianzándose el ala radical, esa que no considera a la democracia como una vía opcional de gobierno, y que, por el contrario, ve a regímenes como el Chavismo o el Castrismo Cubano, como sus inclinaciones políticas predilectas, para aquellos que aún albergaban esperanzas de un cambio o veían algo de pragmatismo en el presidente, convendría que no vieran más allá de la conveniencia electoral que muchas veces usó el PRI para llegar al poder, que aplicó Andrés López para después de contender por la presidencia, por tercer vez, y que hoy pareciera revelarse sólo como una manera de llegar, la capacidad de gobernar no parece ser un componente de éste gobierno, y queda claro que su principal objetivo es debilitar a las instituciones autónomas, a la oposición, al sistema electoral e incluso mantener a una población polarizada.

La batalla por la "democracia" tiene un número mágico, 25 millones, el voto duro que anteriormente daba triunfos electorales es la cifra mágica para Andrés López, mientras pueda mantener a ese número de personas dentro de su red clientelar (lo cual implica que se requieren pobres en éste país, 25 millones por lo menos, por lo que la pobreza, tristemente, no desaparecerá del país, no le conviene al presidente), mantener el poder será sencillo, sin importar las condiciones económicas del país, sabe que aquellos que votaron no por él, sino en contra de los partidos políticos tradicionales, empezaran poco a poco a rectificar, a considerar que aunque la apuesta pudo ser la correcta, el desenlace podría no serlo, y que desafortunadamente, las consecuencias están en un punto, en que de seguir, podrían ser irreversibles, lo habíamos mencionado anteriormente, la prensa opositora, el Poder Judicial y el Banco de México, son las últimas líneas de defensa, en ese orden, y veremos como el proyecto totalitario del Andrés López seguirá buscando la manera de destruirlo, de cerrar el pacto con el moribundo PRI, de ir matando de inanición poco a poco a la prensa, de infiltrar el poder judicial, y finalmente de robar la autonomía al Banco de México, esa que ha dado décadas de estabilidad al país, brindando plena confianza al inversionista nacional y extranjero, cuidado cuando veamos ésta presión ejercerse sobre el Poder Judicial y sobre el Banxico, esas serán las máximas señales de alerta.