Narco Pop

Narco Pop

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Por: Erreh Svaia

¿Será la condena a cadena perpetua dictada a Joaquín “El Chapo” Guzmán, realmente “el final de la serie” ?, o, ¿Tal vez solamente un final más de la temporada, y algo más está por venir? ¿Seguirá el “Narco-pop” ejerciendo su siniestro magnetismo hacia la juventud en el país? ¿Seguiremos viendo a productores como el nefasto Epigmenio Ibarra, ejerciendo la doble moral, lucrar con este fenómeno que tanto daño ha hecho al país?, Irónico que el canciller Marcelo Ebrard, por un lado condene la mala imagen que las series de televisión sobre narcotraficantes le han dado al país, considerando que su compañero de partido en Morena, el ya mencionado Epigmenio Ibarra, sea uno de los principales impulsores de éste fenómeno que hoy en día parecería tener inundado a Netflix con su contenido y que tanto morbo despierta en la población mexicana, el Narco-Pop es una fuerte corriente que sigue muy adentrada en la cultura nacional, el “ser narco” sigue siendo una aspiración para muchos jóvenes que ven un camino fácil de ascensión social en un país en el que hacerlo de manera honesta podría parecer imposible, los narcotraficantes se convierten en el inverso malévolo de los super héroes de la filosofa Ayn Rand, personajes dispuestos a todo para realizar sus metas y hacer crecer sus “empresas”, héroes casi románticos que salen de la pobreza y de un ambiente totalmente adverso para vivir un sinfín de aventuras, tener abundantes propiedades materiales y exuberantes mujeres, ¡Ah! Y de paso ayudar económicamente a los más necesitados, además de enfrentarse al perverso poder político, bajo la lógica de estas series, el factor más nocivo en el país.

El narcotráfico lo corrompe todo, corrompe a las personas, a las instituciones y al país entero, sin embargo, lejos de condenarlo vemos como canciones, películas (hasta líneas de ropa) y series de televisión parecerían exaltarlo de una manera casi romántica, gente como Pablo Escobar o el mismo Chapo, son vistos por muchos hoy en día como héroes, como modelos a seguir en medio de un mundo cuyos valores cada vez son más tergiversados, en el que los héroes de la series son personajes que trafican con drogas que dañan la salud, en el que éstos personajes dan entrevistas a personalidades como Sean Penn para la revista pop Rolling Stone, o personajes que “hacen sentir seguros” a otras personalidades como Kate Del Castillo, ese tipo de personajes son los que se idealizan en éstas narco series, y son las que seguramente han dado fama y fortuna a Epigmenio Ibarra, alguna vez corresponsal de guerra, alguna vez columnista en diarios, productor de novelas iconoclastas, y hoy instalado no sólo como uno de los principales impulsores del “narco-pop”, también como principal propagandista del actual gobierno del presidente López, al cual le da servicio “preparando” a los jóvenes que ingresan en su programa de empleo para ayudantes.

Finalmente el gobierno de los Estados Unidos de América ha decidido dictar sentencia de cadena perpetua a El Chapo, la serie de aventuras finalmente parece tener el final que todos esperábamos tendría algún día, no tan trágico como el de Pablo Escobar, no tan enigmático como el de Amado Carrillo, pero posiblemente si más triste, confinado a una minúscula celda, con salidas apenas de una hora diaria, en una prisión, de la cual se antoja difícil pueda fugarse como ya hizo anteriormente en varias ocasiones en prisiones en tierra mexicana, difícilmente podrá Guzmán construir en ésta ocasión un impresionante túnel para escapar de su condena, me pregunto si Epigmenio se atreverá a plasmar en las pantallas el triste final de la “idílica” vida de quien fuera el “héroe” en una de sus populares series, ¿Será Epigmenio capaz de mostrar por fin, la realidad de la carrera criminal de Guzmán? Ya lo ha hecho un ídolo, ya lo ha hecho un héroe, ¿Ahora finalmente reflejara la realidad de un criminal sobre el que cae todo el peso de la justicia por los crímenes que cometió? Tal vez, tal vez Ibarra finalmente se olvide de su tóxica misión de mostrar una realidad invertida y pervertida, ahora que forma parte del oficialismo que tanto criticó, tal vez ahora si haga uso de la moral que tanto presume el gobierno actual.