Negociación 101





Negociación 101

HYPERDRIVE

Por: Erreh Svaia

Hace unos días mis hijos fueron a casa de sus tíos de visita y a jugar con sus primos, al salir del trabajo fui a recogerlos y mi sorpresa fue que mi hijo mayor salía de casa de sus tíos con un enorme globo terráqueo, al ver mi cara de sorpresa me respondió: “Se lo cambié a mi primo por un libro”, cabe señalar que respeto mucho las decisiones de mi hijo con respecto a sus pertenencias, pero aquel trueque me llamó la atención bastante, “¿Qué libro?” , le pregunté intrigado, y ya después me indicó que era un libro para aprender a dibujar “manga”, su primo estaba en la puerta fascinado dando de brincos y señalando que dado que él era un admirador del “manga”, el intercambio de pertenencias había sido algo fabuloso.

Ya que ayudé a mi hijo a subir el globo terráqueo al auto, y una vez que empecé a conducir rumbo a la casa, luego de despedirnos de la familia, le pregunté a mi hijo: “Oye, y ese libro, ¿Qué tanto valía para ti?” Ya que lo había visto muy interesado llevando al libro a todos lados unas semanas antes, “Me costó sólo 15 pesos y puedo comprar uno mejor”, definitivamente estuve de acuerdo con él, recordé que ese libro lo habíamos comprado en la pasada Feria del Libro y que el precio había sido bastante económico, por otro lado, lo que había obtenido a cambio mi hijo era un objeto bastante grande y si mal no recuerdo, que había visto en una papelería hace poco en no menos de $500 pesos, en apariencia, el intercambio había sido bastante desigual, un libro de $15 pesos, usado, a cambio de un globo terráqueo, usado, que no debiese valer menos de $300 pesos.

No pienso que mi hijo haya “abusado” de su primo, por el contrario, pienso que su primo se quedó bastante contento con el intercambio, me queda claro el tremendo valor que otorgó a ese libro, y el minúsculo valor que otorgó al globo terráqueo, para alguien que profesa un gusto por el “manga” y poco interés por la geografía, lo entiendo, no dudo que mi hijo también tuviera aprecio por ese libro, peor me queda claro también el enorme deseo de aprender que tiene, y que hacía del globo terráqueo un instrumento de enorme, valor, incluso para mí, que tuve uno de esos, regalo de mis padres, y que me causó una fascinación enorme, y que abrió las puertas, literalmente a un mundo de conocimiento sobre los continentes, los países, sus capitales y los mares y océanos, que aún disfruto al día de hoy.

Si hablamos de una negociación en estricto sentido material, podemos hablar de una negociación injusta, pero si consideramos el valor que cada una de las partes asignó a lo que obtuvo, el resultado fue muy satisfactorio para cada uno, y la sensación de ganar-ganar, fue mutua, ninguno de los dos se sintió engañado, y ese es el punto importante a considerar en una negociación, entre otros, los niños lo hacen de manera natural, no tienen miedo de pedir algo, entienden de forma natural que deben también de dar algo a cambio, no sólo ven el valor material de las cosas, también entienden que hay un valor más allá de lo material que genera una gran satisfacción, como ejercicio de negociación me resultó algo fabuloso, no se si mi hijo lo comprendería en ese momento, pero espero que pueda entenderlo y potencializarlo más adelante.

Le platicaba a mi hijo sobre el caso de un joven canadiense que aprovechando las nuevas tecnologías, específicamente Internet, había conseguido negociar, partiendo de un clip rojo que tenía, varias mercancías cada vez de mayor valor, plumas, tazas de cerámica, un barril de cerveza, motores, motocicletas, y demás mercancías que al final lo llevaron al objetivo que se había planteado inicialmente, obtener una casa; sería complicado poder repetir la hazaña de Kyle MacDonald, el joven canadiense que logró éste prodigio de negociaciones en serie, es un hecho que lo realizado por MacDonald fue fuertemente impulsado por estudiantes del fenómeno de Internet, y demás internautas optimistas que apoyaron al joven a lograr su objetivo, pero hoy en día Internet suele apoyar mucho a quien aporta ideas frescas, que no tienen miedo a intentarlo y aprovechar la exposición de la red de redes, ahí está el cada vez más famoso “crowdfunding”; en un proceso de negociación, hay que saber que siempre tendremos que, para obtener algo, dar algo a cambio, hay que entender que es lo que valora la otra parte, y que podemos dar para representar un valor similar, siempre buscando que ambas partes quedemos satisfechas, no siempre nuestra escala de valor será la misma que nuestra contra parte, y ese es el punto que mayor valor nos podría ayudar a generar.     

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